𝐓𝐇𝐈𝐒 𝐈𝐒 𝐖𝐀𝐑

𝟐 ; 𝐓𝐖𝐎

Había pasado una semana desde que Dongmin le había pedido matrimonio y ahora solo se preguntaba, ¿cuándo sería la boda? No habían puesto ni hora, ni día, ni semana, ni mes, ni año, ni NADA. Comenzaba a pensar que era una propuesta al aire y no algo serio que el mayor hubiera razonado antes de pedírselo. Además de ello, Dongmin actuaba extraño, parecía querer evadir cualquier contacto con él e incluso había rechazado ir a su departamento a comer pie de limón preparado por su hermana mayor, Nayeon. ¡Dongmin amaba el pie de limón de su hermana! Jamás se negaría a comerlo, eso si que era raro.

— Ya me voy, no quiero que Sofía se vaya. — Dijo Jinu. Esta vez llevaba un buzo rosa pastel con un dibujo pequeño de un panda. — Hey, ¿qué sucede? ¿Por qué tienes esa cara larga?

— No es nada, ve con tu chica. — Sonrió débilmente.

— No... Es más importante hablar con mi hermanito. — Dijo el castaño y arrastró una silla para así sentarse a su lado. — ¿Qué pasó?

Sanha dió un suspiro y comenzó a jugar con sus manos entre sí. — Ya no soporto esta situación. ¿Por qué ni siquiera me envía un mensaje? Estoy comenzando a pensar que se arrepintió de haber tomado la decisión de pedirme matrimonio. Entiendo que el divorcio le afectó, ¡pero eso fue hace casi dos años! Yo soy su presente. ¿Por qué me evita?

— Ay Sannie. — Dijo el castaño, para luego acariciar su cabello. — Si se arrepiente, es un idiota. Pero quizá ha tenido problemas, tú mismo me dijiste que el divorcio le había traído varios debido a que su ex mujer le reclamaba dinero siempre.

— Si, puede ser... Aunque no se por qué le deposita dinero, es algo que no le corresponde. — Dijo, frunciendo un poco el ceño.

— Quizá se siente en la obligación, después de todo fue su esposa por cuatro años. — Dijo Jinu, encogiendose de hombros. — ¿Por qué no le preguntas estas cosas a él? Ve a visitarlo tú, no siempre debes esperar que él aparezca aquí.

— Tienes razón... Iré a visitarlo. — Dijo un poco más animado. — Gracias, Jinu hyung.

— No hay de qué. Ahora ya me voy, porque se me ha hecho algo tarde. — Dijo, haciendo un pequeño puchero. — Espero que Sofía siga en el parque.

— Tengo la corazonada de que estará ahí. — Rió el rubio y luego de ello, Jinu salió chillando un "Adios".

Se arregló y salió en su auto rumbo a casa de Dongmin. Pensaba en muchas cosas que agobiaban cada vez más su mente y su corazón. Temía que las cosas estuvieran llendo mal repentinamente. Se estacionó un poco más lejos de la entrada del edificio donde estaba el departamento de Dongmin, sabía que estaba ahí porque ya había llamado a su asistente y le informó que el peli-negro se tomaría esa semana libre. Entró y tomó el ascensor hasta el quinto piso, para así caminar hasta la puerta número 133. Tocó, pero nadie atendió, por lo que tomó la copia de la llave que el mayor le había dado por si quería entrar y él no estaba o no lo oía.

El lugar estaba hecho un desastre, al entrar pateó ligeramente unas cuantas botellas de gaseosa. Le causó gracia, Dongmin no bebía alcohol en demasía porque se lo había prometido. Entró y la verdad es que el lugar estaba muy oscuro, por lo que se tomó la libertad de abrir las cortinas de la sala para al menos poder ver qué rayos había tirado por todo el suelo. Eran paquetes de comida rápida, almohadones, libros y películas tristes tan viejas como su hermanastro, o quizá más.

Su mirada se vió desviada hacia el cuarto del mayor, al oir sollozos desde ahí. Caminó con sus piernas temblorosas, la puerta estaba entreabierta y él solo podía pensar lo peor a cada paso que daba, estaba asustado.

— ¿E-Eunwoo? — Cuestionó, pero no recibió respuesta. Tragó en seco mientras fruncía el ceño, con temor de lo que encontraría. — Hyung, voy a entrar.