Muchas gracias por entrar a leer esta historia! Los estaré leyendo ✌ nos vemos
---------Había una sola cosa que Tamaki odiaba más que cualquier cosa, más que a las multitudes, más que a los insectos y más que a su propia timidez, eso eran los dias nublados, frios o lluviosos. Esos días su cuerpo se sentía tan mal que no le daban ni ganas de salir de la cama, con solo 8 años ya lo tenia en claro, él odiaba los dias fríos.
-Mamá, no quiero ir, hace frío-. Se quejaba el niño siendo vestido con su polar, una bufanda y un gorro. Su madre le vio con una sonrisa, le agarró las manitos para ponerlas en su corazón y le hablo con cariño.
-Se que no te gustan los días frios, hijo, pero debes ir a tu primer día de guardería, conocerás nuevos niños y podrás entrar en calor cuando jueguen-. Le dijo su madre, colocandole por ultimo los guantes para tomar su mochila y agarrar su mano para llevarlo a la guardería. Ese día Tamaki estuvo con miedo toda la mañana, no conocía a nadie, se sentía solo,tenia frio y parecía que estaría por llover. El niño estaba por entrar nuevamente al salón cuando escuchó la voz de alguien detrás suya, pensó que llamaban a alguien más, sin embargo sintió como alguien tomaba su hombro y volvía a llamarle.
-¿Sabes hablar?¿Me escuchas? Quizas no sepa hablar, mi padre dice que hay personas a las que debes hablarles con señas-. Tamaki se dio vuelta para ver que el chico estaba hablando con los otros niños, vio que era un niño rubio, de ojos azules con toques celestes, una nariz respingada y parecía ser alguien de mucha energía, el chico le volvió a ver causandole nerviosismo y pudo ver como el niño movia sus manos lentamente a la vez que hablaba.
-Yo... Soy... Mirio-. Dijo señalandose y haciendo un ademán con su dedo, a lo que Tamaki comprendió lo que hacía, le estaba hablando en sordo mudo, habia leido sobre las distintas lenguas e idiomas, entre ellas estaba el sordo/mudo y pudo entender que el chico pensaba que el era sordo.
-Y...yo soy Tamaki
-¿Puedes hablar?
-s...sí-. El pequeño de pelo negro comenzó a jugar con sus manos tratando de así calmar su vergüenza, esperaba escuchar alguna risa o algún comentario, pero solo sintió la mano del rubio tomar la suya.
-Bueno Tamaki, ahora somos amigos, ven a jugar con nosotros ¿sí? Estamos jugando a las escondidas.
-Em... Yo...yo no se jugar. Me...mejor me quedo aquí y em... les veo-. Trató de escapar el niño, recibiendo una mirada triste por parte del rubio y sin saber porque, miró a Mirio para volver a hablar.
-Bue...bueno, quizas pueda hm... Jugar un poco
-¡Eso es!¡Asi se habla!- dijo el rubio con su alegría- ¡Vamos chicos, se nos unirá Tamaki!-. Dijo Mirio para llevar de la mano al nombrado hasta el lugar donde estaban jugando.
Tamaki aún recuerda ese día con mucho cariño, sobre todo porque cuando cayó de un arbol, por intentar esconderse en este, el rubio le ayudó como pudo, lo cargo hasta la sala y al no haber nadie que le pudiera ayudar, él mismo saco un algodon, un poco de alcohol y un parche curita.-Mirio, me duele-. Dijo el pequeño con lagrimas en los ojos, a lo que el nombrado respondió dandole un beso en la frente y sonriendole.
-Sale dolor feo, un beso lo sana todo, vete a otro lado o te sacaré de otro modo-. Canto el niño mientras abrazaba al pelinegro, quién rió por la letra.
-¿estás mejor?
-Sí... Gracias Mirio-. Le dijo Tamaki con una leve sonrisa, a lo que su compañero se la devolvio alegre.
-Es un honor poder cuidar de ti, te protegeré por siempre, lo prometo-. Mirio le sonrio a Tamaki para darle su sinceridad ante las palabras, a lo que Tamaki solo pudo agachar la cabeza y agradecer otra vez.
Ese día comenzó una amistad inquebrantable, Tamaki y Mirio fueron amigos desde los 8 años y 8 años después, contiuaron siendolo, pero no todo siguió igual, con 12 años, el pequño Tamaki se dio cuenta de dos cosas: 1-Se estaba enamorado de Mirio y 2-le gustaban los chicos. Pobre el día en que se dio cuenta de lo malo que estaba eso, no porque otros se lo habían dicho, si no porque el mismo lo sabia y lo habían escuchado desde el mismo Mirio. En una de las juntas que tuvieron en los recreos, algunos de sus compañeros estaban rodeando al chico rubio mientras le hablaban y claro Amajiki no falto estar, triste fue su sorpresa cuando tocaron el tema de las personas que le gustaban.
-¿Y a ti quien te gusta, Togata-san?
-Pues... Hay una chica muy linda del ultimo año, pero solo me ve como un hermano menor, lo bueno es que me habla y nos llevamos bien-. Dijo el chico sonriendo, a lo que sus amigos le molestaban con palabras como "Uhh mayores ¿eh?", "Vaya vaya, Togata" y hasta utilizaron palabras con su futuro apodo de héroe "Lemillion terminará con un millón de chicas ¿no?", entre risas y palabras, los chicos aclamaron a su amigo, mas no asi Tamaki quien sintió como su corazón se detenía, rogaba poder irse ya y sin pensarlo ni decir alguna palabra, salió con la cabeza baja, llamando la atención de su amigo.
-¿Tamaki? ¿A donde vas? Ya esta por tocar el timbre-. Le preguntó el rubio tratando de acercarse, a lo que el pelinegro solo siguió caminando más rapido y en un pequeño susurro tambaleante, respondió.
-V...voy al baño.
Ese día Tamaki se devolvió a casa a travez de la lluvia, realmente odiaba esos días nublados, sobre todo cuando aparecían sin previo aviso y él debía correr hacia su casa para no mojarse. Ahora esos días le recordaban a su corazón roto y sus esperanzas rotas, solo podía fingir que nada le pasaba, continuar junto a su rayo de luz y actuar como si ese día nunca hubiera pasado. Ese era el mayor miedo de Tamaki, que algun día Mirio se enterarse de sus sentimientos y se alejara, dejando de darle liz a esos días nublados
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Asi es, el problema principal es Mirio Heterosexual (maybe ah) ¿y como esto puede ser soft? Bueno, sigan leyendo
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-Rayo de Luz-Miritama
FanfictionSolo habia una cosa que Tamaki odiaba más que cualquier cosa en el mundo, ver los dias nublados y fríos, por suerte logró encontrar un rayo de luz que nunca se iría ni acabaria. ¿Quién diría que ese rayo de luz sería un chico con cabello tan rubio c...