𝙲𝚑𝚊𝚗𝚢𝚎𝚘𝚕

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Urolofilia
"Se basa en la manifestación personal de satisfacción sexual por la micción y el acto de orinar".

|ɐɾoɯ sou ɐıʌnll ɐl oɯoɔ oʌɹǝsqo sɐɹʇuǝıɯ oʇǝldɯoɔ ɹod opɐuǝll ɹǝs lɐ ɐlqɯǝıʇ 'oluǝʇǝᴚ|

Junmyeon grita, toca su cuello con miedo por las marcas tan intensas. Puede ver perfectamente el sudor caer por su frente, traga grueso y parpadea negando frente al espejo.

—¿Es una broma? —Se dice tratando de encontrarle una explicación, vuelve a tocar su lugar con la esperanza que sea maquillaje.

Nada.

Muerde su labio con fuerza, quiere llorar de la impotencia. No sabe que hacer, si le pregunta a los miembros sería fuera de lugar y lo más probable que todos lo nieguen, ya los conoce. Pero no sabe que otras medidas tomar, estira un poco más moviendo la cabeza a un lado.
Las marcas profundas le provocan escalofríos.

No pudo observar el rostro de la persona que lo hizo, aunque era realmente obvio sólo por la voz.

Kim Minseok, el mayor del grupo. Junmyeon no podía creer que este le haya hecho daño, claro que no, era imposible si se pone a pensar.

¿Entonces quién fue?

No lo sabe, se siente un completo idiota al no tener una respuesta claro a su constante abuso en las noches. A pesar que sólo pasa cuando duerme, volviéndose todo mucho más extraño.

Sale del baño, agradece que el clima hoy sea más frío y tienen el día libre de prácticas, seleccionando una camisa de cuello alto para no tener preguntar innecesarias. Suspira y abre la puerta, dándose cuenta de algo.

No tiene seguro.

Cualquiera puede entrar en la madrugada si desea.

Abre los ojos, su expresión completa refleja el miedo ante los pequeños detalles. Se congela en su lugar, cada día parece ponerse peor.
Con una gran fuerza de voluntad sale lo más rápido que puede de ahí, yendo al comedor donde ya la mayoría estaba sentado.

—Buen día, hyung. —Lo saluda Kyungsoo, el mayor le refuerza el saludo ignorar su sentir. —Ahí está tu plato, come por favor.

Le hace caso sentándose al lado de Sehun, quien aún parecía somnoliento. Junmyeon lo mueve del hombro para que coma, este recibe un quejido.

—Quiero dormir, deja dormir a tu bebé. —Dice sin vergüenza alguna, el líder lo mira riendo incómodo, los demás no se sorprenden.

—Vamos, terminaremos las actividades de hoy rápido y podrás dormir temprano.

—Hyung, déjeme. —Se separa con un pucho en los labios, Suho suspira y Sehun se talla los ojos lentamente. —Ahg, aún no es mi turno.

Junmyeon voltea confundido, no logró escucharlo por lo bajo que hablaba.

—¿Dijiste algo? —Pregunta.

Sehun mira los demás, estos lo miran durando unos segundos para volver a sus lugares y seguir como si nada, Junmyeon no lo notó.

—Nada.

El mayor asiente dudoso, no planea hostigarlo para que hable. Mira su comida y suspira, come con tranquilidad hasta donde se puede.

—¿Por qué de tu cuello de tortuga? —Pregunta Jongdae a un lado de la mesa. —No hace tanto frío.

Todos los miran, Junmyeon pone sus ojos en un instante sobre Minseok, el mayor de lo más tranquilo parecía ignorar a todos mientras terminaba su plato.

—No quiero tomar un resfrío. —Responde con rapidez.

Chen contento con la respuesta asiente. Al poco tiempo llegando los demás y comen en tranquilidad, ignorando la incomodidad disfrazada del líder cada vez que cruzaba miradas con Jongin o Minseok.

El resto del día Junmyeon se mantuvo tan ocupado que a penas y podía pensar para si mismo, todo era trabajo y actividades que terminar hasta dentro de una semana llena de más trabajo. Sus ojos ardían, podía sentirlos pesados y a punto de cerrarse en cualquier momento.

Entra a su habitación, al cerrar la puerta los recuerdos de sus pesadillas lo golpean con fuerza y sin filtro. Suho tomará medidas que nunca creyó hacer en su vida, menos con los miembros.

Le puso seguro, asegurándose varias veces que no pueda ser abierta. Respira tranquilo, todo el estrés parecía irse por esa pequeño movimiento.

Después de aquello hace lo mismo antes de dormir, solamente que ahora aplica una crema para su cuello.
En la cama cierra los ojos intranquilo, no le presta atención e intenta dormir, lográndolo a los cincos minutos.

Ven.

No.

Ven a mí.

Déjame.

Hyung, ayúdame.

¿Qué pasa?

Ven a mí.

Ven a mí.

Ven a mí.

Junmyeon aterriza en una gigantesca silla negra, mira confundido a su alrededor tratando que averiguar ahora donde está.

—El estudio de Chanyeol. —Tran pronto como habló alguien lo toma de los hombros, asustando al hombre mayor.

Era Park Chanyeol, su rostro no refleja expresión alguna, aunque el cansancio se observa con obviedad; sus ojos irritados y las orejas tan marcados.

El tiempo para el líder parecía detenerse, dentro de su cabeza todo era como una cámara lenta. Estaba tan equivocado, Chanyeol solamente lo acostó en su gran sofá boca abajo, inmovilizado sus movimientos.

—¡Chanyeol! —Grita horrorizado cuando el rapero baja con brusquedad sus pantalones holgados y ropa interior, dejando su trasero al aire.

Park lo mira hipnotizado, sus gordas mejillas traseras tan suave al tacto y su entrada tan linda que le hace babear. Quiere estar dentro y conocer también la maravillas de su cuerpo, cumpliendo su fantasía más sucia que nunca diría en voz alta.

Escupe dos de sus dedos, con eso lubrica al mayor quien emite suaves quejidos ante sus gruesos dedos abriendo lentamente su interior. Caliente, su cabeza de Junmyeon sentía que daba vueltas y con ello su mareo.

—Mierda, no aguanto. —Gruñe el más alto, provocando que Junmyeon se haga más pequeño.

Lo inevitable pasó, Chanyeol sin importancia lo penetra a su gusto; rápido y profundo. Llevando el mando de las estocadas, Suho solamente gemía cuando su punto dulce era tocado con tanta intensidad. El mayor entre quiere cerrar la boca y callar su voz, pero algo no lo permite.

Babeando, sacando un poco la lengua y alzando su trasero al gusto del menor. No sabe lo que está pasando con él, se comportaba tan sin vergüenza que ni siquiera se reconoce.

—¡Ah! Y-ya. —Junmyeon se corre con el puro sentir de su interior.

Chanyeol tenía otros planes.

Sin decir un palabra más se libera totalmente en Junmyeon, este sorprendido suelta un jadeo mientras pone los ojos en blanco. Era exagerado el líquido saliendo en su interior, le dolía y ardía al mismo tiempo.

—Precioso, lo tomaste tan bien.

Y despierta.

—¡Dios! —Abre los ojos con fuerza, trata de respirar con tranquilidad antes de sentirse pegajoso bajo las sábanas. Las alza y pega un grito horrorizado.

Se había orinado en la cama.

Ecos del placer | EXO × SuhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora