El recital

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6 de abril

Una vez terminaron de jugar a la botella, decidieron irse a sus habitaciones. Nadie le dio mucha importancia al beso entre los ganadores de Barcelona, excepto Gèrard, que no podía articular palabra ni dejar de pensar en lo que acababa de ocurrir. Salieron todos de la habitación de Rafa y Anajú, esta última se dirigió a hablar con Gèrard antes de que cruzase la puerta.

- Tranquilo, lo has hecho bien, intenta no comerte la cabeza esta noche.

- ¿Eh? Sí, si yo estoy bien.

- Vale. Bueno, que duermas bien Gèrard, mañana nos vemos -Anajú sabía perfectamente lo que le pasaba al chico, pero no quería presionarle, al fin y al cabo se acababan de conocer.

- Gèrard, vamos -Anne le estaba esperando fuera de la habitación, ya se había despedido de Rafa y le metía prisa al rubio.

Volvieron los dos juntos a sus respectivas habitaciones. Solo tuvieron que andar unos pocos metros, cosa que él agradeció, porque no sabía que decir en esa situación. Cuando estuvieron frente a la habitación del chico, pararon.

- Bueno, nos lo hemos pasado bien, ¿verdad? -Anne intentó romper el silencio, normalmente, los momentos de tranquilidad eran cómodos, pero esta vez estaba resultando todo lo contrario.

- Si, ha estado guay -sonrió Gèrard.

- Intenta no soñar conmigo esta noche, Gerardote.

- Pues no sería la primera vez -el rubio no sabía cómo había tenido la valentía para decírselo. Anne sonrió tímidamente, mordiéndose el labio inferior mientras negaba con la cabeza.

Gèrard entró a la habitación sin dejar que ella respondiese, dispuesto a no dormir y a estar las próximas horas pensando en el beso con Anne, es lo que había estado soñando durante meses. Se lo había imaginado de todas las formas posibles, pero nunca tan increíble como lo que había sido finalmente, le pareció de película.

Los días siguientes pasaron volando para todo el mundo, eran conscientes de que estaban viviendo una experiencia única y no podían desaprovecharla. Por las mañanas ensayaban sin parar, ya fuera en el escenario a su hora o en cualquier otro lado. Las tardes las pasaban juntos, aprovechando para visitar la ciudad y conocerse. Sorprendentemente, a mitad de semana parecía como si se conociesen de toda la vida, y sin quererlo habían empezado a forjar una pequeña familia entre todos.

Gèrard, además, pasó la semana en una nube. Los ensayos con Anne iban cada vez mejor, la conexión que tenían los dos, sobretodo a nivel vocal, era extraordinaria, y con esa canción lo podían demostrar. Ninguno de los dos comentó nada del beso, pero para el rubio no quedó en el olvido, pues cada vez que cerraba los ojos no podía evitar imaginarlo de nuevo, como si volviese atrás en el tiempo.

11 de abril

En un abrir y cerrar de ojos, el día antes de la función se les había echado encima sin que se diesen cuenta. Esa misma tarde, las familias de Gèrard y Anne llegarían en tren a Madrid para poder estar con ellos el día del recital, animándoles. Ambos estaban nerviosos y emocionados, tenían muchísimas ganas de mostrar a todos lo que habían mejorado, y para qué engañarse, echaban un poco de menos a sus padres.

"Próximo tren, vía 9, Barcelona - Madrid", se escuchó por megafonía, mientras Anne y Gèrard esperaban en la estación, mirando la pantalla en la que se leían las próximas llegadas junto a Anajú y Rafa, que habían decidido acompañarles.

- Gèrard, no les digas nada a mis padres sobre lo que pasó la otra noche, no quiero que sepan que estuve mal, se preocuparían demasiado.

- Tranquila, no les diré nada.

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