Capítulo VII- La Savia Venenosa del Arbol-Cada Batalla debe tener su Lujo

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CAPITULO VII: La Savia Venenosa del Árbol- CADA BATALLA DEBE TENER SU LUJO.

Muchos eventos, sucedieron como una micro película condensada en muy, pero muy, poco tiempo; luego de la súbita “salida” de Sir Jonas Buckingham y el nuevo aliado de la Cofradía, Trinidad, poco a poco se restableció la imagen en la pantalla y la normalidad en el Complejo de París...mostrando después de algunos segundos, un lugar muy conocido para el inglés y los demás miembros de la Cofradía.

Aeropuerto Internacional Ben Gurión. Terminal 3. Jerusalem. 2:50 am.

Las salas del Aeropuerto Internacional de Jerusalen, tambien llamado Aeropuerto Internacional Ben Gurión, estaban completamente desiertas, debido en parte, a que el tráfico de vuelos internacionales estaba suspendido, al menos por esa noche, debido a lo avanzado de la madrugada, momento en el cual la terminal aérea estaba cerrada al público, quedando simplemente zonas enormes con algo de personal de aseo, guardias revisando que no hubiese nadie sospechoso ni objetos perdidos en los pasillos, zonas de comida o sitios de acceso al público, y personal de aviación terminando sus labores por el día y tomando sus autos para largarse a casa...y dar paso a sus reemplazos que en unas horas vendrían a recomenzar la labor del lugar...la cual daba paso, diariamente, de más de diecisiete millones de pasajeros.

Trinidad, y Sir Jonas Buckingham, aparecieron en un baño de hombres...súbitamente  sin previo aviso, causando algo de pavor al inglés.

¿Dónde, dónde carajos estamos? ¿Qué ha sido todo eso? --dijo Sir Jonas Buckingham un poco atontado y con algo de dolor de cabeza.

Estamos en el Aeropuerto de Jerusalén Sir Jonas, adónde debíais ir. -repuso Trinidad tranquilamente mientras se miraba al espejo con suma curiosidad, puesto que nunca había hecho algo semejante en milenios- hemos viajado kilómetros...en segundos...eso hemos hecho.

¿Hemos ido desde Mamilla hasta este lugar en tan poco tiempo? --dijo con una mirada de asombro increible Buckingham, quien asomó su cabeza, no vio a nadie, y saliendo del baño raudamente, aprovechó que no había cámaras en ese pasillo ni guardias...pero si había una máquina expendedora de cerveza, sacó una y la bebió apuradamente para calmar la sed enorme que le dió, pues se sentía como un perro después de hacer una prueba atlética canina.

Claro que sí –dijo Trinidad dejándo de admirarse en el espejo y viendo a Jonas Buckingham con firmeza- yo puedo hacer eso y mucho, mucho más...como os dije estimado muchacho, mis poderes son algo diferente a todo lo que ustedes hayan visto nunca y lo que ese cerebro pueda llegar a comprender...yo soy mucho mas viejo que cualquiera de vosotros, o incluso todos juntos sumadas sus inmortales edades; así que conmigo, la palabra imposible, literal y prácticamente no existe.

Eso me parece muy bien...-dijo Buckingham, quien se palpó nuevamente por todas partes y notó que en la refriega había olvidado su celular y sus armas en el lugar donde puso las monedas y había aparecido Trinidad- porque justamente no tengo como llamar a mi contacto ni mis armas...mi teléfono celular se quedó en esa cueva vuestra al igual que mis armas… puedo hacer otras por supuesto pero el arco es irremplazable estimado amigo...--dijo con una mirada de resignación pero también de picardía Buckingham, quien pretendía probar a Trinidad, pensando que alardeaba, pero se llevaría una sorpresa enorme.

Jajajaja...¿es eso nada mas?  --dijo Trinidad quien hizo chasquear sus dedos y, de la nada, como si fuese de aire, apareció en las manos de Sir Jonas Buckingham su teléfono celular y a su lado, la caja de herramientas Craftsman con sus armas adentro- eso es muy fácil...demasiado sencillo...si es una prueba debo decirte que no está siquiera a la altura de mis capacidades, eso es un juego de niños... puedo si quisiera, mover los continentes y formar la Pangea en unas horas…eso si sería algo decente...y estaría calentando apenas.

LA FORJA DEL DESTINO -I Parte: Fuegos y PecadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora