Capítulo 14

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Ahora sabía lo que tenía que hacer, así que se dirigió a toda prisa hacia la Fuente de Lanayru,

al llegar al lugar el espíritu emergió de ésta –sé cual es el motivo por el que estás aquí –le dijo –y estoy dispuesto a conceder tu petición –acto seguido una cegadora luz dorada iluminó todo, cuando el muchacho pudo volver a ver con claridad vio...

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al llegar al lugar el espíritu emergió de ésta –sé cual es el motivo por el que estás aquí –le dijo –y estoy dispuesto a conceder tu petición –acto seguido una cegadora luz dorada iluminó todo, cuando el muchacho pudo volver a ver con claridad vio a Zelda de pie frente a él, permanecía con los ojos cerrados y parecía estar dormida –¿Zelda? –la llamó su amigo, ella abrió los ojos y le sonrió –cuanto me alegro de volver a verte –le dijo, el chico la abrazó sin poder dejar de llorar pero esta vez de felicidad.

Ellos volvieron al castillo dónde la princesa fue recibida con gran alegría por parte de todos los habitantes del castillo, fue una escena muy emotiva, afortunadamente las únicas dos personas que sabían lo que había pasado, eran la princesa y el muchacho, y ninguno de los dos iba a decir la verdad de lo que había ocurrido.

Ese día se llevó a cabo un gran festejo para celebrar que la paz había vuelto al castillo, la fiesta se prolongó hasta altas horas de la noche –Zelda –la llamó su amigo –sí Link, ¿Qué ocurre?preguntó ella –hay algo importante que quiero contarte –los dos estaban sentados en un extremo de la mesa en la Sala de Banquetes –adelante te escucho –dijo la princesa, y el muchacho le contó todo lo sucedido a partir de que su sombra se apoderara de su cuerpo en los establos y matará a su mejor amiga, le contó la verdad sobre como se había enterado del nacimiento de su yo oscuro, le habló de como su sombra lo había liberado de los calabozos y como lo había obligado a presenciar como él mismo la asesinaba, como había huído al Desierto Gerudo y allí tanto su sombra como él se habían dado muerte, le explicó como había llegado a un extraño lugar donde la vio a ella junto con todos sus seres queridos, al llegar a esa parte la chica le dijo –nunca pude verte pero sí sentí tu presencia y también Ilia –añadió, el chico sintió una punzada de tristeza –ella te ama y sabe perfectamente que lo que pasó no fue culpa tuya y siempre te cuidará –el muchacho dejó escapar unas cuantas lágrimas al oír aquello, sintiéndose un poco más tranquilo, y terminó de contarle lo ocurrido en el Limbo donde se topó con Farore, –bueno, el resto ya lo sabes –finalizó el chico, su amiga asintió.

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