𝐄𝐚𝐠𝐞𝐫𝐧𝐞𝐬𝐬 𝐟𝐨𝐫 𝐘𝐨𝐮 [𝐋𝐨𝐤𝐢]

»Capítulo 4«

~A N G E L I Q U E~

Veintidós de noviembre de 2012.

Durante la semana, Thor pocas veces dejaba solo a su hermano. De alguna manera, la desconfianza había acrecentado entre ambos y más cuando hizo una ilusión en que estaba escapando de casa por el patio trasero. Todos los que vivíamos en la casa nos aterramos. En un principio no le creí a Darcy que lo hubiera gritado, pero al asomarme por la ventana, la sangre se me congeló de inmediato.

Pero después, al ver correr a Thor por el patio, de pronto él se abalanzó y Loki desapareció. Jane entonces se llenó de enojo e ira, diciendo que era una estúpida ilusión que yo no comprendía verdaderamente.

Esa noche, alrededor de las dos de la mañana, escuché que Thor que lo amenazó con que dejara de hacer idioteces y bromas.

Durante esas dos últimas semanas, Jane me pedía que la ayudara a subir la comida. Sin embargo, al entrar al lugar simplemente dejaba lo que traía conmigo y salía sin mirar alrededor. De alguna manera a veces que habla con Thor, lo veo de reojo y puedo notar las expresiones de su rostro. Sin embargo, en cuanto capta mis ojos puestos en él, yo desvió la mirada.

A veces en las tardes que regresaba de la universidad y me preparaba para ir al trabajo, me daba cuenta de que Thor estaba teniendo una especie de vida normal y sencilla.

Salía al patio, incluso a veces hasta pasaba las tardes ejercitándose con el árbol que descansaba entre en medio de la valla que dividía las casas de a lado y ésta. Eso era una especie de atracción para las mujeres a su alrededor. A Jane le encantaba salir en las tardes y darse un par de besos con él entre la sombra. Creían que así no serían vistos, pero estaban siempre riendo y hablando que era imposible no pasarlos de largo.

Yo a veces también sin ser vista lo miraba en las tardes. Thor era un hombre atlético, simpático y para nada era feo.

Sin embargo, apenas había tenido tiempo de estar cerca de él. Sólo por dos simples cosas: la primera era que Jane estaba más apegada a él porque los celos le aumentaron al ver a la vecina del otro costado coquetearle a Thor. Y la segunda es que estaba demasiado estresada por el proyecto que debía entregar a finales de la semana sobre el tema de la ética en la psicología. En diciembre al fin terminaría el tercer semestre de mi carrera, así que había mucho trabajo qué hacer.

Por esa misma razón, a veces me pasaba mis tardes sin comer. A veces no me alcanzaba el tiempo para salir del colegio Suffolk e ir hacia casa para cambiarme e irme directo al Brooklyn Bagel. Darcy siempre decía que era mucho más fácil si me cambiaba en el baño de la cafetería, pero me incomodaba un poco el desnudarme en el lugar.

Después de regresar de la escuela alrededor de diez minutos para las dos, me subí hacia mi habitación y escuché que mi celular estaba sonando. Lo contesté como pude y alrededor de las dos cinco salí de casa y tomé un autobús rumbo a la cafetería.

Durante mi medio tiempo, alrededor de las cuatro de la tarde pude comer lo que me sirvieron en el lugar y después a las ocho y media terminaba mi turno. Me despedí de Beth, la gerente, y me dirigí de nuevo a casa.

Alrededor de veinte minutos, al fin llegué a casa, donde Darcy me saludó con un corto abrazo y dejó que fuera a tomar una ducha al baño. Entré a mi habitación y solté un suspiro mientras me desvestía y dejaba el uniforme a un lado de mi canasto. Fue así que me dirigí al cuarto de baño con mi bata y una toalla aparte.

Tomé una relajante ducha durante unos quince minutos. Al terminar, regresé a mi habitación y le puse pestillo. Mientras caminaba por el lugar, me fijé que la ventana estaba abierta. Sin pensarlo me acerqué a recorrer un poco la cortina para facilitarme cerrar las puertas de la ventana. Sin embargo, enfrente de la ventana de la casa de a lado, observé una simple luz con una silueta que me llamó bastante la atención.