Atrapada en los Brazos de un demonio
Capitulo 3 "Atracción"
Rin abrió los ojos de golpe al sentir algo diferente. Muy extraño.
Cálido...
Sentía calor en su cuerpo...
Sus ojos, antes desenfocados por la somnolencia vieron el techo de la habitación... No estaba húmeda y mohosa. Estaba limpia.
Movió los ojos por él cuarto y miro las paredes. Pintadas impecablemente de blanco y el piso estaba tapizado con alfombra.
Finalmente, bajo la mirada a la sábana.
La cama era bastante grande.
Las sabanas eran suaves y acogedoras, y olían a suavizante.
-¿Qué cara...?
Se tapó la boca. No diría una grosería. No por lo que decían de las señoritas bien educadas o cosas así. Solo no le gustaba decir groserías.
Se incorporó en la cama, pero se arrepintió al sentir sus músculos adoloridos.
Miro a la izquierda de la cama y casi cae de un brinco al ver que en la mesita de noche estaba una bandeja llena de comida. Frutas, verduras, carne, queso, café.
Se le hizo agua a la boca. Incluso había un par de cajas de pastillas y un ungüento que no comprendía bien que era, dado que estaba escrito en otro idioma. Había un pedazo de papel doblado a la mitad con su nombre, así que lo abrió. La caligrafía era elegante e impecable. Venía con indicaciones de uso de cada medicamento y los horarios. Miro enfrente de su cama. Había un reloj de pared encima de una puerta, que parecía la puerta del baño.
Bajo el pedazo de papel y miro con desconfianza la comida y las medicinas... ¿Qué tal si era veneno? ¿O píldoras de la verdad? ¿O algún medicamento experimental para controlar su cerebro?
Pero cualquier teoría conspirativa, y seguramente muy de ciencia ficción, que estuviera ideando en su cabecita, se fue a dar un paseo cuando su estomago resonó por la estancia. Sus mejillas se pusieron rojas y se agarro el estomago, que estaba adolorido. Suspiro con resignación.
-Nop, baño primero, estomago. –Rin sonrió ante su broma y se puso de pie para caminar al baño. No le molestaba ir descalza gracias a la alfombra, pero realmente le gustaba mucho la sensación de libertad que sentía en sus pies.
Abrió la puerta y se asomo con cuidado, como si temiera que alguien estuviera allí adentro. Afortunadamente no había nadie y eso la hizo respirar aliviada. Era espacioso, tenía una ducha y una bañera por separado. Un desperdicio de espacio y de agua.
Y había otra puerta del otro lado del baño. Camino de puntitas para acercarse y trato de abrir la puerta. Casi no se sorprendió de que estuviera cerrada, pero aún así era frustrante.
Muy bien, dejaría eso para después. Estaba asquerosa y necesitaba una ducha con urgencia.
Camino hacia la bañera y abrió las llaves para que empezara a llenarse. Mientras se retiraba la andrajosa ropa, noto un pequeño control a un lado de la tina. Toco uno de los botones y se escucho música clásica saliendo de algún lado del baño.
Hizo una mueca, pensando en lo innecesario de la función... Pero por otra parte, así tendría algo de entretenimiento para variar, y dudaba que se enojaran con ella por tocar los objetos de la estancia. Deberían haberse llevado el control si no querían que lo usara.
Adivinando más que nada, presiono muchos botones hasta que escucho una música más a su estilo. La mayoría pensaría que escucharía K-pop o alguna balada cursi y romántica. Lo hacía, evidentemente, pero ella era más fan del rock.
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Atrapada en los brazos de un demonio
RomanceJoven e Inocente, la heredera de las Industrias Muso, Jundo Rin, trata de demostrar al actual presidente de la empresa y único pariente cercano, Miasma Naraku, que ella quiere involucrarse más en los asuntos de la empresa, siendo deliberadamente ign...