Anillos de plata

16 5 0
                                    

Este va a ser mi primer viaje a África para transportar la droga. Rafa tiene 20 años y yo 16.
"¿Estáis listos?" pregunta nuestro padre ya vestido con su ropa negra y el pasamontañas de la mano. Ambos asentimos y tomamos del mueble lo mismo para taparnos la cara.
"Vamos mi polvo de ángel." me dice mi hermano sacándome una risita nerviosa. Nunca lo había hecho antes aunque se lo había escuchado muchas veces a Rafael y a papá, además de que mi hermano me había contado varias cosas de cuando iba hacia allí.
Mi madre nos observa desde la cocina, siempre ha estado enterada de los métodos para obtener dinero de papá, al principio la costó aceptarlo pero está tan acostumbrada que no se asusta al saber que sus hijos van a hacer lo mismo junto a su marido.
"Adiós mamá." digo acercándome a ella para despedirme hasta la vuelta.
"Un segundo." ella sale de la cocina y va directa hacia su habitación, sale de allí con una cajita entre las manos.
"Ten mi niña." dice poniéndome en las manos la caja, la abro con curiosidad y veo un anillo plateado bastante sencillo pero bonito. Me lo pongo en mi mano derecha y ella sonríe.
"Perfecto, así cada uno tenéis el vuestro." mi hermano extiende la mano y me lo muestra, nunca antes me había fijado en este.
"Gracias mamá." digo a la vez que la abrazo. Ella corresponde al gesto.
"No es nada, ahora debéis iros antes." responde separándose.
"Vámonos chicos." dice mi padre con impaciencia. Salimos los tres de casa para dirigirnos al garaje donde guardamos el coche.
Mi padre conduce hasta una especie de nave abandonada, allí tomamos una pequeña lancha neumática.
"Poneros los pasamontañas." nos manda nuestro padre con seriedad, ambos asentimos y nos lo colocamos.
"A partir de ahora debemos andar con mucho cuidado." nos repite. Rafa me pone una mano en el hombro y me da un suave apretón para darme confianza, su otra mano la desliza dentro de mi bolsillo.
"No la uses si no es estrictamente necesario." dice antes de apartarse un poco. Introduzco la mano donde el ha depositado un pequeño objeto, lo saco y lo examino bajo la escasa luz del fluorescente gastado que hay en el techo. Es una pequeña navaja bien afilada. Sonrío un poco bajo la máscara que cubre mi cara aunque también me estremezco, sé que este mundo es peligroso pero espero no tener que usarla nunca.
Sacamos la lancha a la luz de la luna y la acercamos al mar a través de la pequeña playa que hay. Nos subimos a ellas y mi padre la arranca haciéndonos cruzar el mar oscuro.
Mi hermano sentado junto a mi parece muy tranquilo, observando como nos acercamos a la costa del otro continente.
Pasan unos diez minutos hasta que llegamos a tierra firme.
Mi padre deja la lancha en un sitio oscuro que la oculta bastante bien.
"Ya sabéis, desde aquí en silencio y con cuidado. Yo soy el que hablará, ¿Entendido?" nos dice con seriedad.
Tanto mi hermano como yo asentimos y andamos tras mi padre.
El aire es cálido a nuestro alrededor. Mis manos tiemblan ligeramente bajo los guantes debido a los nervios, para disimular me aferro con fuerza al borde de mi camiseta.
En este momento no soy consciente de cuánto tiempo andamos pero veo que al final llegamos a un desguace de coches.
"Es aquí." me susurra mi hermano.
Mi padre hace una especie de llamada en la puerta metálica y después la mueve para poder entrar.
El edificio destartalado es bastante viejo, le faltan algunas zonas del techo que permiten que las estrellas iluminen el interior, las paredes metálicas parecen oxidadas. En el centro de distingue que sobre el suelo arenoso hay dos personas esperando.
"Llegáis tarde." dice una voz de hombre que sale de una de las dos máscaras.
"Cierto, pero..." empieza a decir mi padre.
"No pongas excusas." replica la voz anterior haciendo un gesto con la mano.
"El dinero." dice con impaciencia la otra persona, está tienen voz femenina.
"Aquí está." responde mi padre entregando un taco de dinero. Ella se acerca y lo toma para comenzar a contarlo.
"Falta dinero." recrimina en un gruñido.
"¿Qué? Eso es imposible." dice mi padre sorprendido.
"500€" responde ella mientras se vuelve a acercar a nosotros, mira a mi padre y se nota a través de la máscara que está enfadada. Unos instantes después, antes de poder reaccionar me toma por la camiseta y me aleja de mi familia.
