🎨 VI

160 22 1
                                    

Estaba disfrutando mi desayuno a solas leyendo algunos requisitos para participar en una feria de arte que estaba cerca de organizarse en mi localidad. Desde hace tanto que consideraba participar, pero debido al tiempo y un accidente que me dejó con secuelas, dejé de soñarlo.

Ahora, por un ataque de valentía y que no tenía nada mejor que hacer encontré la información que necesitaba. Allí podría vender algunas de mis obras y no solo eso, podría conocer a figuras importantes de la crítica, algunos coleccionistas entre otras cosas.

La voz de mi madre me interrumpió llamando mi atención teniendo que bloquear mi pantalla.

—Jin, que bueno que te encuentro aquí. ¿Tienes algo que hacer más tarde?

Negué. Mi madre formó una sonrisa de oreja a oreja y comenzó a guardar los trastos que había lavado antes de que bajara. —Hay un lugar a unas calles en donde están pidiendo algunas donaciones de ropa y comida, estaba pensando en que deberíamos llevar algo.

—¿Algo de comida o...?

—Ropa, Jin. Deberías ocupar esta tarde para poner en cajas todo eso que no ocupas más, las pinturas pueden esperar —comentó con descontento.

—De acuerdo, haré eso en cuanto acabe mi cereal y termine un boceto.

Mi madre suspiró disgustada, actuando como si no le hubiera prestado atención. Seguí con lo mío ignorando por un momento que estaba ahí, cuando de pronto oí a lo lejos una puerta de un coche. Desafortunadamente la ventana de la cocina no me brindaba la suficiente visión para saber qué era lo que sucedía afuera, no había visto a Yoongi desde que le di el postre y era muy probable que fuera él llegando a su hogar.

Siempre me preguntaba en donde es que pasaba las noches y las tardes cuando no llegaba a la hora que debería, por más que eso me causara demasiada intriga nunca me atrevía a preguntarle por temor a la reacción o solo una vaga respuesta.

Tampoco me había comentado algo con respecto a Dei desde que me dijo que se quedaría con Jimin, así que imaginaba que estos días se la estaba pasando con su amigo arreglando esas diferencias. Me levanté de mi lugar para ir a dar un vistazo alcanzando a percibir como Yoongi caminaba a la par de otro chico alto.

Ambos lucían muy relajados, el que vestía de negro se quitó la gorra acomodándose el cabello. —Dei.

—¿Dijiste algo Jin? —inquirió mi madre.

Me congelé, creí que lo había pensado pero mi emoción y subconsciente me acababan de exhibir frente a mi madre. —No —contesté de inmediato—, solo es Yoongi que acaba de llegar. Pensaba pedirle un favor.

Mi madre se ponía algo tirante con respecto a mis particulares gustos, por ese motivo nunca le contaba sobre alguna persona que me gustara. Durante mi adolescencia solía presentarme nuevas personas con tal de que pudiera superar una "fase", pero las chicas siempre lograban ponerme más nervioso, no podía dirigirles la palabra o siquiera mirarlas como querían que lo hiciera, por lo que nunca pude hacer una amiga sin que mi madre la considerara una candidata para ser mi futura esposa.

Cuando volvió a hacer lo suyo, dirigí mi atención al exterior, ninguno de los dos estaba y formé una mueca imaginando que habían entrado a la casa de los Min.

—Iré por algunas cosas para el jardín y pasaré por algunas cajas después del trabajo. Coméntale a tus amigos, ellos deben tener muchas más —recalcó lo último entre un siseo y se rió después.

Sabía que lo decía por Tae ya que era fanático de la ropa, tenía muchos estilos para vestir porque siempre le gustaba lucir bien y con ayuda de Jungkook creó un canal en internet con respecto a la moda, sin que ninguno imaginara lo popular que se volvería.

WHERE THE SHADOW ENDS | [NAMJIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora