Perfect Team. »Hyunin«

»9«

El por qué de todo

Eran muy pocos quienes conocían la razón por la cual Jeongin decidió convertirse en policía aunque su asignación la departamento de inteligencia de la unidad no había sido una sorpresa cuando Jeongin demostró su alto CI, su habilidad en el uso de tecnologías tanto antiguas como actuales y su potencialidad como estratega. Hyunjin lo había sabido cuando lo pusieron de casualidad a hacer una práctica con Jeongin mientras estaban en la academia. Supo que Jeongin tenía un medio hermano: Moon Bin. Los instructores de su clase parecían tener algo en contra de la superioridad intelectual de Jeongin y fueron lo suficientemente crueles como para darles el caso de de Moon Bin para que realizaran un informe completo de éste. Así, Hyunjin, supo que el hermano mayor por parte del padre de Jeongin estaba encarcelado bajo el delito de tendencia de armas y por homicidio. Jeongin estaba seguro de que Bin no tenía que ver en nada de eso y se había jurado a si mismo presentar las pruebas suficientes para que liberen a su medio hermano. No tenían una relación cercana pero Jeongin siempre quiso que así fuera, sin importarle que su hermano rara vez le dirigía la palabra durante el tiempo que vivieron juntos hasta que el contrario se fue de la casa por su voluntad a los dieciocho años. Bin había sido encarcelado a la edad de veintiséis años cuando Jeongin tenía diecinueve. Han pasado cuatro años desde entonces y el menor sólo espera que el caso vuelva a reabrirse para iniciar una investigación por su cuenta. Sin embargo, cada visita que realiza a Bin termina convirtiéndose en un martirio psicológico debido a la presión que ejerce éste en él. Bin se había vuelto una persona más fría e insoportable desde que estaba tras las rejas, comenzaba a sentir la desesperación por salir de aquel lugar. Eso era lo que abrumaba a Jeongin y Hyunjin trataba de evitar, siempre queriendo que éste sonría.

Jeongin había ayudado a Dahyun en una investigación y ella se ofreció a revisar el caso de Moon Bin finalmente. Jeongin no quería recibir ayuda de otras personas pero terminó aceptando porque Dahyun era una de las mejores abogadas del juzgado. Además, Hyunjin le había dicho que podía contar con él también. Ninguno de los Hwang dudaron ni un momento de la certeza que él tenía sobre la inocencia de Bin.

—Innie, ¿estás despierto?— preguntó Hyunjin en medio de la oscuridad mientras lo abrazaba.

—No, creo que estoy pensando demasiado.—contestó.

—¿En qué piensas?—quiso saber Hyunjin.

—Bin-hyung...—susurró.

—No te agobies demasiado con eso, bebé.— ¿¡bebé!? ¿Enserio acababa de llamarlo así? Jeongin agradeció que estuviera oscuro porque sentía que el calor lo estaba poniendo al rojo vivo aunque los latidos de su corazón podrían oírse en la silenciosa noche. Jeongin se quedó callado, hasta había olvidado lo que sea que estaba pensando.—Innie.—lo volvió a llamar.

—Y-yo...creo que de repente empecé a pensar en nosotros.—dijo.

—Solo porque te dí un apodo meloso. Eres adorable.—se rió Hyunjin y luego besó los cabellos de Jeongin.

—Hay cosas a las que aún no me acostumbro.—confesó.

—Todo a su tiempo.— dijo Hyunjin. Jeongin no podía dejar de repetir la escena de Felix llamando “Señor Mayonesa” a Hyunjin. Su compañero trataba de ir a su ritmo pero Felix tenía razón, probablemente Hyunjin lo deseaba no sólo para besarlo o abrazarlo. No podía siquiera imaginar encontrarse en una situación carnal e íntima con Hyunjin. Imaginarse desnudo junto a él lo hacía sonrojar demasiado. Su amigo era intenso cada vez que lo besaba o tocaba de alguna forma. Entonces... Hyunjin en la cama...—¿Estás pensando cosas pervertidas?—preguntó de repente.