ᴜɴ ᴏᴍᴇɢᴀ ᴘᴇʀᴅɪᴅᴏ [ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ]

3. Lᴏs Pʀɪᴍᴇʀᴏs Rᴏᴄᴇs Eɴ Wɪɴɢs.

ᴅᴇᴅɪᴄᴀᴅᴏ ᴀ:
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ʟᴇᴠɪ:

Deslizo sin fuerzas mi mochila por encima de la mesa, dejándola en el centro. Caminando hacia el interruptor suspiro abatido mientras masajeo mi cuello, que no ha dejado de doler desde hace horas. Segundos después de presionar el interruptor se escucha un ligero clip y toda la pequeña cocina es iluminada.

Por más que lo he intentado no he podido dormir.
Tal vez el venir a la cocina y alistar mi mochila me podría ayudar a sentir sueño o al menos distraerme un poco de todo el ruido. Se supone que debí haber hecho esto mucho antes para no estar el día de mañana apurado, pero mi celo no ha ayudado en nada. Me sentía tan fastidiado que lo más seguro era que terminaría mandado mi mochila a la mierda —tengo la mala costumbre de lanzar todo contra la pared cuando nada en mí va bien—.
Ha pasado un día desde la discusión que tuve con Hanji. Llamó varias veces, pero mi orgullo no cedió a contestar ninguna de sus llamadas y como karma, todo el día de ayer pensé en ella y ahora a estas horas de la madrugada estoy pensando en cosas del pasado. Y tengo que detenerme, es cierto que voltear hacia atrás está bien de vez en cuando pero permanecer ahí es otra cosa, es como volver a vivirlo —al menos para mí—, es como si volviera a sentirlo, a decirlo; no puedo hacer nada al respecto, sólo aguantar.

Observo la mesa desde el otro lado de la cocina, donde sobre ella descansan: ahora ya mi mochila, dos botes de supresores, un par de manzanas amarillas, una libreta nueva, varios euros —siendo sincero no los conté— y por último un nuevo tapabocas negro o mejor conocido en las farmacias como Synder. Sin importar lo costoso que es lo terminé comprando, en realidad prefiero quedarme sin cena que... bueno eso. Es mejor ser precavido.

Me permito respirar hondo varias veces antes de caminar a la mesa y estirar una de la sillas para tomar lugar frente a todos esos objetos que ahora parecen ser más intimidantes.

Es algo de lo más normal preparar la mochila para el primer día de clases, pero para mí no lo es. Es decir; mañana es mi primer día en la Universidad Wings, no conozco del todo las instalaciones y soy pésimo siendo mi propia brújula, no conozco a nadie —excepto a Hanji— y la mayoría allí son Alfas… Yo, un Omega a mitad de su celo estará en ese matadero, estupendo.

Con las manos temblando sin parar logro abrir el cierre de mi mochila, despojo mi tabla de documentos en la mesa al igual que mi estuche de lapiceros, y abro la siguiente bolsa para sacar un folder azul.

—Mierda —murmuro. Abro el folder y comienzo a sacar todos los folletos.

Lo había olvidado.
Una vez que fui aceptado me entregaron esto y pidieron leer todo lo que contenía, ya que además del mapa de las instalaciones, hay información sobre los programas que se manejan… ¿Cómo demonios pude dejarlo pasar?

Suelto un quejido y paso con velocidad cada uno de los folletos hasta finalmente dejarlos esparcidos frente a mí. Mi mirada pasa con desesperación de uno a otro, ocupando mi mente con los títulos.