Capítulo 2. Sofía.💖

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Nos introduciremos a la vida de Sofía, la cual no era sencilla, por ejemplo, ella desde que era apenas una pequeña de tan solo 5 años de edad tuvo que lidiar con la desaparición de su madre, apartir de ese momento tiene recuerdos y según ella desde ese tiempo todo cambió en su vida, puede sonar dramático pero imaginen que una niña tan pequeña pierda a su madre es un golpe muy duro, nadie te peinaría cada día antes de salir de casa para ir a la escuela, o jamás tendrías una cómplice como lo es una mamá, además de eso su padre nunca estaba en casa por cuestiones de trabajo, viajes y negocios, la llevaba a algunas partes del mundo e incluso le compraba todo lo que le pedía, pero no era para nada lo mismo y cuando apenas tenían tiempo para estar juntos comenzaba a reprocharle que estaba desarreglada o que su ropita estaba sucia, sin importarle su corta edad.
El único refugio que tenía para esto era su primo Rubén, el cuál siempre había sido cómo un héroe y compañero para ella, con él podía divertirse y jugar, con él todo era diferente, todo eran momentos lindos y todo era fabuloso, él se encargaba de eso, lo más tierno es qué Rubén también se sentía así a su lado.
Al final el trato duro que tuvo su padre con ella y sumado a su fortuna formaron en Sofía un pesado carácter que la hacia siempre sentirse superior al resto por el gran fajo de dinero que llevaba siempre con ella desde los 12 años de edad, y siempre era acompañada de su fiel protector Rubén, con el cuál se había vuelto la chica más deseada en donde fuera que se parará.

2020, 2 de Junio, (Tiempo Actual).

Sofía soltó una ligera risa frente a su espejo y negó limpiando sus mejillas de las lágrimas que escurrían.
¿Por qué recordaba su estúpida niñez? Era la duda que resonaba en su mente mientras retocaba su maquillaje que había sido arruinado por el leve llanto de la chica.

Estaba en un momento de relativa tranquilidad hasta que se vió interrumpida el repentino hecho de que repente y sin previo aviso alguien tocó su puerta lo cual la sobresalto un poco.

- ¿Quién es? - Pregunto la chica algo molesta y con voz fuerte para ser escuchada al otro lado de la puerta.
- Ummmmmm, disculpa que te moleste es que me confundí de cuarto y, deje mis cosas en el tuyo - Dijo Sefar usando la segunda técnica y al mismo tiempo soltó una pequeña risa nerviosa por aquella situación.
- ¿Eres tu de nuevo? - Supuso la chica tras reconocer la voz a la par que rodaba los ojos para toparse con aquel chico que no conocía pero que se había topado dos veces en el día - ¿Estás acosandome o algo así? - Dio una pequeña risa para ponerlo nervioso, pero sin perder su postura y luego fue a abrir la puerta para mirarlo con una mirada fuerte y firme.
Ante lo primero el chico no supo cómo reaccionar, y lo segundo solo obtuvo como resultado un sonrojo notable en su rostro -Y-yo... En realidad no llamaría a las coincidencias de esa forma -
- Tonto - La chica soltó una risa algo más natural y negó acomodando algo de cabello tras su oreja y de nuevo con su mismo tono habitual pregunto - ¿Esta es tu mochila? - Dijo intentando levantar una pesada mochila que se encontraba al lado de la puerta aunque el resultado fue nulo.
- Eh, si si, es esa, empaque varias cosas - Sonrío levemente a la par que levantó su pesada mochila aunque para él, no asemejaba un gran peso - Pues muchas gracias - Dijo en un tono sencillo y amable para darse la vuelta y alejarse de ahí.
- Adiós... - Dijo la chica con apenas tiempo para despedirse y en un tono más débil, aunque en el fondo no le importaba si la había escuchado o no.

Paso algo de tiempo y la chica estaba realmente aburrida, la mayoría del tiempo no salía de su cuarto porque no le gustaba relacionarse con esa gente, jugaba enredando sus descalzos pies mientras se cuestionaba ¿Dónde carajo estará Rubén? Suspiró pesadamente y negó para levantarse, poner sus pantuflas y caminar hacia la sala y sentarse un rato ahí para esperar a Rubén, al cual no había visto desde la hora de la comida, y esto en efecto le parecía raro.

Por otro lado Rubén, el cuál al igual que Sofía era muy coqueto, observaba ensayar su rutina de baile a Valeria que en realidad era bonita, tras un rato la chica terminó su ensayo y Rubén se percató que no era el único que la observaba, también estaba en es mismo con Sefar, el cuál se le adelantó por unos segundos a hablarle a la chica, Rubén se molestó un poco por el acto y volvió a la casa, dejándolos en paz por esa, una vez ahí encontró a Sofía en la sala viendo en la tele.

Sofía miró a Rubén de reojo y suspiró algo molesta bajando el volúmen de la tele un poco para decirle con un tono que reflejaba un toque de enojo y celos - ¿Dónde estabas? Me dejaste muy solita todo el día - exageró para después, mirarlo con seriedad y negó haciéndole algo de espació en el sillón para hablar con el.
El chico suspiró y se sentó a su lado para mirarla y esperar su reproche - Solo quería un respiro, lo lamento - Dijo el chico con un tono algo más bajo y esperó su respuesta.
- ¿Un respiro de mi? - La chica bufó riendo levemente y soltó un suspiro complementando - Da igual, solo no lo hagas más - dijo y se recostó en sus piernas para seguir viendo la tele y cerrar sus ojos poco a poco.
Cuando cerró por completo sus ojos, no fue por qué se quedará dormida, en realidad fue por qué comenzó a relajarse y recordar, recordar cómo todo con Rubén había comenzado, el primer día de su candente relación, el día que ella considera de nuevo su vida cambió.

2016, 8 de Febrero.

Era cumpleaños de Sofía e increíblemente nadie había asistido excepto su primo Rubén, que como sabemos siempre estaba ahí, pero esto tenía una explicación, Sofía cumplía 15 años, y una bella tradicion relataba que está cifra era muy especial, por lo cual, quería que fuera una fiesta muy exclusiva y fina, esto mismo provocó que solo haya invitado a sus amigas más cercanas y a su inseparable primó Rubén, pero ese día Sofía se dio cuenta que al igual que ella sus amigas eran muy hipócritas, y se dio cuenta que le podían dar la espalda en cualquier momento.
La razón por la que ni se presentaron es que ese mismo día había otra fiesta, y a ellas no les importo dejar a Sofía sola en un gran día, al igual como sus amigas eran extranjeras la cifra no representaba mucho para ellas.

Rubén se acercó a ella y acaricio su cabello despeinandola un poco y dijo sonriendo - Vamos enana, ¿sabes que ellas se lo pierden no?
Sofía lo miró y soltó una pequeña risa negando - Eres un idiota, no tienes idea cuánto tarde con este peinado, sabes si alguien más toca mi cabello lo mato -
- Lo se, pero yo soy especial - El chico río levemente para luego suspirar y mirar el salón vacío - Al menos esperaba que el viniera... - Dijo refiriéndose al padre de Sofía que ni siquiera a su fiesta se había presentado.
- Vamos, no lo hagas peor cariño, además el prometió que vendría luego... O al menos lo compensaría con un gran regalo o... Otro de sus días especiales conmigo que nunca hace - Se encogió de hombros y bajó la mirada soltando un suspiro desanimada.
Acto seguido Rubén se levantó y miró las bebidas alcohólicas que aún no habrían - ¿Ya eres una mujer no? - El chico río y abrió una botella para después tomar dos copas y servir un poco de vino en ambas, animaría su día fuese como fuese.
- ¿Rubén que haces? - preguntó riendo y negó tomando la copa por la insistencia del chico.
- Venga, hay que animar la fiesta, no podemos dejar todo esto así - Sonrió y tomo el vino lentamente y luego espero que ella lo haga.
La chica soltó una risa ante el entusiasmo de Rubén y dio un trago al vino que Rubén había servido - Si papá se entera nos matará, solo una -
- Si - Contestó Rubén entre risas y complementó - Solo una botella, no se dará cuenta, ni siquiera sabe cuántas había aquí - Miró todas las botellas y pregunto con confusión - ¿Por qué hiciste todo esto por ellas? Incluso era mucho para ustedes cuatro -
- Supuse que les gustaría - Dijo bajando la mirada de nuevo y moviendo leve la copa para ver cómo el vino giraba.
- No hagas cosas estúpidas por encajar o terminarás como yo - Soltó una risa abriendo otra botella.

Al poco tiempo ambos habían terminado muy borrachos y se habían declarado su amor, aunque para los dos todo había sido una broma, por algunos años no recordaban bien lo que pasó ese día, pero solo se habían divertido sanamente, y evidentemente el papá de Sofía si se enteró.

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