●Shin Ninja Kagome●

《Prólogo》

Pov.Kagome

Mi respiración estaba agitada, trataba de proteger a mis amigos mientras purificaba a los demonios, porfin era la batalla final después de varios meses recolectando los fragmentos de la perla Shikon.

Todo el campo estaba lleno de sangre de demonios y aldeanos que lamentablemente no pudieron escapar a tiempo de los ataques de Naraku. En cuanto a mis amigos gracias a los Kamis seguían con vida, peleando con todas sus fuerzas.

Cuando pensamos que íbamos a morir Sesshomaru e Inuyasha unen fuerzas con las espadas, para propinarle un golpe realmente fuerte que lo debilitó, en eso aproveché la oportunidad para mandar mi última flecha cargada con todo mi poder espiritual dando en el pecho de Naraku quien gritó de dolor mientras su cuerpo lentamente se convertía en cenizas.

Antes de que el desapareciera por completo susurro unas palabras que nadie pudo alcanzar a escuchar, así desapareciendo de este mundo.

Cayendo de rodillas al suelo pude suspirar de alivio, mientras un pequeño zorrito venía hacía mi con lágrimas de felicidad y alivio al verme bien, por fin todo se acabo. Mire hacia donde estaban mis amigos y lo que vi me alegro, la maldición de Naraku en el monje Miroku desapareció, Kohaku se abrazaba junto con Sango, Inuyasha tenía una sonrisa en la cara mientras abrazaba a kikyo, Jaken se abrazaba de Sesshomaru llorando dramáticamente, Koga estaba celebrando junto con Ayame y sus compañeros, Hakkaku y Ginta, pero la felicidad no duro demasiado.

En un momento a otro un portal me arrastro a un lugar oscuro, no podía ver nada hasta que una voz se escuchó, al principio no pude identificarla pero después de tratar de saber quien era apareció la silueta de una hermosa mujer que al instante reconocí.

Era Midoriko, la creadora de la Perla de Shikon (o esfera de las 4 almas, como quieran decirle). Quien se encontraba a tan sólo unos metros de mi, me sonrió como una madre mientras se acercaba, ya ella estando frente a mi yo inmediatamente hice una reverencia en modo de respeto.

- Te puedes enderezar querida.-

- Midoriko-sama ¿porqué estoy aquí?.-pregunté

- Porque te tengo una misión, es sobre Naraku.- dijo poniéndose seria.

-¿Naraku, pero que tiene que ver el si esta muerto?.-

- Ese es el problema, Naraku está vivo.-

El saber que Naraku estaba vivo fue como un balde de agua fría, no se esperaba el que sobrevivirá después de verlo morir.

-¿Pero cómo es que está vivo, cómo es posible?.-

-La perla Shikon, el pidió su deseo antes de morir que es encarnar en otro mundo lleno de guerra y muerte, donde no sabes si confiar en alguien, un mundo lleno de ninjas. Por eso estas aquí, quiero que vayas a ese lugar donde aprenderás a ser uno como ellos, una amiga mía te entrenará llamada Tsunade Senju. Cuando a ese mundo tendrás la edad de 7 años, estarás con ella por 5 años más para que estés preparada y cuando tengas 12 irás a una aldea llamada Konohagakure, en ese momento entraras a la Academia ninja para que tengas un equipo.-

-Entiendo Midoriko-sama, pero... ¿qué pasará con mis amigos y familia?.-

-Ellos se quedarán aquí, pero si te aseguró que los volverás a ver, además te tendrás que llevar la perla Shikon para que no caiga en manos equivocadas, pero esta se unirá contigo para así restaurar la parte de tu alma que fue arrebatada.-

Midoriko término de hablar y otra vez me encontré donde mis amigos. Les explique mi nueva misión y a donde iré, así termine de despedirme de mis amigos, pase por el pozo devorador de huesos y llegue a casa encontrando a mi madre esperándome junto con Sota y el abuelo. Les conté lo mismo que a mis amigos, mi madre simplemente me abrazo y se despidió al igual que Sota pero el lloro como el abuelo.

Así fue como me despedí de todos ellos, entre de nuevo al pozo devorador de huesos así encontrándome con Midoriko. En el tiempo que pasó me contó más hacerca de como eran los ninjas y también me dijo que cuando llegáramos mi aspecto sería de una niña de 7 años, en cuanto llegamos pude ver a una mujer con grandes atributos, de cabello rubio y de ojos ámbar que portaba una sonrisa.

-Midoriko, tiempo que no te veía.-

-Lo mismo digo, Tsunade ella es Kagome Higurashi la persona a la que entrenaras.-

-Muy bien, Kagome mi nombre es Tsunade Senju y déjame decirte que el entrenamiento no será nada fácil así que prepárate.-

-Lo entiendo, Tsunade-san.-

-Esta bien Kagome, es hora de que me vaya espero verte pronto.- dijo Midoriko para así desaparecer de nuestras vistas.

Regresando mi mirada a Tsunade-san me prepararé para lo que venga así empezó mi entrenamiento, mi nueva vida en este nuevo mundo.

Espero que les haya gustado y perdón por la falta de ortografía.

809 palabras.