Con su mano libre saca algo del bolsillo y me levanta un poco el pasamontañas, dejando mi cuello al descubierto.
Muestra un cuchillo afilado y coloca la fría y afilada hoja contra mi cuello. En ese momento soy presa del pánico, incapaz de mover un solo centímetro de mi cuerpo.
"Danos nuestro dinero o pagarás las consecuencias." dice una tercera voz que hace que mi padre se sobresalte. Está es algo más grave y fría que la voz del otro hombre pero me pone los pelos de punta, su voz transmite autoridad, como si te fuese a dañar si no cumples sus órdenes.
La mujer me sigue sosteniendo con una mano sobre mi hombro y el cuchillo apoyado contra mi cuello.
Miro a mi hermano y veo que sus ojos reflejan miedo. Desvío la mirada a nuestro padre quien parece completamente bloqueado, como si no esperase esa voz.
"E-esta bien." dice con un leve tartamudeo al principio mientras saca algo de su bolsillo, deja a la vista un billete morado de 500 euros.
"Pero devolverme a ..." no sabe cómo llamarme, según nos ha contado, no pueden saber nuestros nombres reales.
"Polvo de ángel. Devolvednos a Polvo de Ángel." dice mi hermano con seguridad. La mujer levanta mi pasamontañas un poco más y apoya el cuchillo contra mi mejilla derecha, hace un poco de fuerza y me corta. No es muy profundo pero siento que la sangre caliente recorre mi mejilla. Después aparta el cuchillo y me empuja hacia mi familia. Estoy a punto de caer pero mi hermano me envuelve entre sus brazos.
Veo como mi padre les entrega el billete.
"Bien, aquí están los paquetes. Quiero el dinero dentro de una semana." dice el último hombre que apareció. Noto que mi padre está tenso y me separo de mi hermano, no sin antes susurrarle.
"Gracias." el asiente levemente y yo me coloco a su lado. No me atrevo a levantar la mano para tocar mi mejilla que cada vez está más caliente, también siento como el pasamontañas se me va mojando con el líquido espeso que sale de mí.
El hombre deja en el suelo cuatro paquetes blancos y no muy grandes.
"Ya sabes a quién debes dárselos. Marchaos." nos explusa la voz autoritaria. Mi padre y mi hermano se agachan para tomar los paquetes, yo hago lo mismo y cargo con uno. No tardamos en salir de allí y correr hacia la lancha. Como la policía nos vea ahora mete a mi padre y hermano en la cárcel y a mi me meten a un correccional.
Una vez estamos en el mar escondemos los paquetes y mi padre me quita el pasamontañas que me cubre.
Me examina la herida un poco y cuando ve que nos acercamos a la costa me vuelve a cubrir la cabeza con delicadeza.
"Mabel, Rafa en cuanto lleguemos vais los dos a casa, iré yo solo a entregar esto." nos dice.
"¡Pero papá!" me quejo.
"Ni peros ni peras, a casa te he dicho ya vendréis a la entrega la próxima vez." responde enfadado con un tono que no da lugar a réplicas, bajo la mirada hacia la lancha neumática.
"Tranquila, la próxima vez iremos. Además, hay que curarte esa herida." me dice mi hermano sentado junto a mi.
Al llegar a costa subimos los paquetes al coche y mi padre nos conduce a casa.
Tras bajar el se marcha y nosotros entramos para encontrar a nuestra madre cocinando, al igual que cuando salimos.
"¿Cómo fue?" nos pregunta, yo me quito el pasamontañas y dejó la herida ahora recubierta por sangre seca, al aire.
"Vamos a limpiarte, Rafa vigila que no se queme la comida." dice tomándome del brazo con delicadeza y llevándome al baño. Dentro me limpia el corte y me pide que le cuente que pasó en el otro lado del estrecho.
Cuando le empiezo a explicar lo que pasó con el cuello, cuando me podrían haber matado en un instante, las lágrimas empiezan a inundar mis ojos.
Ella me dio un fuerte abrazo y tras sollozar un rato me logré calmar.
Escuchamos a nuestro padre entrar a casa y tanto mi madre como yo salimos del baño. Al verme me abraza.
"Que susto me di." dice mientras me sujeta con fuerza.

--------------------------------------------------------------Hola!! ¿Como estáis? Bueno este es el capítulo especial de Mabel. Este capítulo se lo quería dedicar a mi hermano cuyo cumpleaños fue hace muy poco.
Tened todos un lindo día (◍•ᴗ•◍)❤

AlcatrázDonde viven las historias. Descúbrelo ahora