Prófugo / Jenlisa

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Me levanté de golpe, me había quedado dormida. Ya era de día, no estaba lloviendo. No escuchaba ningún grito pero aún así debía estar alerta.

Comencé a caminar encontrándome con una gasolinera, había una tienda y entré, habían muchas cosas que no conocía, me acerqué a un estante y agarré una envoltura que decía "chocolate", la abrí y le di un mordisco.

-¡Hey! ¡Tienes que pagar antes!- dijo un hombre acercándose y me asusté

-Tienes que pagarla, ya la abriste-dijo con el ceño fruncido el dueño de la tienda

-Pagar...- susurré, si conocía esa palabra. En el laboratorio me daban libros, me ponía a leer y buscaba las palabras en un diccionario. Aún que sepa leer y aún que conozca el significado de las palabras, no las sé pronunciar. Por esa razón no hablo mucho.

-Vas a pagar ¿o quieres que llame la policía?- dijo y me altere al escuchar esa ultima palabra.

-¡NO!-grité, cerré mis ojos y cuando los abrí el hombre estaba tirado en el suelo con unos estantes.

-¡No me hagas daño por favor!- gritó alzando sus manos y salí corriendo de ahí. Comencé a correr por la calle sin rumbo fijo, ya me sentía cansada y apoyé mis manos en mis rodillas.

No sabía a dónde ir, solo había una calle y muchos árboles. Mi vista se alzó cuando escuché el sonido de un auto acercarse.

-Mija, ¡¿que haces por aquí sola?!- dijo una anciana bajando la ventana del auto

-¡¿Vas a algún lado?!- preguntó

-¿Estas bien? Yo voy hacia la ciudad, te podría llevar- dijo y asentí.

-Esta bien, ¡sube!- dijo y abrió la puerta del auto. Entré y me quedé mirando todo lo que había adentro.

- ¿Qué hacías por aquí?- preguntó

-Yo..no sé- dije

-¿Estas perdida?- preguntó y yo comencé a jugar con mis manos

-No hablas mucho, está bien..¿Tienes hambre?- preguntó y yo asentí. Esta sacó de un bolso un sándwich y me lo ofreció.

-Es de jamón y queso-dijo y yo lo tomé.

-Wow muchacha, tenías hambre- dijo al ver el gran mordisco que le di

-Toma- dijo ofreciéndome una botella de agua

-Gracias...- dije con los cachetes llenos

-De nada-dijo para seguir mirando hacia el camino.

(...)

-Cariño..- dijo la anciana moviéndome y me levanté de golpe

-Tranquila.. era para avisarte que ya llegamos a la ciudad..¿Necesitas que te lleve a un lugar específico?-preguntó

-Yo.. nece..sito a John Kim- dije

-John Kim...el es un historiador muy famoso, de lo que sé de él es que el vive en San Francisco.-dijo

-¿Donde estamos?..-pregunté

-Estamos en Larkspur, no estamos tan lejos.-dijo

-Si quieres te pago un boleto, para que regreses a tu casa-dijo

-¿Un..boleto?- pregunté confundida

-Un boleto de avión. Para que llegues a tu ciudad- dijo

-Sí- dije

-Esta bien lindura. Vamos al aeropuerto.- dijo encendiendo el auto

(...)

-¿Quieres que te compre algo para comer?- preguntó

-Usted..esta..pagando..por..mi- dije

-Sí, no te preocupes. No es nada, lo importante es que llegues a casa. No sé por lo que hayas pasado.. pero no podía dejarte ahí tirada.-dijo

-Gracias- dije bajando la cabeza

-¡¡Vuelo a San Francisco!! - escuché como gritaban

-Toma, en este bolso tienes comida y 20 dólares para que tomes un taxi cuando llegues. Fue un gusto ayudarte lindura. Cuídate-dijo y yo me levanté y seguí a la voz que decía San Francisco.

-Hola, ¿vas a San Francisco? El vuelo ya a va a despegar ve entrando-dijo un hombre y comencé a caminar. Entré al avión y comencé a caminar por el pasillo confundida, tenía miedo. Nunca me había subido a uno. En los libros decía que era genial, por qué podía ver las nubes y el mundo.

-Buenas señorita, ¿le ayudo a buscar su asiento?-preguntó una mujer y yo asentí

-Me permite su boleto-dijo y yo saqué el papel que me había dado la señora.

-Por aquí-dijo y yo la seguí. Me senté y dejé el bolso en el asiento de al lado.

-Por favor colóquese el cinturón de seguridad- dijo la señora

-Yo.. no sé..- dije agarrando el cinturón

-Oh, ya veo.. es tu primera vez en un vuelo. Tranquila todo va a estar bien, ni lo vas a sentir-dijo abrochándome el cinturón

-Gracias..-dije y esta se fue

En unos minutos comencé a sentir como el avión se movía, iba cada vez más rápido. Llevé mis manos al pecho enseguida, mi corazón estaba latiendo muy fuerte. De repente se me taparon los oídos, se sentía horrible. Miré por la ventana y podía ver las nubes, era verdad lo que decía el libro, se ve hermoso.