El fuego del cielo

Instaladas

Darktown estaba tan lejos de Pidsville que Ginny y Sue tardaron un año en llegar, todo iba bien hasta que llegaron a un lago congelado donde Ginny vio algo que no tendría que haver visto, Ginny consumida por el miedo le contó a su madre lo que estaba viendo: 

-Mamá, hay algo se mueve ahi fuera, y no és un animal de los que solemos ver, incluso pienso que no es un animal. 

Sue se quedó pálida al ver que su hija tenía razón, había algo, una bestia descomunal en la orilla del río, sin pensarlo aceleró abandonando sus fines que eran pararse a descansar y beber agua, al ver que la bestia les seguía se dieron cuenta de lo que era, nada más y nada menos que un Polstreigt, una bestia descomunal, cubierta por un pelaje rojo y negro, no se le veía la cara pero si unos colmillos enormes que se podían ver a distancia, Ginny descubrió que tenía un don podía ver las habilidades de la bestia y sus defectos y vio que era ciego y le dijo a su madre que parara para no hacer ruido y cuando tenían al Polstreigt encima las ignoró. 

Por fin llegaron a Darktown, un lugar frío y oscuro Ginny no queria estar all, al fin llegó el duro momento de decirle a Ginny que vivian allí, Sue procuró ser sensible: 

-Ginny se que es un mal sitio pero nos quedamos a vivir aquí, lo siento mucho pero allí donde miraba veía a tus hermanos. 

Casi entre llantos Sue terminó la frase y en las mismas condiciones Ginny le respondió: 

-Pero mamá al llegar aquí casi nos mata un Polstreigt, no sabemos que más pasará, pero tienes razón a mi me pasaba lo mismo Robert y Will nunca se iban de mi cabeza eran muy importantes para mí.  

-Ya sé Ginny que casi nos mata una bestia descomunal, y ves necesitamos un lugar fuera de Radger, porque alhomejor quiere aniquilarnos a nosotras también, no podemos rendirnos Ginny y seguro que encontrarás a alguien que te pueda animar. 

-Gracias mamá.