La Final

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6 de marzo

- Resulta que Javy y yo...

- ¡Os hemos preparado una fiesta para el día siguiente a la final! —terminó Javy con una sonrisa enorme en la cara.

Los tres se quedaron mirando a sus amigos con cara de sorprendidos, un poco en shock debido al hype que les habían metido con tanto misterio.

- ¿Qué dices? Os como la cara a los dos. —dijo Eva emocionada por la sorpresa —Pero ¿una fiesta? ¿Dónde y con quién?

- Lo hemos estado organizando esta semana, bueno en realidad ha sido más bien Jesús, que ya sabéis que estas cosas se le dan muy bien —explicó Javy, mirando a Jesús para que terminase de explicarlo.

- Si, hemos alquilado un pub y he invitado a gente de todo el curso. Sabemos que habéis estado sometidos a mucha presión durante estos meses, así que una noche de borrachera no viene mal. Además, también hemos estado de exámenes, a todos nos irá bien evadirnos un poco, ¿no creéis?

- Y así podéis aprovechar para liaros con alguien. Si alguno gana la final, estará lleno de adrenalina y se encontrará super motivado, puede ser un buen momento para lanzarse, no se si me explico —Javy lanzó una mirada directa hacia Gèrard; el rubio rió para intentar desviar el tema de la conversación, como si no fuese con él.

- Oye pues que buena sorpresa, muchas gracias, chicos. ¿Y si nos vamos ya a casa? Es tarde y tenemos que descansar para la final —Gèrard intentó finalizar la conversación rápidamente para que nadie volviese a sacar el tema.

- Al final Anne va a tener razón con lo de que eres un viejito —dijo Jesús.

- Ustedes no zois conscientes de por lo que eztamo pazando —Gèrard intentó imitar la cara de Jesús moviendo las cejas e intensificó su acento andaluz, repitiendo una frase que decía Jesús siempre que se quería burlar de él.

- ¿Me estas imitando? —Jesús respondió desafiante, aunque no pudo evitar reír.

- En realidad, te estoy imitando a ti cuando intentas imitarme a mí —replicó Gèrard satisfecho, había conseguido lo que quería, ya no recordaban lo de Javy.

- Anda, vámonos ya, que os estáis volviendo medio locos —dijo Anne levantándose de la mesa junto a Eva, mientras reía por lo tontos que podían llegar a ser sus amigos.

Ya eran casi las doce de la noche cuando salieron del restaurante de comida rápida para coger el autobús, y tuvieron suerte de que llegaron a cogerlo, por que era el último regular de la noche, después empezarían a pasar los autobuses nocturnos y a ninguno le hacía mucha gracia tener que esperar con el frio que hacía a esas horas. Una vez en el autobús, se sentaron al final a esperar a llegar a sus respectivas paradas.

- Chicas, ¿queréis que os acompañemos a casa? No vivís demasiado lejos de nosotros. Podemos ir con vosotras y luego volvemos los tres andando, que somos casi vecinos —sugirió Gèrard cuando estaban a punto de llegar a la parada en la que ellos tres se bajarían.

- Tranquilos, ya nos las arreglamos nosotras —respondió Eva por las dos.

- Última oportunidad —insistió Javy, poniéndose en pie. En unos segundos el autobús pararía y abriría las puertas. Anne negó.

- No hace falta, gracias.

- Está bien, nos vemos mañana entonces —dijo Jesús poniéndose junto a la salida con Javy y Gèrard.

- ¡Esperad! —Eva les llamó la atención en el momento en el que las puertas se abrían y los tres se giraron hacia ella —mañana tenemos que hacer los cinco juntos el ritual. Y necesitamos un nombre, así que somos los cinco, como en el libro.

El secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora