»Prólogo«

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—Irá por la izquierda. Estoy seguro.

—Cállate. Conozco al imbécil. Irá por la derecha porque le va a resultar más fácil luego de jugar al De Tin Marín De Don Pingüe.— aseguró Jeongin mientras permanecía atento a que la maldita cámara de Hyunjin funciara otra vez.

—¿Tú de verdad crees que hará semejante cosa? Suena algo poco profesional.— dijo Seungmin sorprendido.

—Por supuesto que si, llevo tres años trabajando con él y lo conozco desde la academia. Así elegía su desayuno en la cafetería. Y es un idiota para nada objetivo pero sus instintos son los que lo hacen el mejor en las misiones.— lo soltó con total seguridad. Sus compañeros lo miraron con confusión porque estaba afirmando tal cosa cuando sus manos temblaban sobre las teclas, era claro como él día que estaba preocupado.

—Suficiente, tenemos que confiar en Jeongin. Ya sabemos que cuando son ellos, nunca falla.—Chan dijo a sus espaldas. Jeongin suspiró. Por supuesto que hasta ahora nunca había fallado pero algún día podía suceder y ese día podía ser hoy o mañana o cuando vayan tras cualquier rastro criminal pero él no podría hacer nada al respecto. Solo permanecer en silencio, tecleando, viendo hacia la pantalla y tratando de recuperar la señal del micrófono para asegurarse de que su compañero estuviera bien. Su corazón iba a grandes velocidades como si la adranalina pasara por él como una corriente eléctrica. Tenía ganas de tomar el arma de Changbin y entrar al lugar y gritarle a Hyunjin que era un estúpido impulsivo. Estaba en una madriguera de narcotraficantes sin chaleco antibalas y a cara descubierta. El muy jodido. Pero Jeongin no era de los que abrían fuego o detenían, él era el hacker, la mente maestra dentro de esa camioneta blindada completamente equipada. A veces maldecía estar allí adentro con los otros cuatro monos de sus compañeros, sentía que le robaban el oxígeno y lo ponían más nervioso.

Innie~— la voz de Hyunjin al audio de sus cascos le volvió el aire al cuerpo.

—Hwang, bastardo. No me llames así. ¿Dónde diablos estás? ¿Diste con el objetivo?— se oyó una pequeña risita del otro lado y Jeongin bufó. Chan y Seungmin le tocaban los hombros para que dijera algo porque era el único que había dado con él audio.—Joder, el idiota está bien. Déjenme concentrar.—se quejó.

—Eres tan malo con tu gente, pequeño Innie. En cuanto a tu pregunta, voy por la derecha y estoy cerca del objetivo. Solo necesito que me digas qué hacer con esta porquería.— dijo Hyunjin.

—Pendrive, Hwang. Cuando llegues a la computadora, sólo colócalo en el CPU, no hace falte que toques nada más hasta que la pantalla te muestre un 100%, ya tiene mi programa automático allí y copiara todo lo que tienen estos criminales.— Jeongin dijo.

—Eres tan inteligente, Innie. Deberíamos tomar unas cervezas luego para celebrar el triunfo de la misión. ¿No crees?— Jeongin oyó cómo el otro probablemente dejaba su gran arma a un lado y luego se sentaba. Suspiró. Esto ya casi estaba.

—Tú invitas, pero antes asegúrate de salir de ahí entero.— dijo Jeongin.

—Que te preocupes así por mi, pone cálido mi corazón.— dijo Hyunjin.

—Eres un idiota. Retiro lo dicho, ojala te vuelen una pierna.— lo dijo bromeando pero el audio se corto. Mierda.—Hwang, Hwang. Hey.— comenzó a decir.

—¿Qué pasa? ¿Qué sucede?— preguntaron al unísono Seungmin y Felix.

—Dile a Minho-hyung que ya tenga preparado a sus hombres para entrar antes. Perdí la comunicación con Hyunjin.— contestó Jeongin, sintiéndose un maldito.

Hey, Hey, no te me desesperes que sigo aquí. Solo era una pequeña broma.—otra vez la voz del contrario casi lo hace tirar todo a la mierda.

—Te odio. ¿Lo sabes?— Jeongin giró su silla hacia Chan.—Lo tengo devuelta.¿No se te ocurrió despedirlo alguna vez por ser un idiota?— el mayor lo miró.

—Muchas veces pero es el mejor. Tú lo sabes.— contestó Chan.

××

Y ahí estaban todos brindando con sus grandes vasos de cerveza. La misión había salido bien, hasta habían logrado detener a algunos tipos que estaban allí. Todas fechas, ubicaciones, transacciones y nombres ya estaban en manos de la policía. Gracias al impecable trabajo de Jeongin y Hyunjin.

—Vamos, beban mucho que hoy invita Hwang.— Jeongin dijo elevando su vaso hacia arriba y todos rieron. Hyunjin le golpeó el hombro.

—No te pases, Innie.— el menor solo se encogió de hombros con inocencia.

—¿Y cómo diste con el paradero del centro de computadoras?—preguntó Changbin curioso.

—Pff, la vieja confiable, Seo. De Tin Marín De Don Pingüé.— todos miraron a Jeongin.

—Les dije.

—¿Huh? ¿A Qué se refieren?—preguntó Hyunjin confundido.

—Nada, nada. Solo que tú y Jeongin deberían casarse. Se complementan muy bien.— Chan dijo.

—Yo siempre se lo digo pero él me rechaza. Mi pobre corazón se cansará de seguirlo.— Hyunjin dramatizó.

—No te tomas nada enserio, Hwang.— Jeongin miró a Chan.—Y no te confundas, hyung. Solo sucede que Hwang y yo somos el perfecto equipo.—reconoció. Todos simplemente a sintieron a la terquedad del menor.

—Innie tiene razón, somos como Bad Boys versión coreana.— ambos se miraron cómplices y chocaron sus vasos brindando.

N/A: Este es solo un proyecto y necesito saber si algún día estarían dispuestos a leerlo.

Perfect Team. »Hyunin«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora