Capítulo 45

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- Por favor - dije casi sin fuerzas. Él sonrió.

- Dilo.

Me dijo sin mostrarme ninguna expresión en su rostro que no fuera lujuria, deseo. Deseando cada parte de mí y yo cada parte de él.

- Necesito que estés dentro de mí, por favor.

Mojó sus labios. De repente sentí algo de mí, me penetró de repente. Empezó a ir rápido y duro. Tal y como lo necesitaba. Se siente tan bien. El roce de piel con piel, tenerlo así, dándomelo todo, me pone más. Primero me dolió un poco, luego se convirtió en un placer inmenso. Me desató una mano, luego me dió la vuelta, y me acomodé a cuatro patas.

En esa posición empezó a ir más rápido. Entraba completo. Y duele. Duele pero me gusta. Y no quiero otra cosa ahora mismo.

- Abraham - gemí. Siento que cada vez soy más suya. Al menos mientras lo hacemos todo lo que tengo es de él.

Al desatar mi otra mano nos levantamos de la cama besándonos, puso una mano en mi cabeza e hizo con ella que me arrodillara. Esta es la única razón por la que me incaría delante de un hombre tan sexy. Cogí su miembro y lo moví de arriba a abajo. Luego me lo metí en la boca.

- Oriana - gruñó. Música para mis oídos. Quiero hacerlo gozar del placer. Lamí toda su polla y la metí en mi boca completa- Sube - lo obedecí. Cuando lo iba a besar me dió la vuelta. Me incliné un poco, Abraham me penetró por atrás me dolió pero me contuve.

Me gusta.

Llegó un momento en el que ya lo disfruté.

Estoy a punto de llegar al orgasmo.

Sentí algo caliente entrar, Abraham se corrió. Y yo tuve un orgasmo. Así, pegada a la pared. Mientras él me penetraba y masajeaba mis senos desde atrás.

Me vestí. Él también.

- ¿Quieres hacer el trabajo ahora? Quiero que esté listo cuanto antes - me dijo.

- Perfecto - cogí las carpetas que traje, las abrí - Aquí tengo algunas cosas que he estudiado antes de entrar a la universidad- él lo cogió y empezó a leerlo. Yo lo miré. Creo que me dijo algo pero ni siquiera me dí cuenta.

Estudiamos un rato hasta que me fuí a mi habitación.

No sé, no que me pasa con él. No puedo creer que estoy empezando a sentir algo más... no puede ser. Yo no siento nada por nadie desde hace casi 3 años y él no puede ser la excepción. Fuí a mi habitación. No sé si contarle esto ahora a Karla, porque es algo que aún no tengo claro. Ella estaba leyendo un libro.

- Tengo que hablar contigo.

- ¿Qué pasa? - dejó el libro y me miró, suspiré.

- No sé, es algo que no tengo completamente claro.

- Cuéntame - me dijo Karla.

- Creo que estoy comenzando a sentir algo más por Abraham - ella abrió los ojos- A ver, es algo que me llego a la mente hace un rato, pero es que no sé.

- A ver Oriana, era obvio que te pasaría eso.

- ¿Por qué?

- Follan, hablan, de besan, era lógico que en algún momento podías comenzar a sentir algo, ya ha pasado más de un mes.

- Si sabías que podía pasar, ¿Por qué no me detuviste?

- Mereces enamorarte, esta vez de una forma mejor.

- Ni Abraham ni yo somos necesariamente las personas que más saben amar. Yo voy a intentar dejar de sentir eso, él no lo sabrá nunca.

- ¿Y si él siente lo mismo?

- No lo creo, igual tengo que aclarar mis sentimientos.

- Si sientes algo, lucha por ello Oriana - me recosté en la cama. El día pasó volando.

Al día siguiente me desperté, cuando acabaron todas las clases me fuí a mi habitación, tocaron la puerta. Luego entraron, es Abraham.

- He pensado en algo - me dijo al entrar.

- ¿En qué?

- Necesitamos pruebas, creo que así podremos hacer el caso más real - asentí- podemos imprimir un documento como si fuera un análisis forense.

Karla habló- Veo que les va muy bien.

- Súper.

- ¿A tí cómo te va con Ibrahim? - la miré. Automáticamente se puso roja.

- Bueno, aún no hemos comenzado.

- Pero saldrá bien - dije yo.

Pasaron dos días volando, cuando salí del salón fuí caminando al comedor a por fruta, mientras caminaba para allá, ví a Abraham, estaba hablando con Lexa y riéndose, vaya que bien. Pasé por su lado y pedí una manzana. Sentí a alguien detrás de mí.

- Oriana, ya imprimí los análisis ...- me fuí dejándolo con la palabra en la boca. Siento que me sigue, se puede ir a la mierda con Lexa- Oriana, ¿qué te pasa? - No puedo creer que tenga el descaro de preguntar eso- Voltéate - me dijo hablándome mal. Yo entré a mi habitación y cerré con seguro- qué me abras - no respondí. Me metí en la cama, Karla no está aquí, supongo que estará en la habitación de Ibrahim.

Karla Ibarra.

Toqué la puerta de la habitación de Ibrahim, estoy nerviosa sí. Pero tengo que concentrarme, he traído varías cosas que estudié antes de entrar a la universidad para estar preparada. Desde dentro dijeron "adelante", él estaba acostado en su cama, sin camisa y sólo un jean, demasiado para mis ojos, siento que mis mejillas arden, que vergüenza.

- Tranquila - dijo y se rió. Ya ahora si creo que me morí de la pena- siéntate - le hice caso y me senté en una esquina de la cama.

- He traído algunas cosas que estudié an...- él me interrumpió.

- Ya pensé en el caso.

- ¿Eh?

- Va a tratar de una violacion y luego una...- lo interrumpí antes de que siguiera hablando.

- Ey, esto es un equipo, no puedes pensar sólo tú.

Ibrahim habló - Venga, ¿Qué más da? - Lo miré, me levanté.

- No, consíguete otra compañera porque yo así no haré nada - él me cogió del brazo antes de que me fuera, aclaró su garganta.

- Vale, tienes razón, hagámoslo juntos, he sido un poco egoísta.

- ¿Un poco? - él hizo una pequeña sonrisa. Me senté - A ver, podemos mantener la idea de la violación.

- Está bien - los dos nos quedamos pensando.

Follar y no Fallar © [EDITANDO✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora