8-Solo eramos nosotros dos

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Luego de que Mirio le avisara a su padre de su retraso y que Tamaki le pasara la ropa, ambos chicos quedaron viendose en la cama, como si algo quedara por decir, pero ninguno de los dos podía decirlo.

-Me iré a cambiar, si papá llama, dile que ya le mandaré un mensaje

-Sí, esta bien-. Asi como dijo, Mirio entro al baño para cambiarse el uniforme. Amajiki se quedo sentado en su cama pensando en lo que habia ocurrido hace unos minutos atrás, debia decirle el porque de su actuar al rubio, pero ¿cómo decirle que se sintió celoso por esa chica? No, no eran celos, era miedo, un miedo a no poder volvwr a verle, el miedo de saber que en cualquier momento podría irse ¿Y si estaba mintiendo sobre su amor? Si dejo a una chica como si nada por supuestamente querer estar con él, podría hacer lo mismo otra vez ¿no? Podria dejarle e irse con otra persona... Otra vez.

-Oye Tamaki, aún quiero saber que te ocurrió, el porque me dejaste de hablar y te alejaste.

-Fue una estupidez, no le tomes importancia

-Aunque no quiera, lo hago, porque es algo que te ocurrió a ti y tu me importas-. Unos golpes en la puerta rompio el silencio que se habia creado entre ambos chicos, la madre de Tamaki les avisó que la cena ya estaba lista y por ende debian bajar. Asi lo hicieron, si bien para los padres de Tamaki todo transcurrió bien mientras le hacían una que otra pregunta al rubio sobre él y su familia, por otro lado los jovenes no estaban tan bien, uno estaba incómodo y nervioso, el otro tenia ganas de salir a la habitación para poder aclarar de una vez por toda el actuar del pelinegro.

-Gracias por la comida, estaremos en mi habitación hasta que acabe la lluvias-. Dijo el menor de los Amajiki para levantarse y salir del lugar, siendo seguido por el rubio. Por fin en la pieza, cerraron la puerta y el menor se acercó a su cama para sentarse, sintiendo como Mirio se sentaba al lado mirandole.

-Tamaki, por favor dime que te hizo sentir tan mal como para tener un ataque de pánico, fue doloroso verte asi y no quiero que se repita.

-Yo... Tenia miedo.

-¿A que?

-A... A que me dejaras. Y...yo, no lo sé, primero... Primero fueron celos por esa chica, no... No me habias hablado de ella y... Pensé que ya no confiabas en mí, fui un idiota, eso es todo.

-Eres mi mejoe amigo y la persona de la que me enamoré, jamas pensaría en dejarte, pero... Pero nunca pude decirte sobre ella porque no creía que fuera algo importante, muchas veces pensé en hacerlo ¡De verdad que lo hice! Sin embargo, algo en mi decía que hacerlo sería algo inútil, lo lamento por no haberte avisado antes.

-Yo tambien lamento haberte tratado tan mal, supongo que el cambio de que fuéramos solo nosotros dos y de un momento a otro alguien más estaría, me hizo pensar en que solo sería un estorbo... Quizas aun lo pueda ser-. Al termino de esas palabras, Mirio tomo de las mejillas al pelinegro para mirarle con seriedad y cariño, logrando que Tamaki se sonrojara.

-Jamas, escuchame bien, ¡jamas! Seras un estorbo, sé que quizas no me creas porque solo me habían gustado las chicas, pero hablo en serio cuando digo que te amo solo a ti y quiero que de verdad lo corrabores-dijo mirio tomando la mano del pelinegro en su corazón para reafirmar sus sentimientos- Te amo, Tamaki Amajiki. Desde el fondo de mi corazon hasta mi ultima escencia de mi alma, te amo-.

El chico con orejas de elfo no pudo evitar soltar algunas lágrimas, no sabia si eran de alegría o de tristeza, pero allí estaba con lagrimas en los ojos. Con algo de preocupación, Mirio pasó sus pulgates con delicadeza por las mejillas de Tamaki sacando las lágrimas y con una sonrisa, lo besó delicadamente, sintiendo sus labios unirse de perfecta manera con las del otro.

-¿Me crees?

-Sí

-Cada vez que te diga te amo, será con sinceridad ¿Entendido?

-Sí-. Amajiki solo podía susurrar esas palabras, una sonrisa de Togata fue la respuesta y su sonrisa fue más grande cuando el pelinegro posó su cabeza en el pecho del rubio para decir su ultima declaración.

-Quiero... Quiero tener un mundo contigo-. Fueron sus palabras. La lluvia dejaba de caer, Mirio era ayudado por Tamaki en algunas tareas que les habian dejado y cuando por fin terminó de caer la última gota, el rubio estaba guardando sus cosas para irse a su casa, mientras el menor buscaba algo en su armario.

-Bueno, será mejor que ya me vaya, le dije a papá que llegaría apenas termine la lluvia y ya sabes como es de preocupado. ¿Nos vemos mañana en la entrada?

-Mi...mirio, esto... Esto es para ti-. Tamaki se acercó al rubio para mostrar lo que tenia en sus manos, una pulsera, no, no era solo una pulsera, podía reconocer esa pulsera en cualquier lado, era la pulsera que le dio su madre antes de fallecer y sin poder creerlo, miró al de pelos negro con intriga.

-¿Cómo. ..?

-Cuando se te rompió, vi que estabas triste, y... Bueno, la saqué de la basura para arreglarla, la lavé, compre las piezas que faltaban y la volví a dejar como antes, espero no te haya molestado.

-¿Porqué lo hiciste? Estabas molesto conmigo ¿no?

-sí... Pero un... Un pequeño lado mío sabía que algún día volveríamos a vernos, queria pasartela para cuando ocurriera eso y... Aqui estoy. Ten-. Amajiki le puso la pulsera en la muñeca, mas fue detenido por la mano de Mirio.

-Gracias, pero... Quiero que la guardes tú.

-Pero es de tu madre, debe ser algo muy apreciado para ti.

-Lo es, al igual que tú. Mi madre me paso esta pulsera en su último día, cuando me la entrego me dijo que asi como ella me la entregaba a mi porque me amaba, yo debia pasarsela a alguien que amo y eso es lo que hago, te amo lo suficiente para darte esta pulsera.

-¿Estás seguro? Quizas... Quizas sea mejor que se la des a alguien más como a tu padre o... Alguna amiga.

-Mi padre ya tiene la suya, mamá se la dio exclusivamente a él y es el sello que tienen, la cuida muy bien, pero... Cuando quiera encontrar al alguie más, mamá le dijo que asi como yo, debia darsela a quien él crea ser la indicada. Yo se que tu eres el indicado para llevar, sé que la cuidaras y que estaremos juntos por mucho, mucho tiempo más.- dijo Mirio para quitarse la pulsera y darsela a Taki-Esta pulsera sera nuestro "anillo, hasta que pueda compar uno ¿Aceptas ser mi novio?-. El rubio se habia levantado de la cama para tomar las manos de su amado, le veía directamente a esos ojos rasgados y no pudo evitar sonreirle por la seguridad aue tendría la respuesta del menor.

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-Rayo de Luz-MiritamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora