☆~Capítulo 10~☆

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En una habitación en el palacio, Jeongyeon y sus damas de la corte se divierten. Una de las invitados era Kim Dahyun que se encontraba tocando el piano, mientras Jeongyeon y Jihyo y Chaeyoung cantaban juntas.

Las damas de la corte que habían estado en el palacio desde la infancia recibieron educación especial, no solo fueron educadas para conocer las leyes y tradiciones de todo el reino y el palacio, sino que también pudieron aprender lecciones adicionales a su gusto, por lo que Dahyun asistió a una clase de música de palacio que enseñaba usando instrumentos musicales tradicionales coreanos o piano, y Dahyun ama el piano así que aprendió rápidamente.

Después de casi un mes en el palacio, la distancia entre Jeongyeon y sus damas de la corte es casi inexistente, han podido salir como amigas a medida que pasa el tiempo y ya no hay muchas formalidades entre ellas, por supuesto debido a la obstinada actitud de Jeongyeon y siempre obligándolos a acercarse más a ella.

-Wow Dahyun-ah, eres increíble.

Dijo Jeongyeon mientras levantaba los pulgares hacia Dahyun ya que acababa de terminar de tocar una canción. Dahyun sonrió feliz de recibir el cumplido.

-Jeongyeon, también puedo tocar una canción de V con el piano- dijo Dahyun.

-¿De verdad?- dijo Jeongyeon claramente emocionada.

Todas sus damas de la corte sabían que Jeongyeon era una gran admiradora de V, e incluso les dijo que V era uno de sus compañero de clase y que su verdadero nombre era Kim Taehyung.

-Aunque solo conozco una canción, lo intentaré- dijo Dahyun.

Luego, ella tocó una de las canciones de V con el piano y Jeongyeon comenzó a cantar, mientras que Jihyo y Chaeyoung, que no memorizaban la letra trataban de seguirla, cantaron mientras reían con alegría. El ambiente en el palacio era tan tranquilo que les sonaba demasiado extraño.

Las voces atraparon al Príncipe Jimin quien se encontraba leyendo un libro en su habitación, y se levantó de la cama y caminó hacia la fuente de sonido, deteniéndose en la puerta para ver la escena, viendo a Jeongyeon y las damas de la corte, de alguna manera sin saberlo, con una cara sonriente detrás de él. Crecer en un castillo que nunca se escuchaba otra música que no sea tradicional se sentía tan incómodo para ser sincero.

Los ojos de Dahyun se encontraron con los del Príncipe Jimin, y la chica se sobresaltó de inmediato y dejó de tocar el piano, por lo que se inclinó pareciendo asustada, mientras que las damas de Jihyo y Chaeyoung hicieron lo mismo parando de tararear e inclinarse con miedo.

-Oye, ¿por qué paraste?- dijo Jeongyeon que estaba cantando.

Entonces sus ojos se encontraron con los ojos del Príncipe Jimin parado frente a la puerta.

-Oh, ¿porque estás aquí?...- dijo Jeongyeon en un suspiro.

-¿Por qué paraste? Sigue haciendo lo que estabas haciendo- dijo el príncipe.

-Lo siento Príncipe- dijo Dahyun levantándose de su silla y luego inclinándose, Jihyo y Chaeyoung hicieron lo mismo.

-¿Cómo podemos continuar si todavía estás parado allí?- Jeongyeon dijo en voz baja.

El rostro del príncipe Jimin parecía molesto pero no respondió y se alejó de ella. Pronto el sonido del piano y los alegres cánticos siguieron con una carcajada. De repente, su cara se volvió triste, supo que era frío y hostil en el exterior, por lo que todos en el palacio siempre se veían tan rígidos y asustados de él, solo sus guardaespaldas Hoseok y Yoongi podían acostumbrarse a él. De hecho, estaba tan solo que también quería pasar el rato y divertirse con los demás, pero no sabía cómo. Y los recientes acontecimientos de alguna manera lo pusieron triste, ya que el ambiente era inicialmente tan alegre y lleno de emoción que desapareció solo porque estaba allí.

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