¿Qué harías si tu sombra tomará conciencia propia? Y si está sombra se adueñará de tí obligándote a presenciar el asesinato de todas las personas que amas con tus propias manos, ¿Qué harías?
Al día siguiente Link se despertó muy temprano para emprender el camino hacia el castillo de Hyrule, montó a Epona y se dirigió a la llanura, al llegar a la entrada de la Ciudadela dejó a la yegua y entró,
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a pesar de que aún era temprano ya había muchas personas recorriendo las empedradas calles, al llegar a las puertas del castillo, dos guardias custodiaban la entrada pero al verlo inmediatamente lo reconocieron dejándolo pasar, el lugar era enorme pero él sabía que la princesa se encontraría en la Sala del Trono, así que se dirigió hacia allí, Zelda se sorprendió al verlo entrar–¿Qué haces aquí, Link? –preguntó ella levantándose y acercándose –lamentó la interrupción, su alteza –se disculpó el chico –pero necesitaba hablar con usted sobre algo –dijo, su mirada reflejaba suplica –por supuesto ¿Qué ocurre? –el muchacho le contó su pesadilla con lujo de detalle, la princesa lo escuchaba atentamente, al terminar él preguntó –¿Cree usted que se trataba de una simple pesadilla o que se trataba de una premonición? –los dos se miraron, el chico se sentía inquieto –podría tratarse de una simple pesadilla, pero por lo detallado de tu relato me atrevería a afirmar que se trató de una premonición –comentó ella con tono aparentemente tranquilo, pues no quería asustar lo más de lo que ya estaba, a Link aquello le llamó la atención –no te dejes llevar por el pánico –le aconsejó –podrías estar equivocado –el muchacho lo dudaba muchísimo pero deseaba con todo su corazón que así fuera –debería reforzar su seguridad personal, su alteza –le sugirió el chico –tienes razón –aprobó la princesa –y me gustaría que tú te convirtieras en mi escolta personal –pidió Zelda, Link la miró como si se hubiera vuelto loca, no acababa de decirle que había visto que él mismo la mataría –¿E-está segura, princesa? –preguntó dubitativo –sí –afirmó ella –entre más cerca estés de mí más fácil será saber cuando algo extraño vaya a ocurrir, y descubrir su origen –el muchacho la miró sorprendido, nunca se le hubiera ocurrido ese razonamiento –en ese caso, de acuerdo –aceptó el chico, la princesa llamó a un guardia y le pidió que fuera a la casa de Link por el resto de sus cosas y para avisarles a todos en Ordon que él no volvería en un tiempo, el guardia obedeció la orden y antes del anochecer todos en el pueblo ya sabían en dónde estaba y todas sus cosas ya se encontraban en su nueva habitación.
Link se acostó en la cama y se quedó mirando el techo –por lo menos ahora todos en Ordon estarán a salvo en caso de que algo malo vuelva a suceder –se tumbó sobre su costado, dándole la espalda a la puerta –y está vez yo sea el responsable –pensó mientras un escalofrío recorría todo su cuerpo –no, todo va a estar bien –se dijo con firmeza antes de quedarse dormido.
