𝙹𝚘𝚗𝚐𝚍𝚊𝚎

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Acrotomofilia
"Es una parafilia consistente en sentir deseo sexual por alguien que tiene algún miembro amputado".

|ǝʇɹɐɔoʇ ǝp oʇuǝɯoɯ lɐ ɐɾɔuɐʌǝlǝɹ uǝpɹǝᴉd 'sɐuɹǝᴉd snʇ ɐloɹʇuoɔ|

Se estaba volviendo loco, su rostro era una clara señal ante los recientes acontecimientos vividos. Una pesadilla que se hizo realidad, ahora no sabe como escapar de ella sin salir lastimado.

Estaba tentando su límite, poco a poco tocaba fondo hasta hacerlo desaparecer entre la oscuridad. Verdaderamente horrible, los escalofríos no se detienen por nada en el mundo.

Junmyeon observa con miedo la perilla con seguro, no lo entienden, si nadie entra a su habitación no puede tener otra explicación lógica ante su problema, si se pone a pensar era ridículo y tenebroso.

—¿Y si es alguien del personal? —Se pregunta saliendo de la habitación para ir al comedor, encontrándose con Kyungsoo a penas preparando la cocina.

—Buenos días, hyung. —El menor nota rápidamente su presencia sonriendo, el mayor le responde el saludo cortante.

No lo estaba haciendo a propósito, pero por el momento siente que no puede confiar en alguien, sobre todo en aquellos que duermen o están tan cerca de su persona.

—¿Pasa algo? No te ves bien. —Señala con obviedad, Suho suspira e intenta alejar las preguntas sin respuestas. —Tienes un ojo... ¿irritado?

Está en lo correcto, su ojo izquierdo se ve ligeramente rojizo. Un poco incómodo al principio, aunque ya se logró acustambar ante la sensación.

"Tal vez sea el semen" piensa para acercarse al vocalista, al menos quiere ofrecer su ayuda para el desayuno.

—No te preocupes, hyung. —Habla serio sin apartar la mirada de los ingredientes. —Puedes sentarte, me gusta más trabajar solo.

Kyungsoo le explica y el líder no tuvo de otra más que dejar de ser un estorbo, terminado sentado en una de las sillas mirando al más bajo moverse para cocinar. Suspira y cierra los ojos, piensa cuidadosamente sobre la posibilidad del personal entrando en su cuarto.

No tiene sentido.

Nadie puede entrar a su habitación sin hacer ningún ruido, se despertaría ante el menor ruido y sería un movimiento arriesgado.

—Buenos días. —Habla un cansado Sehun estirando su cuerpo, frunce el ceño al darse cuenta que Junmyeon no le corresponde. —¡Hyung!

—¿Ah? —El líder hazla la mirada confundido, ovsrcra a su no tan pequeño compañero de grupo. Suspira y sonríe. —Buen día.

Sehun sonríe satisfecho, se sienta junto al mayor y recarga su cabeza en el hombro.

—Te quiero. —Suelta tímidamente, Junmyeon alza una ceja curioso.

—Yo también, Hunnie.

El menor frunce el ceño arrepentido, se notaba visiblemente incómodo en sus pensamientos. Se disculpa internamente y espera el desayuno.

Por primera vez fue un día sin tanto estrés gracias a las actividades, ahora se enfocan más en el ámbito individual por lo que algunos miembros tienen una agenda libre. Suho le encanta estar ocupado, así su mente no divaga ante malos pensamientos y lo que "pasará" tan pronto cierre los ojos y duerma.

Por que estaba aterrado.

Llega a su habitación y observa la hora; 12:27 a.m. Sus ojos cansado arden, sus papados exigen cerrarse y caer dormido. Pero no quiere tener esas pesadillas, aunque las opciones se acaben cada vez más.

Se asea, cambia de ropa y suspira acostado boca arriba en su cómoda cama. Cierra los ojos con fuerza, muerde su labio con nervios, ya estaba más que cansado y era de afrontarlo.

Duerme y se suelta a lo que viene.

Ven.

¿Por qué lo haces?

Ven.

Déjame en paz.

Ven.

Me volveré loco.

Te necesito, por favor ven.

¿Qué pasa?

Ven a mí.

Ven a mí.

Ven a mí.

Ven a mí.

Su cuerpo flota, está vez no reacciona rápido y espera con cierto malestar en sus extremidades, reza a un Dios para que este bien. Poco a poco su cuerpo cae, abre los ojos y se da cuenta de su alrededor.

Está en una silla de ruedas en la habitación de Chen, desnudo y vulnerable, no entiende que pasa. Intenta pararse y se da cuenta de un detalle.

No tiene piernas.

Grita asustado, su cuerpo tiembla y las lágrimas no dejan de bajar por sus regordetas mejillas, no puede detenerse. El miedo lo invade, más cuando siente una cálida mano tomarlo del hombro, escucha esa característica risa y gime.

—No me hagas nada, estoy asustado. —Solloza al momento que Jongdae mueve la silla de ruedas, suplica durante un corto tiempo hasta dejarlo frente la pared. —Por favor, Dae.

—Sabes que es cansado, Myeonnie. —La sonrisa gatuna no tardó en formarse, se inca para ver al mayor a los ojos. —Tienes que ser un buen líder y cumplir con todos.

Lo sostiene por las axilas y lo levanta con todas sus fuerzas, Junmyeon por temor a caerse envuelve sus brazos al rededor de los hombros del vocalista, este ríe y lo acomoda con la espada en la pared.

—¿Por qué? —Pregunta ante el forcejeo, Jongdae baja su pantalón y ropa interior dejando a la vista su erecto miembro. —Dime, por favor.

—Calla. —Besa sus labios repetidas veces, era honesto consigo mismo y admite que le aparece adorable la reacción del mayor. —Disfruta, relájate.

Lo sostiene con fuerza el trasero, mueve sus piernas para quedar completamente en medio y alinear su virilidad sensible en abusado agujero de su líder.

La historia se vuelve a repetir, el ser abierto tan bruscamente y el ardor entre tanta estocada con el miedo recorriendo su cuerpo.

Es tan miserable.

Se siente a punto de colapsar.

Jongdae lo golpea en ese punto tantas veces que su cabeza da vueltas, su vista se vuelve borrosa y esconde su rostro entre sus hombros. Es tratado como una muñeca, descarga todas sus frustraciones sexuales y cumple sus fantasías más oscuras.

—Eres el mejor, lo digo en serio. —Susurra en el oído del mayor, este se estremece ante el caliente aliento golpearlo. —Tan ligero.

Se burla de su cuerpo, pero se excita al pensarlo en esta posición y ahora no puede detenerse cuando lo tiene.

El clímax los azota en minutos, Chen es totalmente egoísta ante su propio placer arremetiendo dejando sus fluidos dentro. Trata de controlar su respiración y lo suelta.

Junmyeon despierta sudado.

Inhala y exhala, trata de calmarse estirando su cuerpo recibiendo un agudo dolor en sus muslos.

—Ya no lo soporto. —Murmura con los ojos abiertos.

Cada día era peor.

Más enfermo.


Ecos del placer | EXO × SuhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora