🌙SIRENA🌙liskook

Capítulo 9: Verdades ocultas.

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-. Ya le di un té, y se durmió. Despertara en unas horas. Hijo, ¿Aun no sabes que le ocurrió?- Jungkook desvío la vista de la pelirroja que dormía, para posarla en su madre; que estaba muy preocupada.

Negó, recordando como la encontró tan desesperada, esa mirada de dolor. Con el tiempo que la llevaba conociendo, nunca la miro así. Algo inexplicable en el se instaló y cargándola, la llevo a la casa de sus padres. Pero, esa mirada aún seguía en su mente, quería estar todo el tiempo con ella; nunca separarse, ahora se daba cuenta de que, fue culpa suya que se fuera. Ahora  más nunca la dejaría sola.- No... Pero de seguro vio un animal en en bosque. Por el momento no quiero que este estresada, hoy no iré a la cena con los abuelos. Tal vez mañana iremos. ¿Pueden seguir quedándose con los abuelos?- Le preguntó tranquilo. Suspirando lo abrazó.- Ve a casa yo me encargó, no te preocupes.- Le depósito un beso en su coronilla, donde reposaba un suave flequillo y unas suaves arrugas.

Su madre subio la mirada e hizo puchero algo angustiada, volvió a ver a la chiquilla y sonrió sin pensarlo.- Esta bien... Hoy te puedes quedar aquí, dentro de unos días nos instaláremos con tu padre.- Separándose; observó la hora.- Oh, ya no tardará en llegar él esposo de tu hermana, me voy. Cuidala mucho ¿si?.- Le dio un fuerte abrazo y salió de la pequeña casa.

A pasos apresurados llego con su hija, quien limpiaba la cocina abordada de nerviosismo.- Tranquila hija, solo es tu esposo. No debería estar tan nerviosa, solo recibelo con un beso apasionado y un gran abrazo.- Le sonrió, sin embargo ella solo le dio una sonrisa sarcástica.

-. Si claro, un beso.- Terminó y limpio su delantal, mientras su madre tomaba un vaso de leche.- Me iré a bañar, a el no le gusta que huela mal y más si tengo mi período. Yona esta viendo televisión, por favor ve y dile que se vista.- Con seriedad subió a su habitación, la casa de los abuelos era gigante, así que, Jennie y Yona; su pequeña siempre de iban a dormir allí, cuando su padre de iba de viaje. Que era casi siempre.

Suzy, la madre de Jungkook, solo observo a su delgada hija irse, se sintió muy triste al verla tan sería. ¿Que le había ocurrido? ¿Por qué ahora era tan distante y su mirada tan vacía? Sonriendo corrió para ver a su nieta, y recordó cuando su hija le dijo que estaba embarazada, aun era una bebita, y también recordó como se fue con el muchacho unos años más grande que ella, claro no tanto para exagerar, diecinueve y ella catorce; ¿No era demasiado, cierto? Además, que al ver cuan enamorados estaban, no los podía separar. Y el era un chico muy dulce. Pálido, y dulce.

Observo a su nieta, que ya se vestía muy emocionada. Entró alegré.- ¿¡Quien esta lista para ver a su padre!?-

-. ¡Yo abuelita! Papi siempre me trae regalos cuándo viaja, y el dijo que este era su ultimo viaje, así que estoy feliz de que ahora al fin esta en casa.- Saltando en la cama, gritó con emoción; que se reflejaba en sus mejillas gorditas y su cabello negro largo y con ondas en las puntas, muy lindas y naturales.

-. ¡Muy bien! Entonces pequeño saltamontes, es hora de cambiarse, por qué tu conjunto...- Observó a su nieta detenerse y verla con atención.- Estoy segura que un vestido rosa y unas medias de colores, no van para hoy.- Yona agitó su cabeza con acertación, salto a sus brazos mientras le daba muchos besos.

-. Te amo abuelita, y a mis bisabuelos también.- Suzy, sonrió mientras la depositaba en su cama.- Y nosotros también, pequeño saltamontes.

Mientras su hija escuchaba todo, con un increíble dolor; sus padres verían su martirio, todo lo que vivía, cuándo el volvía.

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Un para de horas después, mientras los abuelos de Jennie llegaban del campo; de recoger frutas, su padre leía un periódico, su hija y madre cocinaban una tarta. Un carro se estacionó enfrente, rápidamente ella trago saliva y se apresuró a la puerta, para abrir antes de que el tocará y se dieran cuenta de que había llegado.

Aliso su Jeans viejo y suspiró para abrirle a su marido.- Cariño... Hola, que bueno que regresas.- El imponente hombre, salio quitándose su corbata y colocándose un enorme sacó, por el frío. Camino hacia ella con esa mirada tan fría, una que ella odiaba.

-. Hola... Mi hermosa Jennie.- Habló con autoridad y ella bajo la mirada.- No sabes cuanto te extrañé, y a mi hija también.- Alzo su barbilla y ella ya lloraba.- Ssht no llores cielo. Hoy no pasará nada, estoy cansado, solo vengo a saludar, para mientras ve por tus cosas para irnos a nuestro hogar, nuestro dulce hogar. ¿De acuerdo?-

-. Pero... Yoongi, ellos desean hablar contigo después de tanto tiem...- Apretó su agarre y ella solo hizo una pequeña queja.

-. Dije, ¿Estamos de acuerdo? No te pregunte nada, vaya al parecer hoy si tendré que hacer lo que no quería. Todo por tu linda boquita.- Depósito un beso y después sonrió con hipocresía al ver a su suegra aparecer por detrás, pensando que tal vez sólo se acariciaban o besaban.

Jennie escuchó como hablaban alegre al verlo y el con tanta falsedad devolviéndoles el saludo, se derrumbo al oír a su hija gritar con alegría por su padre. Solo por ella, solo por ella, se repetía por milésima vez, para su desesperación.

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Cuando las estrellas ya estaban alumbrado con su mayor potencia y la luna era acariciada por las subes, la pelirroja despertó de su sueño, de su largo sueño. Entonces al verse sola lo llamo con temor.- ¡Jungkook! ¿¡En donde estas!?- Empezó a entrar en pánico y agarró con fuerza las sábanas al recordarlo. Entonces Jungkook entro con apuro y la abrazó, al fin despertaba de su sueño tan profundo.

-. Tranquila Lisa, tranquila, aquí estoy, no me iré.- La abrazó tan fuerte, que ella se fue hacia atrás por el impacto, ambos acostados en la cama, al fin ella se calmó y suspiro en su pecho, absorbiendo su aroma ah colonia y su suéter de lana. Se separo para verlo y con los ojos llorosos le dijo.

-. Jungkook... Nunca me dejes, por favor.- Suplicó y el sintió su corazón contraerse al verla así.

-. Nunca más, y si te vas, yo iré detrás de ti. Siempre.- Beso su frente y la volvió abrazar, mientras con otra mano jalaba la sábana para taparse del frío.

Lisa volvió a dormir, y Jungkook en ese momento le creyó a todo lo que le había dicho, quería saber mas de ella, ¿Como había llegado a el? ¿Como se transformó en humana? ¿Y por qué tenía su vida, en su memoria? Quería conocerla, por qué ahora que la tenía, no quería que se fuera nunca más.

Sin saber que el poco a poco iba cayendo en las garras de su dulce corazón.