Perfect Team. »Hyunin«

»14«

Cambios

Jeongin tenía toda la atención a las pantallas frente a él. Vigilaba todos los movimientos de cada policía y guardiacárcel que trabajaba en la cárcel donde estaba su hermano. Sabía que debería tener paciencia pero odiaba la idea de tener a su hermano encerrado siendo inocente, quería sacarlo de allí. Hacía demasiado tiempo que él estaba en la cárcel, necesitaba que Moonbin saliera y este con su hijo. Reconstruir su relación fraternal con él.

—Seongjin se ha dormido.—avisó Hyunjin saliendo de la habitación. Jeongin suspiró entecortadamente. Hyunjin se apoyó en la silla de su novio atrás usando sus manos y miró la cabeza de Jeongin.—Sabes que me encanta tenerte en casa y Seongjin es un encanto pero...estás demasiado metido en el trabajo y él necesita su tío, amor.—se estaban quedando en el departamento de Hyunjin desde que Jeongin obtuvo la custodia temporal del menor y de eso hacían tres semanas. Era por seguridad. Ahora Jeongin estaba en la mira porque la banda que metió a Moonbin sabían perfectamente sobre él.

—Sé qué tendré tiempo más adelante. Ahora...necesito sacar a Bin-hyung dela cárcel.—se excusó Jeongin. Hyunjin giró la silla de su novio y lo acorraló con los brazos.

—Tus chicos requieren tu atención. Solo eres policía diez horas al día. Se supone que el resto es tu vida personal, lo que nos incluye.—argumentó Hyunjin. El de cabello largos pasó su mano por la mejilla de Jeongin y la arrastró hacia su mentón haciendo que éste levantara la vista y lo mirara directamente.—¿Vas a descuidar a tu cachorro?—su rostro fue hasta a estar tan cerca del de Jeongin que sus narices rozaban.

—No puedo creer que te estés llamando cachorro a ti mismo.—se burló Jeongin.

—Lo soy, necesito amor y necesito que me alimentes, estoy hambriento de Innie.—mordió levemente la mejilla de Jeongin.

—¿Quieres un paseo también?—resopló Jeongin.

—No hace falta. Si me sacas te pondrás celoso de las miradas de otros.—lo estaba provocando a propósito. Notó el leve cambio en la respiración ajena.

—¿Eso es una amenaza porque quieres sexo?—Hyunjin soltó una risa y besó su frente.

—Solo quiero que te sientes en la mesa a cenar con nosotros, Jeongin. Además, me preocupa tu salud. Te la pasas sentado allí frente al brillo de las pantallas, vives con café y cuando vas a la cama con suerte estás tres o cuatro horas allí.—dijo Hyunjin haciendo que él se sonroje.—Me gusta tener sexo contigo pero creo que no es lo esencial en una relación. Solo quiero que te cuides y pases tiempo con nosotros. No tienes excusa. Yo también trabajo en el caso. Voy al trabajo, llegó, hago el papelerio y me encargo de mis asuntos en casa. Mis asuntos son mi familia, tú vienes en ese paquete.—dijo Hyunjin.

—Lo siento.—dijo Jeongin avergonzado.—De todas formas, ya sabías que soy fanático del trabajo.—se rió.

—Si, pero fanático y todo, iba a tu casa o salíamos con nuestros amigos a pasar el rato, cariño.—hizo una pausa.—Ahora eres mi novio y tú sabías desde hace mucho tiempo que soy alguien muy familiar. Un día te voy a querer para pasar mis fines de semana con nuestros hijos y nietos.—declaró. Jeongin sentía como poco a poco su corazón se aceleraba.—¿Qué puedo decir? Soy un bebé, necesito tu atención.—¿como mierda podía soltar tales palabras tan tranquilo? Jeongin tembló.

—Aléjate de mi. Me vas a infartar de tanta ternura.—dijo Jeongin.

—Hyunie quiere a su Innie~.—sonaba tan meloso que Jeongin quería tirarse por el balcón.