Capítulo 05.

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Este capítulo es más corto de lo normal, pero espero que les guste

14 de Marzo, 2011.


Me senté sobre el frío piso y solté en suspiro de tristeza sintiendo mis ojos escocer debido al llanto, seguro estaban completamente rojos e hinchados.

Como una cereza o la nariz de Rodolfo.

Estiré mis piernas y eché la cabeza hacia atrás cuando el nudo volvió a instalarse en mi garganta. Odiaba sentirme así, odiaba sentirme destrozada, pero tampoco podía hacer nada para evitarlo.

¿Por qué el amor tenía que doler?

Siempre fui buena, siempre traté de ser perfecta, ser lo que Oliver quería. Lo tenía todo, yo estaba a la altura de cualquier hombre, la belleza me sobraba y la elegancia jamás me faltó.

¿Entonces por qué eso no era suficiente para él?

¿En qué era mejor ella que yo? ¿En qué momento me lo arrebató?

Leyla llegó como un huracán destruyendo todo a su paso.

Como un desastre natural que no te esperabas y que de la nada te deja sin lo que más querías.

Y todo esto no tiene sentido, Oliver ya me lastimó muchas veces, me hundió tanto y yo se lo permití, porque lo amaba y creí ciegamente que él también podía amarme.

Este amor enfermizo me consumió y lo peor es que ni siquiera era reciproco, porque por más que me esforzara yo no podía odiarlo. No cuando sé muy en el fondo que todo esto fue mi culpa, yo solita me provoqué este dolor por amarlo tanto cuando él jamás me dio más de lo que yo di.

Por eso no podía odiarlo, porque todo era mi culpa.

Y aquí sigo haciéndome daño tratando de imaginar lo que hubiéramos podido ser si Oliver me hubiera querido solamente un poco de lo que yo lo quiero, porque era masoquista, porque soy una estúpida.

Soy una imbécil que sigue esperanzada con algo que sé que jamás vendrá.

-¿Aún aquí, mi amor? -Escuché a mi madre acercarse a pasos lentos y cautelosos hasta donde yo estaba.

-Eso parece -Murmuré sin despegar la vista de enfrente.

-No puedes seguir torturándote más, amor -Se sentó a mi lado y me ofreció una taza de chocolate caliente con una mirada dudosa, pero lo acepté.

No dije nada mientras me dedicaba a tomar el chocolate en silencio y a sentir el viento fresco golpetear mi rostro débilmente. Estábamos en la terraza de nuestra casa, la cual a mamá le gustó adornarla como si de un jardín se tratase, había un sillón que se mecía, plantas por todas partes y desde aquí podías ver las luces de la ciudad y las estrellas en el cielo.

-Mamá -Hablé de repente y ella volteó a verme -. ¿El amor duele?

La vi pensarlo un momento mientras fruncía los labios y después negó despreocupada.

-No Elaine, el amor no debe doler -Contestó acariciando mi cabello-, porque cuando alguien de verdad te ama jamás haría nada para lastimarme o verte llorar. Claro que ningún amor es perfecto y tiene sus altas y bajas, pero cuando un amor es de verdad no hace nada para hacerte daño.

-¿Y a ti alguna vez te dolió amar a papá?

-No, nunca -Sonrió enamorada-. Hemos discutido, nos hemos enojado y tal vez en algún momento hemos llorado y nos hemos arrepentido. Pero tu padre jamás me ha lastimado o yo a él y nuestro amor es tan puro y sincero que no necesita ser perfecto. Y yo sé que algún día tendrás un amor así o mejor, Elaine.

Elaine © [Completo]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora