Confusiones

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Capitulo 4 "Confusiones".

Sesshomaru estaba buscando algo. Rin estaba segura de eso. No sabía que esperar de él luego de anoche. Es más, no sabía que esperar de sí misma luego de anoche.

No estaba segura que esperar acerca de Sesshomaru. Había pretendido ser una muchachita inocente y vulnerable para que Sesshomaru no estuviera a la defensiva con ella. Pero la verdad era que si era una muchacha inocente y vulnerable. Al menos, en eso se volvió después del beso que tuvo con Sesshomaru.

-Preferiría no hablar de eso- Dijo Rin, sin apartar sus ojitos cafés de la bandeja de comida, y tratando de mantener una sana distancia del sujeto a su lado en la cama. Estaba estirado casualmente sobre ella, dejando muy poco espacio para alejarse.

¿Tenía que sentarse tan cerca? Había una silla perfectamente cómoda en la otra esquina de la habitación.

-¿Por qué?

-No se para usted, pero a mí me da algo de pudor hablar de cosas tan intimas- Contesto cohibida, mientras cortaba un trozo de manzana con un cuchillo y le daba un goloso mordisco.

Se pregunto por qué Sesshomaru dejaría que le dieran un arma punzo cortante. Cualquier otra persona lo usaría para lastimarlo y aprovechar para escapar, pero no era tan ilusa. Los músculos de este hombre no se debían a ejercicios y dieta saludable.

Se movía como un hombre que sabía cómo usar su cuerpo como un arma.

La pregunta era... ¿Por qué estaba este peligroso –Y presumiblemente- muy ocupado hombre viéndola comer y haciéndole preguntas tan bochornosas?

Toda esta situación estaba jugando con su salud mental, sobre todo después de la última noche cuando la beso hasta que los dedos de sus pies se enroscaran y luego fue a su habitación a retozar con una mujer a la que había escuchado toda la noche.

Rin hizo un puchero de recordarlo y dio una mordida molesta a la manzana.

-No parecías tan recatada anoche- Dijo con algo de diversión en la voz.

-¡No diga eso!- Sus mejillas estaban rojas de la vergüenza.- Anoche hice una tontería. Yo no soy así, y le prometo que no volverá a ocurrir –Dijo con rigidez mirando interesada las tostadas en su plato.

Una sonrisa divertida, y algo aterradora, se poso en la cara del hombre.

-¿Eso quiere decir que anoche recibí un trato especial?

Rin lo fulmino con la mirada, o por lo menos lo intento, pero solo consiguió que la mirada dorada la observara aun más divertido. Y Rin sintió las mariposas en su estomago, pensando en lo atractivo que sería este hombre si quisiera serlo.

-Tengo sensibilidad en los labios, así que realmente pude haber reaccionado de esa manera con cualquiera que me hubiera besado en ese momento.

-"¡Tonta! Cállate, cállate, cállate. Va a pensar que eres una..." –Interrumpió sus pensamientos al ver de nuevo a Sesshomaru. No parecía enojado. Más bien, parecía igual de frio que la primera vez que lo vio.

-Lo siento...- Murmuro. No le gustaba verlo así.

El silencio reino unos segundos, pesado e incomodo. Rin veía muy interesada los dedos de sus pies, pero podía sentir la mirada de Sesshomaru sobre ella.

-Perdiste la voz cuando tenías 8 años –Dijo de la nada Sesshomaru. Rin parpadeo confundida por el abrupto cambio de tema.

-Sí –Dijo aturdida ¿Por qué quería saber sobre uno de los mayores traumas de su niñez, de todos los temas posibles para hablar?

Atrapada en los brazos de un demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora