¡Y aquí vuelvo con el segundo capitulo que corresponde al día 02!
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02- Celos
A Ray nunca le importó demasiado el hecho de que Emma fuese tan apegada a sus hermanos. Siempre iba de aquí para allá, saltando como una especie de hada infantil sacada de un cuento de hadas; acariciando las cabecitas de sus hermanos menores, abrazando a Gilda, Don, Anna o Nat, jugando siempre eufórica a las atrapadas o gritando de felicidad cuando uno de sus hermanos le daba una tierna sorpresa; desde un brote de flor hasta un dibujo. Si no fuera por su carácter de niña de cinco años y su idiotez contagiosa, a perspectiva de Ray, Emma sería lo más cercano a una figura materna ideal, pero hasta ahora solo se quedaba en el rango de hermana mayor y eso estaba bien.
Cuando escaparon de Grace Field y fueron ayudados por Mujika y Sonjuu, el azabache no se sorprendió de que Emma siempre le sonriera con carisma y agradecimiento al demonio más alto por enseñarle a cazar o que abrazara a la chica demonio cual niña pequeña apegada a su hermana mayor. Era algo propio del carácter de la joven de 11 años; ser muy "de piel". Expresiva a nivel físico cuando demostraba su cariño, entusiasta y sonriente aunque las cosas se vieran mal y sentimental y algo quejumbrosa o llorona en algunos momentos demasiado difíciles o intensos.
No le reprochaba eso a medida que pasaban más tiempo tiempos. Así había aprendido a aceptarla... y a quererla profundamente.
Pero tras sucedido el incidente en Goldy Pond, su grupo aumentó de forma notable a nivel numérico, incluyendo a dos adultos que ahora podían considerarse como protectores (o padres) de los infantes. Y por supuesto... la llegada de varios hermanos y hermanas mayores. Incluso de edad mayor que Emma o el mismo Ray.
Y allí fue cuando el azabache comenzó a percibir un nuevo sentimiento negativo en su interior.
No le sucedía con todos los integrantes que provenían de Goldy Pond, como Gillian o Violet. A pesar de todo, la mayoría de los mayores actuaban con Emma como si fuese su pequeña hermanita a quien debían cuidarle la espalda. Sabían que era una chica fuerte, pero aun así debía ser protegida si quería seguir cuidando a sus hermanitos menores.
A primera vista parecía un conflicto imaginario al no haber un "culpable".
Aunque... claro que lo había. Y resultaba ser el líder de la anterior resistencia de Goldy Pond: Oliver.
Gillian insistía en decirle que la buena relación de Emma y Oliver ya provenía desde que ella se había unido a la resistencia de Goldy Pond, pero que era semejante a la familiaridad con que se relacionaba con todos en el refugio. No tenía nada de diferente.
Pero para Ray... SÍ que había algo diferente entre ellos.
Emma solía pasar mucho tiempo con él chico cuyo rol de antiguo líder no dejaba de resaltar. No solo en aquella ocasiones en que debían explorar fuera de la base, sino incluso cuando juntos buscaban pistas en los libros de la biblioteca o aguardaban la anhelada llamada de Minerva. Emma le tenía la misma confianza como si lo conociera de toda la vida y más de una vez, por casualidad, Ray la había descubierto riendo con ternura cuando Oliver le acariciaba la cabeza o sonriendo con tranquilidad cuando él la consolaba en sus momentos de derrota temporal a causa del cansancio o la desmotivación.
¡Maldición! ¿Por qué tanta cercanía si apenas se conocían hace unos meses?
Pero el problema de Ray no solo recaía en aquellos "problemitas" confusos con respecto a Emma y Oliver. El segundo punto en su contra era que... ¡Era pésimo disimulando!
Por eso no resultaba tan raro que un día Oliver y Gillian lo confrontaran con un atisbo de diversión en sus miradas.
Sucedió en una ocasión en que la chica de cabello desordenado y anaranjado había partido con algunos compañeros a realizar un viaje de exploración que les tomó dos semanas. Ray no había tenido la suerte de acompañarle. Había quedado al cuidado de los más pequeños junto con Yuugo y Lucas. Y cabe decir que se hallaba más irritable que de costumbre.
Cuando el equipo de exploración volvió, se hallaban ilesos. Además de la suciedad de sus ropas y el cansancio, no había heridas ni lesiones por tratar, para alivio del resto de aquella familia enorme. Lo que Ray no pasó por alto, fue ver que Oliver cargaba a Emma con cuidado mientras esta yacía totalmente dormida en sus brazos, sin siquiera tener consciencia de que habían regresado. Se mantuvo taciturno e indiferente, intentando no reaccionar con rabia, mientras el chico de Goldy Pond arropaba a Emma con la ayuda de Gillian y se aseguraban de que la menor no estuviese incómoda ni sufriera algún percance que la despertara. El azabache seguía fingiendo su fachada de frialdad, hasta que escuchó a Gillian carraspeando cerca de su persona. Se encontró con su mirada y la de Oliver; ambos con expresión traviesa y sonrisa de lado.
En pocas palabras; una pésima señal.
- ¿Qué? – soltó casi iracundo de que lo escudriñaran con esa expresión de burla.
- ¿Te molestó no ir con la pequeña Emma? – habló primero Gillian guiñándole un ojo.
- ¿Q-Qué? – soltó Ray antes de siquiera darse cuenta de que había tartamudeado – ¿Y por qué me molestaría no haber ido con esa tonta?
- Porque Lucas me dijo que estuviste con un humor de los mil infiernos durante nuestra ausencia – respondió Oliver arqueando una ceja.
- ¿Y qué quieren? ¿Qué estuviera sonriendo todo el día igual que Emma? – se defendió el menor de los tres con pésimos argumentos.
- Noooo – se mofó la chica con decorativos en la ropa y el gorro de su cabeza – A mí solo me interesa que lo admitas.
- ¿Qué admita qué? – habló el azabache con expresión desafiante.
Y allí fue cuando Oliver soltó la bomba que por poco le derrumba el equilibrio a Ray y lo hace caer de sentón.
- Estás celoso.
El azabache cambió su mirada neutral por una de completo asombro. Abrió y cerró los labios, boqueando como un pez fuera del agua y sus mejillas se encendieron como los rojos faroles de un semáforo en señal de alto.
- ¡¿Qué cosa?! ¡N-No! ¡Es ridículo que sea eso!
- ¿Tienes otra explicación a tu actitud? – le interrogó Oliver mirándolo con expresión acusatoria.
- ¡No lo sé! Solo me molesta... que ella se aleje tanto cuando antes... hacíamos muchas cosas juntos – se intentó excusar de nuevo el chico.
- Esos son celos, cariño – le respondió Gillian con expresión divertida mientras alzaba y bajaba las cejas.
- No estoy celoso... ¡Solo me siento extraño! – vociferó Ray casi con drama digno de una actuación. Se jalaba los cabellos de forma exagerada y parecía que le faltaba poco para estrellar la cabeza contra el muro. Parecía una escena cómica dramática, ignorando incluso el hecho de que dos de sus "hermanos" lo seguían mirando como si nada.
- Definitivo; el sentimentalismo no es lo suyo – murmuró Gillian a su hermano mayor mientras se aguantaba la risa.
- A este paso, tendremos que intervenir nosotros para que terminen juntos esos dos – mencionó Oliver en voz baja.
- Trato hecho – concluyó la chica mientras estrechaba su mano con la de él, en señal de un nuevo desafío, además del que ya les pesaba sobre los hombros: encontrar una salida al mundo humano.

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Corazones enlazados
FanfictionSin importar cómo, ellos deben volver a encontrarse. Es su destino decidido por el amor que jamás se llegaron a profesar (Rayemma Week 2020).