Capítulo 14

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Andrew decidió ir a uno de sus departamentos para que nadie lo vea, ha estado bebiendo todo el día, solo se tomó un minuto para enviar un mensaje de disculpa a Antonella por no poder verla, poniendo de pretexto, que tiene problemas con una de las empresas, el, esta colérico y ha destrozado todo a su paso, su respiración es acelerada, le cuesta trabajo mantenerse derecho, ha tomado demasiado, a él le encanta tener el control absoluto de todo, pero, no puede creer que una niña tan simple lo desestabilice de esa manera, sin embargo, su mayor coraje es no poder saber lo que hace o dice Alexander con ella, como también lo que le provoque estando tanto tiempo juntos, pues Alexander la conoce mejor que nadie, sabe sus gustos, sueños, necesidades y debilidades.

A pesar de que Andrew sabe que ella lo ama, no se siente tranquilo, además ella le ha dejado claro que la opinión de Alexander es muy importante para ella, y ¿si la persuade de que no se case?, si la convence que él, no la ama, ¿y si ella se enamora de Alexander? todo se complica con Alexander en casa junto a Antonella, ella es tan ingenua.

Andrew está molesto por subestimar a Alexander y ahora está pagando el precio, se está volviendo loco, quiere ir a casa de Antonella y sacarla de ahí a como dé lugar, quizás irse rápido a las vegas y casarse en una de esas capillas, está muy alterado pensando mil escenarios, cada uno más loco que el anterior, siente que su mente o quizás su corazón lo están traicionando, él no es un cavernícola, no, él es frió y calculador, sus planes siempre lo han llevado al éxito, solo que ahora no tiene planes, si no emociones, su mente sigue imaginando mil formas de sacarla de su casa, de separarla de Alexander, no puede entender porque, el que estén en la misma casa lo trastorne tanto, su mente se niega a creer que esta celoso, pero, no hay otra explicación, le enerva que Alexander respire el mismo aire que Antonella, su Antonella y solo de él.

Andrew está sentado en el suelo de su habitación, con las rodillas flexionadas al frente, sus brazos recostados sobre sus rodillas y en su mano derecha un vaso con los restos de una bebida, su cabeza esta agachada al frente, su respiración se ha regulado, está más calmado e intenta pensar fríamente en su siguiente paso, lo único que lo ha logrado calmarlo es que Antonella le dio su palabra, le ha afirmado que de cualquier manera se casara con él, lo que no entiende es porque le importan tanto que los sentimientos de ella cambien, porque le hierve la sangre de solo pensar que estará en la misma casa con Alexander, que se podrán ver a diario, por qué?, se repite una y otra vez, de pronto tiene una idea, su sonrisa se amplia y recuesta su cabeza en la pared mientras planea todo, para después tomar su celular y hacer unas llamadas.

Antonella ha estado muy triste, se replantea sus opciones, pero, lo peor es que ella ya está muy enamorada y a pesar de que su dignidad le pide que espere y se dé su lugar, que se dé tiempo para ver si Andrew logra sentir algo más por ella, no puede o quiere cambiar nada referente a la boda, ella quiere ser la esposa de Andrew Stone, en muchas ocasiones se ha imaginado su futura vida juntos y le encanta, pero, tiene un mal presentimiento, algo le dice que nada será como ella sueña.

Cansada decide dormir, pero, el sonido de la puerta la hace pegar un brinco, es algo tarde, espera no sea Alex, se pone de pie y abre su puerta solo para comprobar que si es el, quien está del otro lado de su puerta.

-Alex, que pasa-

-discúlpame, Antonella, solo que ya no te vi y quise desearte buenas noches antes de irme, hubiera venido antes, pero, pensé que habías salido con Andrew, espero que mi decisión de regresar, no te traiga problemas con el-

Antonella sonríe, le agrada que el vuelva a ser el que era antes, también esta avergonzada pues Andrew se negó a verla, sabe que está enojado y haciendo un berrinche, sin embargo, no quiere hacérselo notar a Alex.

-Andrew tenía mucho trabajo y consideramos que lo mejor era vernos hasta mañana, ya que yo me sentía muy cansada, fueron muchas emisiones, no te preocupes, todo esta bien-

AntonellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora