CAPÍTULO SIETE.

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El sonido del despertador fue el causante de que terminara mi hermoso sueño, abrí los ojos pesadamente y por un momento no reconocí dónde estaba. Pero luego, a mi mente llegó el recuerdo de todo lo que pasó ayer, sonreí ampliamente y mi humor se elevó hasta el cielo.
Hice todo lo que hago en las mañanas: bañarme, vestirme y secar mi cabello. Me encontraba en este momento en la cocina, buscaba algo de comer ya que mi estómago rugía, exigiendo alimento. Abrí el refrigerador y vi un recipiente con comida que no sabía que existía, tomé un yogurt griego y también saqué la vasija. En la mesa había una nota con la letra de WooJin, esta decía:
" Pequeña Alice, preparé el almuerzo para ti, espero te guste. Mañana pasaré por ti para ir al trabajo, te adoro, niña.
Nos vemos mañana, tu amada Omma."
Reí al momento que terminé de leer la nota, gustosa, guardé el recipiente en mi mochila y me senté a disfrutar mi pequeño desayuno. Una felicidad emanaba de mí que hasta se podía contagiar.
Pensaba constantemente en cuánto había cambiado mi vida de un momento a otro, personas se fueron, otras que casi no contaba, se hicieron más cercanas. Todo puede cambiar rápidamente.
Tocaron bruscamente la puerta de mi departamento, el sonido me sacó de mis pensamientos y, asustada, dejé de comer para después acercarme lentamente hasta la entrada. Me fijé por el pequeño orificio que todas las puertas tienen y no había nadie, eso me sacó aún más de mis casillas. Abrí la puerta con cuidado, miré a todos lados y efectivamente no había nadie pero en el suelo había una carta, la tomé con cuidado y la abrí, tenía un pedazo de hoja con una frase en escrito en letras rojas: "Ten cuidado, Alice. " Y por cierto, tenía una letra muy horrible.
Mi rostro palidece al instante, ¿quién haría algo así? Me puse a pensar a quién le había hecho tanto daño como para llegar a tal extremo, pero llegué a la conclusión de que a la que siempre le hacían daño era a mí. El apetito se esfumó al instante y ya tenía miedo de salir de casa. A mi mente llegó la nota de Bear, así que lo llamé de inmediato.
Esperaba pacientemente a que respondiera.
—¿Qué sucede?— la voz de Jin se escuchaba adormilada. Me sentí mal por un momento, pero prácticamente no tenía a nadie.
—WooJin... ¿puedes venir por mí? Sucedió algo malo.— hablaba bajito, por si el responsable de tal acto seguía fuera de mi casa.
—¡Ya voy, Alice! Llego en unos minutos.
Colgó.
Mis nervios se calmaron un poco, terminé de acomodar mis cosas y las tomé, guardé el sobrante de mi desayuno y así que esperaba después en el sofá. Tocaron la puerta y me puse alerta, me volví a asomar por el agujero y vi a WooJin parado, sus ojos se veían cansados, sus grandes ojeras lo delataron. Abrí la puerta nuevamente y él me abrazó.
—¿Estas bien?— su preocupación se podía notar desde lejos.
—Sí... te cuento en el auto.
Él agarro mis cosas, intenté protestar pero Jin respondió con un: Cállate, se hace tarde.
Así que ahora estábamos camino a la escuela, iba a pasar por mí también (como decía la nota) y me sentí más segura a su lado.
—¿Vas a contarme ya?— habló algo bajo, él miraba el camino e iba muy concentrado.
—Bueno, alguien hoy dejó una nota en mi puerta...— saqué el papel del bolso pequeño que tenía mi abrigo. —Dice: Ten cuidado, Alice.
Se la mostré y él, sin despegar la vista de enfrente, la tomó. La leyó rápidamente y se paró en un semáforo. Volteo a verme.
—¿Tienes idea de quién puede ser?
Negué.— No, no tengo idea.
—JeongIn, ese niño no me da buena espina, Ally.
—Tampoco creo que llegue a esos extremos.
—Pues yo sí creo. Tienes que cuidarte más de él.
Me puse a analizar todo en ese momento, el carro avanzó de nuevo y quizás era cierto. JeongIn puede ser en una parte sospechoso de todo. Esa vez que lo vimos en el supermercado, se miraba muy raro.
En la radio sonaba una canción de IKON, sonreí y canté una parte.
—Alice, cuídate mucho, por favor. — suplicó.
—Sí, mamá WooJina. — él me vio mal y reí.
Entré a mi salón y me coloqué los audífonos, así continué hasta que el maestro llegó, normalmente, las clases con este profesor no daba las clases, sino que, daba temas a explicar y ponía proyectos nada complicados.

🍃🍃

—Bien, alumnos, tienen que realizar un trabajo en equipo, ¿en qué consiste? Consiste en inventar un producto.— se escucharon abucheos por parte de mis compañeros.— tranquilos, será por equipo, tienen un mes para hacerlo, puede ser equipos de: mínimo dos, máximo 4, ¡no más! Escuchó las voces de sus compañeras: ¡Profe!, ¿puede ser de cinco?— risas se escucharon.
—¿Que tipo de producto?— Choi SeulAe preguntó, era una chica algo lista, tenía muchos amigos, más que yo.
—¡Buena pregunta! Bien, puede ser cualquier producto, pero, que sirva para algo, puede ser: comida, algún mueble o lo que ustedes quieran. Nada de cosas tetricas, ¿está bien?
—Sí, maestro.— respondimos al unísono.
—Genial, pueden salir.
Todos mis compañeros se amontonaban en la puerta de entrada, yo como de costumbre, esperaba a que todos salieran, extrañaba a mi amigo. Pero no veía ningún interés por parte de él el recuperar la amistad y eso me dolía más. Normalmente el maestro nos daba quince minutos para ir al baño o ir a comprar algo a cafetería.
Sentí que alguien se puso enfrente mío y miré hacía arriba, una chica de mi salón, siendo sincera, no sabía ni su nombre.
—Hola, Al.— su sonrisa deslumbrante se hizo presente.
—¿Hola? Disculpa... no sé tu nombre.— me puse algo nerviosa. Su mirada no salía de mí.
—Soy Seo Sunjin, un gusto, pero bueno, basta de tanta presentación, quiero que seas mi compañera en el trabajo del profesor Sung.
—Ehhh... Esta bien.— le di una sonrisa tímida.
Las demás clases pasaron hasta la ahora de comer, amaba esta hora. Nuevamente todos se hacían bola en la entrada, esperé hasta que cada uno de los integrantes del salón salieran.
—Bien, Alice, ahora vamos a almorzar, quiero conocerte un poco más. — la chica tiró de mi brazo y fuimos hasta el comedor.
Yo saqué mi refrigerio que mi mamá WooJina había preparado para mí.
Ella por su parte sacó tambien un recipiente con comida.
—¡Wow! Tu mamá debe ser una gran cocinera. Se ve muy rico tu almuerzo.
—No lo hizo mi mamá...— metí un bocado a mi boca.
—Entonces tú debes de serlo.— ella igual metió un pedazo de comida a su boca y se escuchaba crujir, me sentía incómoda.
—No.— reí un poco.— Lo hizo un amigo para mi...
—¡Ah!, Qué maravilloso, él debe de estar enamorado de ti, eres muy bonita, Alice.
Me sonrojé un poco.
—Gracias, Sunjin.— seguí comiendo.
Así fue todo el almuerzo, me caía bien y me ponía un poco feliz que tenía una nueva compañera. Su actitud era muy activa y te ponía de buen humor, yo era todo lo contrario.
Después de tanto alboroto y preguntas, volvimos a nuestro salón, JeongIn seguía ahí, sentí su mirada y ahora si lo alcancé a ver, mantuvo mi mirada un tiempo, parecía molesto y de igual manera sus ojos reflejaban coraje. No entendía que había hecho mal.
Sunjin se sentó a mi lado y así culminaron las clases, tenía nueva compañera, y ya no tenía que hacer el trabajo sola. Una felicidad invadió mi cuerpo, automáticamente sonreí.
Saliendo de la preparatoria, me dirigí a mi trabajo, suspiré pesadamente y caminé rumbo a la parada del autobús, no tenía ganas de ir a trabajar hoy, pero ahora tendría que trabajar un poco más para poder pagar mi departamento y la escuela.
El camión llegó rápido y me subí para después buscar un lugar adecuado. Los pensamientos me invadían, solo llegué al asiento cerca de la puerta y me desplomé en el lugar.
Saqué los audífonos de mi bolso y los conecté a mi celular, automáticamente la música resonó en mis oídos y me relaje, esperando pacientemente a que el camión llegara a mi destino.


¡Hola! Katsugo aquí, sé que ha pasado un largo tiempo, pero estoy de vuelta, amig@s.
Platiquenme, ¿qué tal les ha ido? ¿Están bien?
Tardé mucho en escribir esto, por que realmente, no me convencía el capítulo (y siento que este es el más feo de todos) pero bueno, comenten qué tal les pareció, denle mucho amor a la historia y denle mucho amor a sus mascotas:)
Katsugo fuera.

I am YOU. [Kim Seungmin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora