Caminando Sobre Un Mundo Muerto

La llegada del fin

Era un día normal y cálido como cualquier otro en New Front, todos en el pueblo se levantaron temprano para desayunar y salir a trabajar.

Yo me encontraba en la cocina de mi casa cuando de repente escuche en la radio que decían que se aproximaba el fin de los tiempos, obviamente me sorprendí y cuestione lo que aquel hombre decía , después de unos segundos comenzó a decir que los enemigos empezaron a lanzar bombas nucleares para luchar por el dominio de los recursos naturales, rápidamente pensé que se trataba de alguna broma ya que, ¿Quien lanzaría bombas tan destructivas para conseguir recursos después de tal desastre?.

Pues fuesen las razones que fuesen no intente tomarle demasiada importancia al principio, mire afuera y observe que todo estaba normal, tal vez había sintonizado alguna estación que se dedicaba a contar historias o propaganda militar.

Una vez termine de desayunar salí afuera para reparar mi camioneta la cual un día antes se le había ponchado un neumático, pero recordé que le había prestado mis herramientas al vecino, así que decidí ir a su casa y pedirle amablemente que me las devolviera, cuando llegue y toque a su puerta salio un poco confundido ya que por lo que escuche también se encontraba sintonizando  la misma estación de radio que yo, así que le dije.

Daniel:¡Hola vecino buenos días!, ¿de casualidad podrías devolverme las herramientas que te preste?, como puedes ver mi camioneta se poncho y necesitó usarlas para quitar algunos birlos y esas cosas.
Vecino: Si claro, están en el garaje, ya sabes que esos motores no se arreglan solo con las manos jajaja.

Daniel: Si bueno, hablando de esto, ¿escuchaste lo que decían en la radio?, ¿sonaba muy loco no crees?.

Vecino:Si que lo era, me cuesta imaginar que este pasando algo así, por lo que e escuchado solo a pasado en Europa , no sabemos si es verdad o no pero con todo lo que dijeron no e visto nada raro aquí, mi esposa llamo a su madre que vive en Italia y al parecer todo sigue normal.

Daniel: Que extraño....bueno muchas gracias por devolvedme las herramientas, ¡Que tenga un buen día!.

Inmediatamente después de eso el vecino me dio la mano y nos despedimos, yo tome mis herramientas y me dirigía hacia mi camioneta.

Una vez llegue a ella me puse a quitar la rueda dañada y cambiarla por la de repuesto, afloje cada uno de los birlos y cuando termine de poner la llanta nueva  escuche como el cielo empezaba a sonar, como si de una tormenta eléctrica se tratase, gire para ver que ocurría y lo único que pude ver era como el cielo se tornaba de un color oscuro y grisáceo, como si de la mismísima visita de la muerte se tratase.