PdV (Punto de Vista) Noah
Hoy es una mañana tranquila; tras salir de mi casa de camino a clase, me puse mi lista de reproducción favorita (en la cual hay canciones tales como Wind Of Change - Scorpions, Hotel California - The Eagles, I Don't Want to Miss a Thing - Aerosmith, It's Raining Men - The Weather Girls, The Boy in the Bubble - Alec Benjamin, etc.), cuando, no llegando ni a la mitad de esta, vi a lo lejos la escuela.
El cielo nublado y las conversaciones de las personas de fondo, provocaban un efecto melancólico en mí; o tal vez sólo usase eso para auto-excusarme por distraerme en clase, quien sabe.
Cuando al fin el timbre sonó por cuarta vez en el día -indicando que comenzaba la media hora del recreo-, me faltó tiempo para recoger mis cosas e ir prácticamente volando hacia mi lugar habitual. Una vez allí, me deshice del papel de aluminio que cubría mi bocadillo de atún y comencé mi desayuno.
Cuando quise darme cuenta, estaba rodeado de mis amigos, los cuales charlaban entre ellos de cosas que ni me iban, ni me venían; al menos hasta que una conversación entre mis amigos Mikey (Michelangelo) y Rafa (Rafael) captó mi atención.
-Estoy harto de mis padres tío. Tal vez si me voy de casa se den cuenta del daño que me hacen -exclamó la tortuga ninja roja. Rafa siempre estaba amenazando con hacer cosas estúpidas y/o peligrosas, pero después siempre venía con excusas baratas; <<perro ladrador, poco mordedor>>, dicen.
-No digas eso... -respondió apenado el contrario. Él siempre escuchaba las quejas de su mejor amigo, pero casi nunca podía solucionar nada, y se notaba que eso le creaba un sentimiento de impotencia que se iba acumulando.
-¡Pero es cierto! No se valoran suficientemente las cosas hasta que las pierdes; lo que les hace falta es una dosis de realidad -continuó Rafa contando sus desgracias.
Lo peor de esta situación, es que provocó que se viniese a mi mente un recuerdo no demasiado agradable: estábamos Spencer y yo, un año atrás, sentados en el mismo banco desde primero de la E.S.O., conmigo despotricando sobre mis padres y Spencer asintiendo preocupado como si no hubiese un mañana.
-Yo... De verdad, no sé qué más puedo hacer. Me esfuerzo cada día para poder aprobar, pero no contentos con eso me exigen mucho más de lo que puedo ofrecer; les he respetado y, a pesar de todos aquellos comentarios básicamente inhumanos e incoherentes, me mantuve al margen para no discutir...
-Sé que debes pasarlo mal, pero no se les puede hacer cambiar de idea tan fac-.
-¡Ya sé que una persona no puede dejar de ser homófoba de la noche al día! Pero soy su hijo, y ni aún con esas se esfuerzan por ponerse en mi piel -una escurridiza lágrima fue la primera es caer por mi mejilla, llevando tras ella muchas más. Mi mente se sentía abrumada y pesada, y una punzada apareció en mi pecho, haciéndolo todo más doloroso. De forma instantánea, unas grandes y cálidas manos tomaron mi mejilla y mi mentón, obligándome a levantar el rostro que yo por todos los medios pretendía ocultar.
-Oye, estoy aquí contigo. Respira hondo -replicó Spencer con ese tono de voz que domaría hasta a una fiera.
Automáticamente tomé aire con los ojos cerrados, expulsándolo después junto con los malos pensamientos. Tras uno minutos las lágrimas cesaron y, sin saber exactamente cómo había llegado ahí, mis labios se estrechaban contra los de Spens formando un beso apasionado. Cuando aquella odiada necesidad de respirar se apoderó de ambos, nos separamos, manteniendo los rostros bastante cerca.
-Te quiero... ¿Me prometes que nunca me abandonarás? -susurré en un desesperado intento por obtener una mínima sensación de seguridad.
-Tendría que estar loco para dejarte escapar -respondió Spencer más rápido de lo que esperaba. De forma sistemática, volvimos a besarnos como si no estuviéramos en medio del patio de la escuela.
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Be You
RomantizmEste es la historia de dos jóvenes enamorados, conocidos de prácticamente toda la vida... Estos chicos eran: Lucas, un chico alto, con sonrisa dulce, estudioso y, por encima de todo, mi inseparable mejor amigo; el otro chico, Alex, como podéis adivi...