¿Como es posible que un amor nazca, entre un tímido adolescente de secundaria y una sirena? Si una sirena.
Pues eso mismo ocurre con Jungkook, un chico solitario, quién su única y mejor amiga era su consuelo. ¡Ah! y claro su dulce y comprensiva fam...
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Eunha y Jungkook se conocieron desde muy pequeños en jardin de niños, siempre fueron muy unidos, al ella acercarse a el, al verlo solito en una esquina del aula. Sin preguntar, se sentó en frente de el y dijo: tu y yo, seremos mejores amigos. Jungkook quien sufría de tartamudeo solo habló muy bajo: Yo...yo... Yo. Y ella asintió feliz, abrazándolo. Declarándolo como su mejor amigo, así empiezo su bonita amistad. Iban juntos al colegio y nunca se separaban; cuando ella vivió un corto tiempo enfrente de su casa, cuando tenían once años, se besaron.
Un pequeño beso, en la ventana de la joven pelinegra, después Jungkook tuvo que bajar rápido, cayéndose en la mitad del camino, ambos se rieron por lo cómico que fue la escena. Pero, después de eso, Jungkook desapareció del mapa. Después de que, demostrará su amor en ese inocente beso, nunca más supo de el; Eunha sufrió su partida, jamás supo más de el, y lloreo sola en su habitación, al tener sus catorce años se reencontró con el, creyendo que aún se querían como antes. Lastimosamente el había cambiado, se volvió muy serio y asocial; ella sabía que el había olvidado ese sentimiento que los unía, así que decidió hacer como sino recordará ese pequeño recuerdo y funcionó. El la reconoció y se volvió un gran apoyó para el, su asma disminuyo, y el le contó del por que se había ido, y ella lo ayudó mentalmente y sentimentalmente. Aunque ella no estuviera del todo bien. Amaba a Jungkook y creía que en un futuro, ella podría confesarse.
Pero, en esos momentos de Jungkook, ambas chicas que quería, peleaban. Se separo de Eunha.- Niña, ¿por que no avísaste que vendrías?- Cuestionó y la tomó del hombro.- Ven entremos, te la presentare.- Ella lo detuvo muy molesta, en ese momento la madre de Jungkook se acercaba.- ¿Ella es tu novia entonces?- Sus lágrimas corrían por sus redondas mejillas, esas mejillas que le recordaban a ese ser pelirrojo.
-. ¡Eunha! Cariño, que bueno verte.- Sonrió como si nada y la abrazó- Que bella te vez, ¿Como estas? Ven, entremos y pláticamos como te fue.- La madre de Jungkook entendió a la perfección la situación y lo mejor era distraer a Eunha para que Jungkook pudiera hablar con Lisa, claramente la madre de Jungkook tenía cierta preferencia por ella.
Jungkook respiró tranquilo al ver que su madre hablaba con su amiga, y subió las escaleras rápidamente. Se acercó a la puerta y dio suaves toques; sin embargo, no respondió.- Lisa... Puedo pasar.- Preguntó, pero no escuchó respuesta.- ¿Quieres estar sola?- Y solo escuchó un minúsculo: Si, del otro lado. Cerró sus ojos, por lo tierna que se escuchó.- Volveré por ti.- Y se fue, mientras Lisa, estaba recostada en la puerta queriendo abrir, pero no lo hizo. Esa noche, habría una mini fiesta en la casa de los padres de Jungkook, la mamá la había invitado. Así que se preparaba para esa fiesta, donde se enamoraría del Jungkook; tenía que.
Al bajar las escaleras, se centró en su amiga, que solo lo veía pocas veces, sabía que ella estaba lastimada. Tenía que ser sincero y haberle dicho de Lisa, era su mejor amiga y se preocupaba por el, no quería que lo lastimaran. Al final, la madre de Jungkook hizo el almuerzo y llegó su papa y su sobrina, que la conocía por primera vez, ya que había ignorado ese detalle. Su hermana no estaba y no es como que le importara la vería en la noche, en la reunión de su madre. Su madre, subió a dejarle comida a Lisa, quería ir el, pero ella no lo dejó; Eunha. Su madre entonces subió a dejarla, y al regresar traía un brillo en sus ojos. ¿Por que se miraba muy sorprendida? Le había pasado algo a Lisa, acaso.
