Luz y Oscuridad

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Capitulo 7.

"Luz y Oscuridad".

...Un mes después...

Frotando su cara contra el amplio pecho de Sesshomaru, Rin se preguntaba cómo era posible sentirse tan bien con un hombre que era la definición de "Hombre Equivocado".

Era algo escalofriante cuan compatibles eran en la cama.

No era que las experiencias anteriores a las que tuvo con Sesshomaru fueran malas, todo lo contrario, pero esto era algo más.

Era una especie de atracción que la hacía sentir drogada cuando Sesshomaru la tocaba, y hambrienta de lujuria cuando estaba lejos de ella.

Era embriagador y aterrador en partes iguales.

Era aterrador lo bien que Sesshomaru podía leer sus expresiones y tocarla como si ella fuera un instrumento y él un músico profesional.

Era mandón cuando Rin entraba en su actitud sumisa, era gentil y comprensivo cuando ella necesitaba abrazos y acurrucamientos, y era increíblemente sexy portándose cruel y atemorizante cuando entraban en el juego de Rin fingiendo que no lo deseaba. Pero esa era la palabra clave, "fingir". Porque ella siempre lo deseaba.

La parte más aterradora era que el sentimiento era reciproco. Rin estaba en perfecta sintonía con los deseos del ojidorado.

Cuando Sesshomaru estaba de un humor frio y aterrador, Rin era dulce y cariñosa, dejándolo tomar el control siendo rudo y pesado. Se excitaba complaciendo al ruso, lo cual era... Sí, probablemente una estupidez.

Y la peor parte era que ella sabía que no se estaban aprovechando de su "inocencia" de ningún modo. Sesshomaru no pretendía ser nada que no fuera. Rin sabía que él no era un santo, no era un buen tipo incomprendido. Y sin embargo, ella pensaba que no era tan malo... y aunque lo fuera, eso no cambiaría la atracción que tenia hacia él.

-Usted es malvado. –Murmuro ella, contra el pecho de Sesshomaru. –Me siento como una ninfómana por su culpa.

Sintió más que oír la risa del hombre.

-No me eches la culpa de tus fantasías pervertidas, kolokol.

-¿Por qué me llama así? –Pregunto, mirándolo curiosa, e ignorando la parte de "pervertida". –No parezco una campana. –Parecía un apodo cariñoso. No le agradaban los apodos cariñosos.

Sesshomaru le llamaba de alguna manera ridícula, y ella se sentía incomoda por qué no parecía sincero, solo lo decía como un reflejo que le decía a cada mujer con la que él dormía. Y aunque sonara patético, no le gustaba pensar en Sesshomaru llamando a otras mujeres "cachorra", "princesa" o "niña".

Sesshomaru jalo un mechón de su cabello. –Tu nombre tiene sonido de campanadas, y eres pequeña. Por eso te llamo así.

Con una pequeña sonrisa, besó la piel expuesta cerca de sus labios. –Estoy empezando a pensar que usted tiene algo con mi estatura.

-¿Qué te dio esa idea? –Dijo el peli plata acariciando su cuello.

Cayeron en un silencio que no debería ser tan cómodo.

-¿Alguna vez ha matado a alguien? –Murmuró Rin, pasando sus delicados dedos por las marcas moradas en los musculosos brazos.

-Lo he hecho. –Respondió el hombre, mientras miraba al techo.

Un pequeño escalofrió recorrió su espalda. La respuesta del mayor no la sorprendió en sí misma, habría estado más sorprendida si la respuesta fuera negativa, pero la indiferencia con la que Sesshomaru le respondió, era escalofriante.

Atrapada en los brazos de un demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora