I am YOU. [Kim Seungmin]

CAPÍTULO CINCO.

El resto de los días fueron totalmente aburridos y rutinarios, nada cambiaba para nada mas que solo el sábado, la semana había pasado realmente rápido y el día de hoy, sábado, tendría la esperada cita con el chico golpeado. Habíamos acordado que él pasaría por mi a mi trabajo, lo sé, lamentablemente me tocaba trabajar los fines de semana.
Me encontraba en el área de restaurante atendiendo una mesa cuando escucho la voz de WooJin llamándome para entregar una orden. El chico nuevo, Changbin, igualmente estaba atareado, en un principio terminará cansado, pero luego se acostumbrará. Así nos pasó a cada uno de los trabajadores de este lugar. Hablando del lugar donde trabajo, tiene un estilo algo retro, me gustaba mucho y la decoración era la adecuada.

—En un momento le entrego su pedido.— me fui a la cocina por la charola y dejarla en la mesa cinco.
—Mi amor, apurate por que se enfría.— por el tono que WooJin usó significaba que estaba algo estresado, normalmente sucedía cuando el trabajo era en exceso y sí, hoy no se comparaba a otros días, me alegraba que llegaran más clientes, pero era más trabajo. Obvio.
Fui patinando a dejar la comida a la mesa, me sentía muy presionada, ¿acaso era por qué saldría con Seungmin? No tenía ni la menor idea. Sentí como mi pie se dobló y caí al suelo, había agua tirada por lo que mojé mi uniforme un poco, ese agua no debería de haber estado en ese lugar, me molesté un poco pero sentía que todos los presentes me veían, pares de ojos se postraron sobre mí, un silencio se escuchó en todo el lugar. Traté de levantarme pero me dejé caer de nuevo al sentir un punzante dolor en mi tobillo, las lágrimas amenazaban con salir de mis ojos. Un chico salió a mi ayuda, me apoyé en él y caminé con cuidado hasta el área del personal.
—Uff.— me quejé del dolor que sentía era punzante. Me di cuenta quizá que era algo serio.
—Quizás sólo fue una torcedura.— habló el chico que me ayudó.—Mi nombre es Hwang HyunJin y no es la mejor manera de conocer gente.— rió un poco.
Rápidamente me acordé del chico de aquella noche, cuando JeongIn jugaba en línea. Seria una coincidencia máxima, debe de haber muchísimos Hwang HyunJin en el mundo.
—Soy Kim Alice, y no te preocupes.— di una sonrisa ladina.
L

a tarde pasó rápido y yo aún seguía sentada en los vestidores, por obvias razones, Minho ya no me dejó trabajar por el resto de mi turno. También había hablado con el jefe para que me pudieran dar algunos días de descanso, Bang Chan aceptó y me puse un tanto feliz. Pero de alguna manera también estaba triste, había arruinado la cita con Seungmin.
—Alice, ¿cómo sigues?
Changbin había entrado a los vestidores.
—Bien, no creo que sea algo tan malo...— hice una pausa, casi no hablaba con él y eso me ponía nerviosa, no era muy común en mi hablar con gente desconocida, algo irónico por que soy mesera, pero le agarré el gusto y ya no se me complica tanto.— El dolor es casi nulo.
—Me alegro.— revolvió mi cabellera para después salir por la puerta negra.
En estos momentos ya estaba vestida civilmente. La noche era fría y llevaba puesto un suéter algo peludo color celeste. Ese era mi color favorito, ya que me recordaba al bello color del cielo.
Me levanté de mi asiento con sumo cuidado y cojeaba al caminar, llegué al área del restaurante, lo vi algo extrañada ya que no había clientes, normalmente en la noche es cuando más gente llenaba el lugar y lo hacía lucir lleno de buena vibra.
A lo mejor el clima no era tan bueno para salir, no se me venía otra idea mejor a mi cabeza. 
Miré a mi alrededor y vi a Seungmin sentado viendo atentamente la pantalla de su celular.
—¡Mira quién llegó!— WooJin y Minho hablaron al unísono.
—¡Hey! Dejen de hacer eso.— hablé bajo para que ellos solamente pudieran escuchar. Bufé un poco molesta— No podré salir con él. — mi voz se escuchaba algo apagada, realmente lo  estaba.
—¿Por qué? Digo, no te ha cancelado. Aprovecha la oportunidad — Minho me dio un pequeño golpe en la cabeza. Mi cabello se desordena un poco.
—¡Oye, no hagas eso!— acomode mi cabello al tanteo. Pasé mis dedos simulando peinarlo.
—Lee Minho, ¿eres o te haces?— WooJin por fin habló. Miraba mal a Minho.
—Soy...— se fue, pero antes de hacerlo le sacó la lengua a WooJin y a mi me dio una sonrisa que mostraba sus perlas blancas.
—Querida Ally, tengo una grandísima idea. Tú ve a sentarte y déjame trabajar a mí. 
—Bien.— caminé hasta la mesa donde se encontraba sentado Kim.