Capítulo 18. Amor por correspondencia.

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2020, 15 de Junio.

Las cosas marchaban aparentemente bien para todos, Sara, Flor y Yamil habían comenzado su relación poliamorosa muy recientemente y parece que no tenían quejas hasta ahora, de hecho al contrario.
Existía el equilibrio perfecto, Yamil estaba feliz por estar con Sara, poder tomar su mano, decirle te quiero, abrazarla e incluso besarla. Sara debía corresponder a todo aunque no se sintiera muy cómoda con eso, para ella era como besos de amigos o algo así, a ella no le gustaba, pero al menos aún estaba con Flor y eso también le daba algo de tranquilidad y felicidad muy por dentro. Por otro lado Flor estaba muy feliz, estaba con Yamil y con Sara, las cuales eran dos de sus personas favoritas, y ambos le gustaban y así que para ella no había ningún problema al contrario todo era genial y la consentian mucho.

Por otro lado Rubén y Adilene habían hablado y logrado una tranquilidad que fortaleció su amistad, al menos ya no peleaban y al contrario se apoyaban en incluso ahora Rubén ignoraba a Sofía parecía que la había superado, pero es cierto que al menos muy en el fondo aún sentía algo muy fuerte por ella, aunque era mejor para todos reprimir sus sentimientos, y guardar la calma estando junto a Adilene.

Para Sofía todo había sido muy complicado, se había quedado completamente sola, pero eso no era lo peor, lo peor era estar aterrada por salir de su habitación y encontrarse con el maldito psicópata de su primo Rubén, al cual ni siquiera reconocía, era como si se hubiese vuelto loco de un día a otro y comenzado a actuar impulsivamente, pensar y saber eso era lo más duro de su instancia y más ya que ahora se debía defender sola, aunque dentro de todo lo había enfrentado bien, pero estaba cansada de estar sola ahí, debía conseguir amigas o renunciar, pero lo segundo no era opción, porque Sefar le hizo prometer antes de irse que seguiría ahí enfrentando todo hasta que la sacarán y le dio ánimos para ganar a toda costa, por lo cual sentía que debía respetar su promesa, además sabría lo que le diría su padre al volver y quería evitar escuchar todo eso.

En cuanto comenzó a cuestionarse el salir o quedarse, un pequeño golpe invadió sus pensamientos, un pequeño golpe en la ventana de su habitación el cual se había generado al momento en el que una pequeña piedrita choco con su ventana.

Sofía se asomó encontrando a Sefar, sus ojos se cristalizaron y un brillo de emoción se plazmo en estos mismo saludándolo con la mano.

- Hey, baja un rato ¿No? - Propuso Sefar en modo de broma y luego complemento - ¿Qué tal si te veo en la ventana de la cocina? -
Sofía aceptó y bajó hasta ahí para abrir la ventana y darle un beso a través de está.
- Dios te extrañe tanto - Dijo Sofía mientras acariciaba sus mejillas.
- No te ibas a librar de mí así de fácil - Contestó Sefar mientras reía, hasta que continúo hablando - Oye, eh estado siguiendo el programa, ¿Qué pasó con Rubén? Que no se atreva a tocarte -
Sofía reaccionó algo nerviosa y luego negó levemente avergonzada - No no, no pasa nada, él antes había tenido estos episodios, que aveces se altera, pero de verdad no pasa nada - Intentó sonreír para mantener la calma, era algo que ella ya había visto antes en una de sus varias discusiones pero hasta ahora no se había repetido - Aunque vamos, a ver mejor cuéntame cómo has estado -
- Bueno, pues... Valeria se está quedando en mí casa, pero no es nada eh -

Inmediatamente Sofía hizo una mueca sintiendo molestía y celos.
- Okey, pero contexto... ¿Por qué está ahí? -

- Bueno, es que a ver, ella no tenía donde quedarse y me dijo que solo era provisional...

2020, 9 de Junio. (Fuera de la Mansión)

Sefar y Valeria terminaron de tomar aquel café y llegó el momento de partir cada uno a su casa, y así fue, su despedida no tuvo nada destacable, hasta que en el momento que sus caminos se separarían Valeria solo dio un par de pasos y se detuvo.

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