2. Gohan

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Advertencia: nada :v Solo lee y enamórate o diviértete UwU

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Culpable

— Y recuerden, jóvenes estudiantes, mañana es el último día para entregar sus tareas de: matemáticas, aritmética, geometría, arte y derecho. ¡Tengan buena tarde!

______ no tuvo más opción que dejar caer su cabeza en el escritorio de un solo golpe seco. Se encontraba casi, por no decir completamente, dormida pues la noche anterior se desveló intentando acabar las tareas recién mencionadas.

— Oye rubia, ¿mi tarea está lista?

Levantó la cabeza en un intento de enfocar su visión, luego volvió a su posición inicial mientras respiraba pesadamente.

— No, Videl, tu tarea no está hecha. Y, ¿adivina qué? No pienso hacerla.

— ¿Te das cuenta de a quién le hablas?

— A una pelinegra idiota e inútil que, además, se cree vato. —susurró.

— ¿Cómo dices?

— ¿Ah?, ¡que me gustan los gatos!

Videl solo frunció el ceño por su comentario. Revisó el resto del salón y tal parece que solo quedaban ellas dos, y algún alumno que regresó por el dinero para su almuerzo. Regresó su mirar a la chica de cabellos oscuros y pasó saliva con dificultad, su sueño y pereza parecían combatir contra el miedo y las intenciones de salir corriendo.

Miró la puerta, dudosa, y vio entrar a un par de chicas que conocía muy bien. Sintió una gota de sudor resbalar en su frente y la idea de salir corriendo para pedir ayuda fue más intensa.

— Escucha, barbie, no tengo la intención de golpearte ni mucho menos de arruinar el perfecto maquillaje que llevas —bajó un poco la cabeza—... ¡Pero no te ofendas! Al fin y al cabo, aquí mandamos nosotras.

En efecto, en Orange Hight School las cosas marchaban al contrario del reloj; las personas bonitas y nada estudiosas eran todo menos los populares.

— Uhg! Videl, ya la hiciste llorar. —habló la segunda, Akira.

— ¿Llorar? ¡Pero ni sentimientos tiene! —dijo Mehwi, una muchacha de intercambio.

— Ya, hagan silencio. —regresa a mirarla— No es su culpa el ser una...

— ¿Una qué? —irrumpió un joven de cabello negro y ojos del mismo color que eran cubiertos por un par de gafas.

Todas regresaron a verle, excepto la joven rubia, se sintieron un poco (muy) avergonzadas y trataron de dar una explicación razonable. No funcionó, al menos no mucho, Gohan seguía enojado.

— Les hice una pregunta. —repitió, dirigiéndose principalmente a Videl, su novia.

— Bueno, no es como si debiera importarte —dijo torpemente—, ______ y nosotras solo teníamos una tranquila conversacion sobre... ¿gatos?

— ¡Sí, así es! —confirmó Akira con una mentira. Y la tercera les siguió el juego.

— A nuestra amiga ______ le gustan los gatos, está confirmado.

Sin embargo, la nombrada rubia solo pudo mirarles con total sorpresa. No podía creer lo buenas que eran mintiendo e inventando historias, ni mucho menos que Gohan les creyera y las dejara ir sin nada más que un reproche.

— Gracias, pero no era necesario —dijo mientras guardaba las cosas debajo de su escritorio—. Estaba a punto de romper su cara. —susurró.

— No es nada. Sin embargo, no entiendo cómo dejas que te traten así cuando tú eres más fuerte que ellas, se podría decir que iguales nuestro poder.

— Eso no importa.

Intentó pasar a su lado pero fue detenida por su acompañante. Gohan acababa de bloquear su camino colocando una de sus manos en la pared, luego hizo lo mismo con la segunda y en poco tiempo tenía acorralada a la joven.

— ¿Q-qué haces? —dijo sonrosada, buscando maneras de escapar.

Bueno, tal parece que su actividad favorita era Escapar.

— Necesito tu ayuda, me he metido en un lío demasiado grande para controlarlo.

— ¿Problemas? —su actitud cambió a una más serena y curiosa— ¿Qué pasa?

Gohan se vio complacido con su respuesta, tal y como lo esperaba de la persona más servicial de la academia. Se alejó unos pasos, dejando respirar a la chica, y se sentó sobre un escritorio.

— Es sobre una chica...

— ¡Oh Dios mío! ¿engañas a Videl? —gritó, sentándose en el piso frente a él.

— ¡No! Es decir... aún no.

______ se arrastró unos centímetros más cerca de Gohan, aguantó los codos en sus rodillas y su rostro en sus manos— Eso sí me interesa. ¿Quién es?

El muchacho de apellido Son bajó la mirada a su contraria, suspirando en su mente unas cuantas veces. Bajó de su lugar y se sentó con las piernas cruzadas frente la fémina, observando su largo cabello rubio cogido en una coleta y sus negros ojos tan brillantes como siempre.

No se preocupó por cuándo, ni cómo, ni dónde pasó todo lo que él sentía ahora.

Gohan solo sabía, y tenía muy en claro, que ______ era una mujer fuerte que sobresalía por sí misma. Sabía que tenía un hermano, uno pequeño de seis años el cual se encontraba enfermo de algo incurable. Claro que él podría buscar las Esferas del dragón y pedir que esa enfermedad desapareciera, pero ella aún comenzaba a adentrarse en su mundo lleno de guerras y problemas y, por decirlo de alguna forma, de magia.

Por otro lado, ella entendía que desde que Gohan dejó de hablarle (cuando habían mantenido una amistad de tres años y pico) él dejó de ser alcanzable. Se volvió una persona fuera de su zona y lo dejó ir.

Ambos creían que sus actitudes cambiaron para nunca acercarse, cuado era todo lo contrario.

Gohan había dejado de ser un niño problemático solo para acercarse a ella pues ______ pasaba todo su tiempo estudiando para lograr ser alguien importante que pueda seguir haciéndose cargo de Aki, su pequeño hermano.

Pero, al ella pasar todo su tiempo metida en los estudios nunca se fijó en aquel cambio... y ella también cambio. Según ______, Gohan seguía siendo un joven problemático que ni en sus mejores sueños se fijaría en una nerd como lo era ella, así que decidió cambiar su actitud; de esta forma ambos cambiaron su personalidad sin darse cuenta que perderían la oportunidad de ser felices.

Eventualmente el mundo y sus amigos notaron el cambio pero prefirieron no meterse en algo que no les incumbe. Los dejaron ser. Y la pareja de amigos obtuvieron nuevas reputaciones; Gohan fue conocido como el chico más guapo y estudioso de la academia; ______ dejó correr el rumor de que en su antiguo instituto rompió el corazón de todos los chicos, y eso en cierta forma era verdad.

Ahora, Gohan inclinó su cabeza hacia ella y ella inconscientemente hizo lo mismo. Sus miradas se conectaron y al instante el calor subió a sus rostros.

— Oye mejor amiga... —______ se ruborizó.

— ¿Si?

— ¿Quieres ser la culpable de un engaño?

— N-no entiendo. —mintió. Ella captó inmediatamente la indirecta.

Gohan suspiró como un total enamorado y acercó el rostro de su amiga poniendo una mano en su nuca.

— Estoy diciendo que me gustas y me gustaría darle una lección a Videl engañándola contigo, porque tú eres perfecta y no necesito a nadie más. Quiero que tú seas la causa de nuestra ruptura, quiero que seas culpable.

Segundos después se atrevió a acercar sus rostros más de lo debido, juntando sus labios en el momento exacto que la puerta del salón fue abierta.

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𝑂𝑛𝑒-𝑠ℎ𝑜𝑡𝑠  ||  𝐷𝑟𝑎𝑔𝑜𝑛 𝐵𝑎𝑙𝑙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora