Ecos del placer | EXO × Suho

𝙹𝚘𝚗𝚐𝚒𝚗

PODOFILIA
"Es el fetichismo por los pies. El placer que genera besar, tocar, acariciar, lamer, oler y chupar los pies".

|uo̗ıɔɐɹıdsǝɹ ıɯ uɐʇɹoɔ ɹɐuıɯɐɔ lɐ sǝıd snʇ ǝp oʇuǝıɯıʌoɯ ǝʌɐns lƎ|

Junmyeon no podría estar más desesperado con todo a su alrededor, actividades y días durmiendo menos de cuatro horas diarias por las prácticas. Podía hablar por todos sobre el cansancio que genera, pero con ver sus caras ya era bastante obvio lo que pasaba.

El líder del grupo camina hacia su mánager que le hace señas de venir, este se apresura para escuchar cada palabra del mayor.

—Ya podrán dormir bien, las prácticas se harán más tarde y ahora no van a descuidar su salud por el trabajo.

Suho agradece inclinándose, se despiden y estira su cuerpo al ver la cena ya servida. Los nueve están sentados comiendo, la atmósfera era increíble para tratarse de hombre cansados desde hace semanas, Junmyeon de alguna manera le gusta toda si energía tan positiva.

—¡Me voy dormir! —Grita Kai levantando sus trastes, las ojeras se podían apreciar a simple vista.

—Duerme bien. —Le responden la mayoría, otros empezaron a seguir al menor para descansar finalmente como se debe.

El segundo mayor es el último en terminar, prefiere tomarse las cosas con calma sin necesidad de comer rápido para dormir, después de todo dormirá más de siete horas por ahora.

Su cabeza da vueltas por un momento, se siente mareado gracias a todo el sobre esfuerzo dado por su cuerpo y mente las últimas semanas. Suspira y camina directo a su habitación. Duerme solo ahora, gracias a la empresa ahora todos tienen su propia habitación y baño, respectivamente.

Se baña, cambia su ropa y cepilla sus dientes antes de tirarse sobre su cómoda cama, respira el aroma agradable de las sábanas.

Tan relajante. Sus párpados se cierran y cae dormido boca arriba sobre su cama y sábanas. No es consiente de nada, su cuerpo se relaja y mente vuela lejos, todo era oscuro sin preocupaciones ni miedo ante lo frío envolviendo su cuerpo.

Ven.

Escucha un eco a lo lejos.

Te necesito.

No era claro.

Estoy desesperado.

Retumba en su cabeza, provocando que cierra los ojos con fuerza.

Ven a mí.

Ven a mí.

Ven a mí.

El cuerpo del mayor cae sobre una cama, abre los ojos con susto y se da cuenta de donde está. Parece la habitación de Jongin, voltea a diferentes direcciones hasta que la puerta se abre dejando al dueño de la habitación entrar.

—Jongin, ¿qué pasa? —Está desconsertado, aún intenta asimilar lo ocurrido antes de sentir como el menor lo acuesta en la cama con fuerza.

Junmyeon mira sus ojos con miedo, el otro no le transmite nada; su rostro se nota cansado, sin vida, pareciendo seguir meramente sus instintos.
Quiere irse, pero extrañamente no puede moverse, pareciendo el títere del menor.

—¿Qué haces? ¡Déjame!

—Hyung... estoy cansado.

Toma sus piernas y las sube, quedando a la altura de su rostro. Kai las mira detenidamente ante se acercase más y oler sus pies. Suho reprime un grito ante ello.

—Huelen bien.

La erección despierta entre sus pantalones, Jongin considera los pies del líder como hermosos, limpios y perfectos a su medida. Sus cinco dedos, sus uñas cortas y limpias, su suave tobillo y el color rosado que tiene a simple vista, su olor tan característico que le vuelve loco y como se miran al caminar.

Perfecto para Jongin.

Saca la lengua para chupar el dedo gordo del pie derecho, traga saliva al impulso de correrse en ese mismo instante.

—¡Dios! —Quiere remover sus pies del menor, pero aún no puede moverse a voluntad.

El menor no contiene, lame y chupa a voluntad dejando todo pegajoso y mordido el pie derecho. Baja este y prosigue con el otro, toma con fuerza el tobillo posicionando su rostro allí.

—E-esto es raro, detente. —Suplica inútilmente, el bailarín simplemente continúa sin importar qué.

Junmyeon observa como las ojeras del menor desaparecen.

"¿Qué es esto?".

Jongin ya no lo soporta más, siente que va a explotar si no termina ahora. Mueve sus ropas hasta sacar su erecto y mojado miembro, masturbándose con los dedos aún en su boca.

—¡Ya casi! —El moreno siente el cosquilleo aproximarse en su pelvis, sin detener su mano baja los pies hasta quedar abajo.

Dejando su esencia hasta entre los dedos de ambos pies.

—Es... es hermoso.

Suho no podría estar más sorprendido, su corazón comenzó a latir demasiado rápido haciendo que poco a poco su vista fuera borrosa.

Despertando.

—¡Que demonios! —Rápidamente intenta controlar su respiración, no puede creer lo que acaba de pasar. Fue una pesadilla.

De pronto algo llama su atención, retira las sábanas y observa sus pies cubiertos de semen con marcas de mordidas y chupetones.

O tal vez no.