KONOHA HIGH SCHOOL: REBELDES VS POPULARES

Bienvenidos a Bora Bora

Últimamente odiaba de sobre manera a su primo... ¿Por qué? Ni el mismo lo sabía, pero no le gustaba las miraditas que le mandaba a su rubio amigo de infancia. Salió como una fiera dejando a Sai solo, volvió a su lugar y se sentó junto al rubio en completo silencio.

—¿Sasuke que tienes?-pregunto el peliblanco.

—Una molestia acaba de abordar el avión...-comento con desprecio.

Gaara solo los miro.

—Ya veo...¿Y quién es?-pregunto curioso Suigetsu.

Y como si kami le respondiera, un pelinegro se detuvo frente a los asientos de los compañeros de Sasuke.

—Soy yo, Uchiha Sai, un placer-exclamo extendiendo la mano a Suigetsu el cual estaba sorprendido por su repentina aparición.

El peliblanco correspondió el gesto con una sonrisa, mientras Gaara miraba de lo lindo por la ventana las nubes.

—Vaya, vaya...Así que el alumno desaparecido eras tú Sai-dijo seria la pelilila levantándose de su asiento que estaba delante a solo unos pasos del de Sasuke y Naruto.

El moreno descubierto sonrió apenado.

—¿Alumno desaparecido?-se preguntaron todos los del curso.

(Este avión es especial, los turistas adelante y todos los estudiantes atrás con sus profesores)

—Anko-sensei, yo...

—Estás en muchos problemas muchacho, te saliste de tu hogar sin avisarle a tu padre, y te infiltraste como polizonte en este viaje. La directora me llamo preguntando y que casualidad que escucho tu voz, desafortunadamente no podemos regresarnos, pero llama a tu padre para no seguir preocupándolo.

—Sí sensei...

—Y sígueme, hay unos asientos desocupados adelante.

—Nos vemos después primito...-se va alejando de espaldas siguiendo a Anko pero se detiene y ladea la cabeza con una sonrisa maliciosa-Por cierto...dile a Naruto que se ve hermoso durmiendo-y siguió de largo.

Suigetsu y Gaara observaron el aura negra que salía de su amigo. Y como este apretaba con fuerza el costado del pobre asiento sin mencionar el crujir de dientes.

—Cálmate hombre...es una broma-decía nervioso el ojilila.

—hmp... (No me despegare del Dobe en ningún momento)

Las horas iban pasando, pero lentas...muy lentas. Podían ver como el cielo comenzaba a oscurecerse, el rubio volteo viendo al azabache quien estaba durmiendo plácidamente, Suigetsu también caído por el sueño, y Gaara tomaba un refresco mirando por la ventana. Que era lo único que parecía agradarle.

Aprovechando que Gaara veía directamente hacia otro lado, tuvo la necesidad de acercarse más a su amigo. Poco a poco noto como en su rostro podía sentir la respiración de su amado, tenía unas increíbles ganas de besarlo y probar el sabor de sus labios como aquella única vez en la casa del Uchiha donde no pudo resistirse.

Suspiro resignado y se alejo para hacer lo mismo que el pelirrojo, admirar el bello atardecer desde el ventanal.

Las azafatas hicieron aparición mas tarde para entregarles una vianda con comida y el refresco que ellos eligieran. Todos especialmente Choji comenzaron a comer en silencio mientras miraban una película de acción en el televisor de arriba, mala suerte para los que estaban bien al fondo.

—Ja...¿Viste eso Sasuke? Le dio tremenda paliza...-señalo la pantalla emocionado.

—Sí pero...yo creo que la mafia lo va a atrapar-comentaba como si nada llevando un bocado de pan a su boca.