𝚈𝚒𝚡𝚒𝚗𝚐

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Maieusiofilia
"Consiste en la atracción sexual de un hombre hacia una persona embarazada".

|oɾoɹ ǝp ǝñıʇ ǝs ɐpıʌ ɐl ǝp oɹɓɐlıɯ lƎ|

En todo el día sus muslos se sentían sumamente pesados, si los tocaba por mucho tiempo dolía a horrores. Trata de no ser de mente cerrada al verse, al sentirse tan adolorido después de despertarse.

—¿Qué demonios está pasando? —Se dice tratando de controlarse, el sudor comienza a bajar, sus dedos tiemblan y su vista se posa borrosa.

Tal vez estaba en su límite.

No sabe lo que pasa a su alrededor, nada puede ser una simple coincidencia cuando los piquetes en sus muslos son más que obvios. 

Ya no lo soportaba, cerrar la puerta no era una opción viable a pesar que no era abierta ni forzada para nada, creando confusión y desesperación en el cuerpo del líder para encontrar una respuesta.

Este día dormirá fuera, no estará en el mismo lugar que los demás. No quiere desconfiar en sus chicos, pero simplemente esto se estaba saliendo de control, temiendo que su estabilidad mental se rompa como una hoja de papel.

Hoy no tienen actividades, es un día libre.

Junmyeon baja rápido y toma sus cosas para salir de esa lugar, muchos pares de ojos lo veían desesperado por crear distancia.

Aunque no dijeron nada, solamente lo observaban mientras cerraba la puerta y desaparecía con un "¡nos vemos mañana!". Todos suspiran e intercambian miradas cómplices, Baekhyun suspira mirando al chino bailarín sin expresión.

—Estará lejos. —Dice Chanyeol.

—Lo sé. —Le responde Yixing con obviedad.

—¿Sólo faltan ustedes tres? —Pregunta Minseok en la esquina, levanta una toalla tirada en el suelo con el ceño fruncido.

—Es turno de Yixing hyung... quiero hacerlo ya. —Sehun rueda los ojos sentándose en el sofá.

—Tienes que ser paciente, por algo vas después de Yixing hyung. —Habló Kai tomando asiento junto al maknae.

—Por eso Kyungsoo es el último. —Sonríe Jongdae de forma burlona, un escalofrío recorre su cuerpo al recordarlo. —Enfermo.

—Mira quien habla. —Responde el vocalista de ojos grandes.

Todos ríen, el ambiente era tan relajado que parecía no estar a punto de quebrar a su líder.

La noche cae y el miedo crece.

Junmyeon está en un hotel, estará durmiendo una noche para aclarar las ideas y, aunque no quiera, ver si sus miembros están detrás de todo esto.
Era estresante, tanto que no dejaba de temblar cuando se acuesta en la cama e intenta cerrar sus ojos, los nervios están a flor de piel que su sudor baja.

Duerme, se relaja después de media hora intentando dormir como si nada. Al principio todo estaba bien, una oscuridad lo abrazaba pero se sentía en calma, sin miedo que algo pase cuando se acerque hacia la luz.

Ven a mí.

Déjame.

Ven conmigo.

¡Déjame en paz!

Te amo tanto, escucha mi voz.

Por favor, déjame tranquilo.

Te amo.

Te amo.

Te amo.

Te amo.

Otra vez se repite la misma historia.

Las sábanas blancas y suaves envuelven el cuerpo de Junmyeon, este se asusta al ver a Yixing sobre él, mirándolo fijamente con un brillo en sus ojos. Este no parecía reaccionar, el chino era una estatua observando cada detalle del rostro contrario para, posteriormente, sonreír mostrando sus hoyuelos.

—¿Estás feliz? —Pregunta bajando su manos para tocar el vientre de Junmyeon.

Mismo que está hinchado.

—¿Qué? —Confundido, sus ojos caen al observar.

—Es tu hijo, ¡es un milagro! Tendremos otro conejito en el grupo.

El chino besa el bulto a penas visible, lo acaricia con lentitud provocando un escalofrío al mayor.

—¿Mi hijo? ¡¿Estás loco?!

—Siente, tócalo. Es tuyo, Myonnie. ¡Felicidades!

Yixing tomó su mano con brusquedad para tocarse, el miedo lo invadió cuando todo era cierto.
La mente de Junmyeon no estaba en las mejores condiciones, ahora se está debatiendo lo imposible y cae ante la perversidad de los malvados.

—¿M-mi hijo? ¿Es mío? —Pregunta en un hilo, su voz tiembla tanto que le pareció adorable al chino, dejando un beso en sus regordetas mejillas.

—Tuyo, es tu bebé.

El mundo de Junmyeon daba vueltas, un bebé dentro suyo, su pequeño hijo creciendo en su interior.

Su bebé, su bebé, su bebé.

Todo gira entorno a ello, un pequeño ser está creciendo, formándose para darle la noticia de su vida. Junmyeon siempre ha querido ser padre, desde siempre está en sus sueños a futuros, pero ahora lo será.

Está feliz.

Yixing observa el rostro lloroso del mayor, este está acariciando su vientre mientras susurra sobre su "bebé". El menor aprovecha esto para preparar el interior del mayor con sus expertos dedos. En cierta forma le encantaba lo sumiso que se volvió Suho, emitiendo ligeros gemidos cuando rozaba su próstata.

—¿Te sientes bien con esta noticia? —Aliena su miembro con la fruncida entrada, suspira al sentir las calientes paredes envolverlo tan delicioso.

El mayor asiente tímidamente, las lágrimas bajan cuando Yixing da la primera estocada. Sus muslos tiemblan ante las sensaciones que su cuerpo experimenta, la felicidad y el placer nublan su juicio volviéndose una máquina de gemidos ante cada mínima caricia.

—L-lento, m-mi bebé, es p-peligroso. —Trata de apartarse del cuerpo, grave error.

—¡Tu bebé! Es tuyo, me molesta mucho eso.

Lo sostiene de la cintura para penetrarlo con mayor rapidez, los sonidos húmedos y pieles chocando llenan la habitación.

—Ese pequeño no es mío, ¿de quién es? —Pregunta soltando su cintura sin detenerse, el otro ahoga un gemido negando. —No lo sabes, ¡no es mío!

—Detente, ¡te lo ruego!

Un puño cae sobre su vientre.

—¡Haremos otro bebé!

Otro puño.

—¡Tiene que ser mío! ¿Verdad? ¿No te molesta?

Otro puño.

Otro más.

Y otro.

Ha perdido la cuenta.

—Y-Yixing. —Su llanto es incontrolable.

El chino termina dentro, el semen y la sangre se mezclan entre las piernas del mayor.

Despierta.

Junmyeon llora entre su almohada, toca su vientre mientras controla sus gritos.

—Mi bebé, no pude... N-no pude salvarte. Perdóname, perdóname, perdóname, perdóname, perdóname.

Las sábanas de su cama se manchan de sangre.

Ecos del placer | EXO × SuhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora