CAPÍTULO DOS.

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Este día estaba un poco escaso de gente, normalmente así era en los inicios de semana. Me aburría un poco.
—Hey, Alice.— Lee Minho, el gerente, llamó mi atención, casi no era de conversar mucho con él, pero lo poco que lo he hecho, me he divertido.
—Minho, hola.— le brinde una sonrisa.
—¿Qué tal de trabajo?
—Nada mal.— me acerqué un poco a él y susurré.— pero es un poco aburrido.
Ambos reimos y la campanilla de la puerta resonó en el restaurante. Era una pareja de chicos, parecían de mi edad.
—Ve y has lo tuyo, Alice.— Minho habló y yo fui patinando a la mesa que los chicos tomaron. Al principio, éste uniforme me molestaba mucho, principalmente los patines (ya que no sabía usarlos) hasta que me fui acostumbrando y ahora era todo lo contrario, me fascinaba.— Hola, buenas tardes, ¿puedo tomar su orden?—los chicos estaban viendo su celular, parecían estar jugando. Volví a repetir la frase típica de los meseros (un poco más fuerte)— ¿puedo tomar su orden?
Ambos chicos se exaltaron, uno de ellos se sonrojo, creo que me pondría de igual manera si me llegara a pasar.
—Ehh, claro, una cubeta de pollo frito y de tomar unas coca-cola.— el chico habló. Anoté en mi libreta la orden.
—Enseguida les traigo su comida.— me fui rápidamente patinando y llegué a la cocina.—WooJin, una cubeta de pollo frito.—frito canté la orden y fui a sacar las latas de coca-cola del refrigerador. Pasados unos minutos, WooJin me habló para llevar el pedido a sus dueños.

🍂🍂

—Es muy aburrido, ¿cierto?— WooJin habló—Casi no hay gente.
—Quizá.— bebí de mi vaso con agua.— Preparate mental y físicamente para el fin de semana.
—Ni me lo recuerdes, niña.—reímos mientras esperábamos a más clientes.

Me gustaba mi trabajo, principalmente por dos cosas: Uno, me la pasaba fuera de casa y dos: ganaba una buena cantidad para ser una mesera. Al principio era difícil, llegaba tarde a la escuela o en varias ocasiones no hacía tarea, sin embargo, JeongIn siempre me ayudó y es por eso que estoy muy agradecida con él. Con el dinero que ganaba podía pagar mi escuela y también ahorraba para rentar un departamento, muchas veces las propinas eran muy buenas, por lo cual le pensaría dos veces en salirme de ese empleo.
—Chica, llego un cliente, salté de esa nube.— Minho apareció de la nada, él sacó su lengua. Yo reí y fui rápidamente a atender a los comensales. Saque mi libreta y pluma para apuntar la orden.
—Buenas tardes, bienvenidos.— di mi mejor sonrisa y ellos me respondieron enseguida con una también.—¿Qué desean ordenar?—miré a la pareja de chicos, parecían una, o solo quizá eran amigos, no podía juzgar.
—Yo quiero unos boneless en salsa BBQ y un refresco Sprite.— escribí todo y me dirigí al otro chico.
—¿Usted?
—Una pizza de peperonni, unas papas fritas y unos boneless con salsa clásica. Ah y un refresco de limón.
Me quedé perpleja, era mucha comida, quizá compartiría o que se yo. No creo que ese chico acabe con todo.
—¿Es todo?
—Si, señorita.
—En seguida esta su pedido.— fui a la cocina a dejar la orden.—Bear, tienes trabajo.— el mencionado al ver la cantidad de comida para dos personas, abrió sus ojos como platos. Reí un poco al ver su reacción, fue igual a la mía.—Ponte a trabajar, WooJin.

Me retiré del lugar y volví a mi antiguo lugar: con Minho. Senti la mirada de alguien, pero pensé que era mi imaginación tras notar que casi no había nadie.
—Hey.— dije algo bajo, él estaba jugando en su celular.
—Pequeña Alice ¿qué tal?
—Estoy bien. Y por lo visto, tu también.— mire su celular y él lo capto.
—Claro, no puedo pasar el nivel.— hizo un puchero.
—Esta todo tranquilo, no entiendo por que los lunes el lugar parece muerto.
—Quizá es por que muchos trabajan o tienen escuela.
—Tienes razón.
WooJin tocó la campana y fui a recoger la orden, caminé rápidamente hasta la estación y recogí las cosas. Me dirigí con cuidado hasta la mesa y coloqué las charolas con la comida en su lugar y regresé para ir por lo faltante y que así ellos pudieran comer en paz.
—Ya Seungmin, deja de verla tanto.— escuché detrás mío y yo me sonrojé.
Llegué a la mesa con todo lo faltante y lo dejé ahí.
—Provecho.— hice una reverencia rápida y regresé con Minho. WooJin también estaba con él y ambos me miraban con cara pícara.
—Ally~.— Jin me llamo con una voz chillante.
—Jinnie~.— hice lo mismo que él.
—Ese chico que atendiste recien, te mira mucho, Alice.
—¡Lo traes vuelto loco, señorita Kim!— Minho expresó como adolescente enamorada.

🍂🍂

Era tarde y estaba cansada, salí del trabajo y ahora caminaba tranquilamente a la parada del autobús, la mencionada estaba algo lejos del centro comercial y me daba algo de miedo, estaba oscuro y la luz mercurial no alumbraba lo suficiente. Aceleré mis pasos y el frío por las noches era más intenso. Un ruido se escuchó atrás mío, ¡joder! Me puse muy nerviosa.

—¡Ya basta!— se escuchó la voz de un chico, también pude oír un golpe, giré a ver que sucedía y un chico estaba sobre otro golpeando su rostro.— ¡Ya te di todo lo que tenía, déjame en paz.
El golpeador salió corriendo como alma que se lleva el diablo y cuando estaba lo suficientemente lejos me acerqué al chico que estaba tirado en el suelo, su rostro estaba sangrando, logré reconocerlo, era el tipo que menciono WooJin y Minho. Pero ¿qué hacía a esta hora en la calle?

—Disculpa, ¿estás bien?— me golpeé internamente, Alice, era obvio que no estaba bien, estúpida. El chico me miró como pudo.
—¿Eres un angelito o estoy alucinando?
Reí, tan mal lo dejó.
—¿Por qué?— me quede con la intriga y el herido cerró los ojos.—¡Hey! ¡No puedes cerrar los ojos, nadie te dio permiso!
—¿Acaso eres un Ángel?—repitió, no entendía por qué quería decir eso.
—No, no lo soy, anda, párate.

El joven intentó pararse con algo de dificultad, se podían escuchar sus quejidos de dolor y su rostro se hinchó más. Ayudé a que se parara bien y él se sacudió sus prendas.

—Gracias...— hizo una pausa.
—Soy Alice, Alice Kim ¿Cuál es tu nombre?
—SeungMin Kim.— se presentó, su voz era tranquila, para estar en su situación.
—Vamos a curarte, SeungMin.

Ambos caminamos hasta una tienda de conveniencia para comprar cosas para desinfectar sus heridas, en el trayecto ninguno de los dos hablaba, supongo que era normal por que no nos conocíamos.  Ya estando frente a la tienda, el se quedó esperando afuera, estaba sentado en una de las sillas que el local tenía. Yo entre y compre lo necesario y pagado todo, salí sin más.

—Kim, párate bien.— SeungMin se acomodo en la silla y así permitirme curar su hinchado rostro. Saque un algodón y lo bañé en alcohol y lo pasé por la mejilla de SeungMin.
—¡Auch! Se más delicada.—el chico golpeado se quejaba del ardor, causa del contacto del desinfectante con las heridas. Revisé mi celular y ¡ya pasaban de las doce! Terminé de curarlo y guardé todo en la bolsa de plástico que me dieron en el local y tiré a la basura los algodones y empaques usados.—Gracias, chica mesera.
—Me llamo Alice, ya te había dicho.— reí un poco y él tenía una sonrisa boba en su cara.—¿Cómo te irás? Ya no hay autobuses y también supongo que te robaron todo el dinero.
—Tienes razón, llamaré a mis pa... cierto también robaron mi teléfono.
—Te prestare el mío.—lo saqué de mi bolsillo y lo desbloquee para dárselo.—Toma.
Después de que el chico llamara a sus padres, me paré para tomar un taxi, era obvio que iba a salir más caro e ir caminando seria llegar súper tarde.
—Gracias, Alice, te debo una.— Seungmin intento darme una sonrisa pero en su lugar fue reemplazada por una mueca, me dio lástima ver lo lastimado que había quedado.
—No, no te preocupes.— negué agitando mis brazos.—Solo cuídate mucho, ¿si?
—Esta bien.— Seungmin asintió suavemente con su cabeza.
Paré un taxi y me subí, dejando atrás al chico del restaurante. El viaje fue algo largo, el tráfico era nulo y en ocasiones el conductor me sacaba plática.
—¿El chico que estaba contigo, era tu novio?
—¿Qué? ¡Ah! No, no, es solo un conocido.— realmente no sabía si lo era o qué era, mi amigo no, quizá si es un conocido.
—Vaya, pues se veía muy mal el chico.
—Sí...
Llegué a mi casa, bajé del taxi y le pagué al señor para después marcharse. Las luces de mi hogar estaban apagadas, caminé a la entrada y metí la llave en la cerradura, giré y no abría. Intenté de nuevo y nada. Habían cambiado la cerradura.
Toqué la puerta para ver si alguno de mis padres abría, pero no recibí respuesta alguna, no podía creer que ahora llegaran a ese tipo de límites. Me di por vencida, era obvio que no abrirían, optaría por llamar a JeongIn para que me deje pasar la noche en su casa.
Saqué mi teléfono y marque su número, sonaba una y otra vez, pero no contestaba.
—Rayos... menudo problema. Se escuchó la puerta abrirse lentamente, como si tratara de no hacer mucho ruido. Era mi madre.

Holaaa, ¿cómo están? Espero y estén muy bien, no olviden cuidarse mucho, ¿si?
Cuéntame cómo está la situación en dónde viven.
Me tardé mucho en actualizar por que tenía muchas tareas pendientes por la escuela y  no esta cool, jajaja, no se olviden se tomar mucha agüita, ¿ok? Los quiero mucho, hasta la próxima ♡

I am YOU. [Kim Seungmin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora