CAPÍTULO SEIS.

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—Muchas gracias, WooJin.— bebí un poco de café caliente que mi amigo (aunque ya no sabía si debía llamar amigos a todos) me había dado.
—No hay de que, Ally.
WooJin me había dejado hospedarme en su casa unos días, no quería hacerlo pues me sentia como un estorbo, no quería provocar más disturbios en casas ajenas.  Él se negó rotundamente a dejarme sola vagando por el mundo. En unos días íbamos a ir a ver un departamento cerca de la casa de Bear.
Era lunes, específicamente lunes en la noche, hoy no había ido a la preparatoria y tampoco a trabajar, Bang chan me había dado el día de descanso hoy y lo agradecí bastante.
—Bien, ¿entonces ahora me vas a contar lo que sucedió?— WooJin estaba frente a mí, me sentia como en una entrevista a un criminal, no quería recordar aquel suceso pero aún así: accedí a contarle todo.
—Sí... pero no te vayas a enojar.—Él asintió y decidí comenzar.— Bueno, primero sucedió lo del restaurante y eso, para que contarlo si ya lo sabes. Después fuimos a casa de JeongIn y vimos una película y comimos palomitas, todo normal, al día siguiente, nos despertamos en el sofá.—WooJin alzó una ceja y yo me sonrojé.— ¡Hey!— lo apunté.—No mal pienses.
—¡No me apuntes, grosera! Andale sigue.
—Bueno, ya sabes, la torcedura de mi tobillo, pisé mal y caí sobre Seungmin, estuvimos a punto de besarnos y en eso llegó JeongIn a interrumpir, él comenzó a gritar y a hacer un escándalo en toda la casa.
—Espera...— Bear me cortó la palabra.— ¡¿Estuvieron a punto de besarse y lo dices tan normal?! ¿Qué tienes en la cabeza, niña? ¿Popó?
—SÍ, tengo popó en mi cabeza— reí algo fuerte.— Bien, JeongIn dijo que Seungmin solo me quería para un polvo y ya, él lo negó pero Yang contraatacó y Kim decidió irse, supongo que le daba vergüenza. — me encogi de hombros.— Y a mi me dijo que era una ofrecida, como mamá me decía.
La cara de pokerface de WooJin me causaba algo de gracia, pero sabía que no debía reírme por que era algo serio y que de alguna u otra manera, seguía doliendo.
—Que imbecil, de lo que se pierde.— expresó molesto.— Y sobre Seungmin, no creo que sea ese tipo de chico, tiene cara de chico vírgen, lo puedo oler a kilómetros.
—En sí, el afirmó serlo.—reí algo sonrojada.— sinceramente, no me lo puedo imaginar metiendosela a otra chica.— deje mi mirada puesta en la nada.
—¡Claro! Por que tú serás la primera en sentir a Minito.
Esa frase terminó haciéndome explotar mi rostro. Nunca había pensado en tener intimidad con alguien y no estaba interesada.
—¡Ya! No seas grosero, como dijiste, soy una bebé.
—Bueno, ya, vayamos a dormir, mañana tenemos que trabajar y tienes que ir a la escuela.
—Sí, WooJina, ya voy.— me levanté de mi asiento para dirigirme al cuarto de huéspedes, escuché la risa de WooJin en la cocina y me asomé por la puerta y le di una mirada fulminante y automáticamente dejó de hacerlo. Sonreí triunfante. Bueno, quizá después de todo la gente no es tan mala como parece.
Fui directo a la cama y me lancé bocabajo quedando tendida a mis anchas. A mi mente llegaban recuerdos (los pocos que tenía) con Seungmin, me preguntaba si él era el típico softboy que lo único que busca es tener sexo a lo bestia. Si era así, pues que bien sabe mentir, entre tantos pensamientos me quedé dormida.

La tonta alarma sonó causando que me levantara, el olor a café inundó mi olfato y me levanté, fui al baño y me di un buen baño, para que se llevara todo rastro de sueño que quedaba en mí. 
Saliendo del baño, me cambié y me abrigue, Bear ya estaba desayunando.
—Hola, buen día.—saludé y me senté frente a WooJin, él masticaba un pedazo de pan tostado, tragó y bebió un poco.
—Buen día, Ally.— me dio una sonrisa amplia. —toma lo que quieras para desayunar, tu mamá WooJin hoy de va a consentir.
Reí por su comentario tan tonto, era cierto, WooJin era la mamá del área de trabajo. (Pienso que WooJin ha hecho más cosas por mí que mi mamá a mis dieciocho años de vida).
—Gracias.— tomé un pequeño yogurt de frutos rojos y lo bebí tranquilamente.
—Veo que ya estás lista, anda, bebe eso rápido para irnos.
Asentí y me apresure en lo que hacía, terminado, lavé mis dientes y Bear ya me esperaba en la puerta. Si que era rápido. 
Tomé mi mochila y salimos de ahí. Otro día más de trabajo y clases aburridas, no quería ver a JeongIn y lo más seguro es que él no fuera a la escuela, aveces puede ser un cobarde y lo admito.
Ya estando en el estacionamiento del edificio donde se hospedaba Jin, subimos al auto y arranco rumbo a mi preparatoria. En el camino escuchábamos música de diferentes artistas y cantábamos a todo pulmón. Efectivamente, después de todo, muchas personas no eran malas. Después de tanto alboroto dentro del automóvil, se estacionó frente a la entrada de la escuela, miré con algo de tristeza a Bear ya que los pocos minutos dentro del carro me fueron magníficos.
—Bien, majestad, tiene que entrar a su escuela. No es por correrte, pero se te hace tarde, Alice.
—Sí, ya voy.— baje del auto y le di una última mirada.—Nos vemos pronto, Jinnie.
—Sí, sí, ya vete, niñas.
Reí y cerré la puerta del auto. Vi como el carro arrancaba para después desaparecer rápidamente de mi panorama.
Decidí entrar ya que el frío (aunque no era como otros días) me molestaba en mis mejillas y mis manos estaban rojizas por el contacto del aire conmigo.
Alumnos y más alumnos se movían rápido en los pasillos, yo sólo quería ir a mi salón, aún quedaba tiempo antes que comenzaran las clases, cuando por fin entré, vi a JeongIn sentado con la cara tapada, volteé mi mirada a otro lugar, ambos compartíamos asiento y ahora él estaba en otro (obviamente vacío). Me senté en mi asiento habitual y me puse a escuchar música de mi grupo favorito.
Al oír la voz de Wonpil, me recordó a Seungmin, ¿cómo sería escuchar a Day6 junto a él? Una sonrisa boba se dibujo en mis rostro. ¿Me gustaba él? No sabía, lo único que si sabía era que me gustaba estar con él.
Sentí la mirada de alguien sobre mí, busqué la susodicha y cuando por fin pude lograrlo, vi que Yang me volteaba la cara rápido. Bueno, yo no la cague, no tenía por qué sentirme mal. O bueno, eso había dicho WooJin la vez que me llevó a su departamento.
Habían pasado cuatro días y él aún seguía molesto conmigo, si bien, sabía que le gustaba, pero yo siempre lo vi como mi mejor amigo o como mi hermano. Si así quería jugar, bien, que comience el juego.
La semana pasó igual de rápido que la pasada, ya me encontraba afuera del local para rentar un departamento, los nervios me consumían ya que nunca había hecho un trámite tan grande. Si me daba vergüenza pedir una pizza ya se imaginarán como terminará la cosa. Respiré hondo y entre a la agencia.

I am YOU. [Kim Seungmin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora