Capítulo 2: Preocupaciones

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Se había reportado la repentina desaparición del Pilar del Agua, tan pronto algunos pilares y amigos de este, notaron su ausencia.

Sobre todo Tanjiro, quién indicó que no podía detectar más su aroma. Que parecía haber sido tragado por la tierra. A lo que Inosuke y Zenitsu afirmaron.

Y aquello era realmente un verdadero problema. Porque ni el desarrollado olfato de Tanjiro, ni el desarrollado oído de Zenitsu o las vibraciones que Inosuke podía sentir como nadie más, habían podido encontrarlo.

Definitivamente, Tomioka Giyu, estaba perdido.

Por lo que Oyakata-sama los convocó a una reunión de pilares, quiénes estos, más tarde les harían saber a los jóvenes cazadores sobre lo que se llevaría a cabo.

Cuando Ubuyashiki preguntó que si alguno de ellos lo habían visto por última vez, Rengoku respondió, con su típica voz fuerte de siempre, que lo había visto cuando él lo invitó a comer. Que había sido hace unos dos días.

— Ya veo... ¿Alguien más?

Shinobu apretó sus manos en puño, ¿Por qué siempre lo que más amaba y le importaba le era arrebatado? Primero sus padres, luego Kanae y ahora Giyu... Estaba cada vez más harta de la vida y de lo que está hacía con ella.

Cómo si tener una estatura pequeña y ser débil no fuera ya suficiente.

Al no tener más información del paradero del pilar del agua, se dio por concluida la reunión, siendo lo último que dijese Oyakata-sama, fuera que si alguien tuviera información, la enviara en una carta a los cuervos.

Shinobu llegó a la finca, sintiéndose agotada y con únicamente, ganas de recostarse en su lecho y dormir. Pero no podía, porque algo muy dentro de ella, le pedía que no se rindiera con la búsqueda de Tomioka; sin contar la angustia que sentía por no saber nada de él.

Ella en verdad, se sentía inútil.

Si Tomioka no estaba aquí en Hashira, Japón. ¿Podría estar en alguna otra parte del mundo? Si fuese así, ¿En dónde y por qué estaría ahí?

Y si no fuese ese el caso... Entonces... ¿Dónde?

Una idea atravesó su mente, cuál relámpago, haciéndola parpadear sorprendida. Y aunque quiso negarlo y no divagar más en ella... No sonaba tan, descabellada.

Si Giyu no está aquí, en Hashira... Entonces, ¿Él... Está en alguna dimensión paralela a esta?

Si fuese así, ¿Cómo fue eso posible? ¿Y por qué?

No tenía libros dónde se hablase de ello, y tampoco estaba segura de que hubiera algún libro en la época actual, que hablara sobre ese tópico.

Pero si lo pensaba todavía más, ¿Qué sentido tendría que Giyu se haya ido a otra dimensión? ¿Con qué propósito?

Recordó vagamente la última vez que lo vio, que fue cuando él llegó herido después de una misión.

Ella estaba sorprendida por la cantidad de rasguños que tenía en todo su cuerpo, y el cómo es que había sobrevivido; no iba a mentir que las manos le temblaron del miedo de que muriese, y cómo dio todo de sí para que pudiera sanar y estar estable.

Incluso le rezó a Buda por su vida. Pidiéndole que Tomioka se recuperase, y que de paso, no se lo arrebatase como a sus padres y Kanae; no durmió en esos días por velar por su bienestar, hasta que estuviera bien.

Fue en ese transcurso, que ella fue percatándose de lo que, posiblemente, estaba sintiendo; después de todo, ella no se sintió así de angustiada más que por su hermana, pero el sentimiento que ella le tenía, era distinto.

Aquello, era distinto. En todos los sentidos.

Sí, ella estaba enamorada. Y no podía negarlo, porque sería mentir. Y porque sentía que, sería evidente si lo negaba; pues entre más reprimieras tus sentimientos, más fuertes se hacían estos.

Sean de odio o amor.

Suspiró, notando las puertas de la finca. Para luego detenerse, y apretar con fuerza los puños.

¿Qué estoy haciendo? No puedo simplemente marcharme a casa sin más. Debo hacer el esfuerzo de hallarlo.

Por lo que se dio media vuelta, y comenzó a correr, alejándose de inmediato de su hogar, de la finca.

Que la perdonasen, pero ella, buscaría a Tomioka Giyu. Y no consideraría descansar hasta tener alguna pista, por más pequeña que fuese.

Y mucho menos, se rendiría. Porque de hacerlo, entonces sería peor que escoria; incluso creyó, que Kanae le diría que no se rindiese y que se levantara.

Lo buscaría, le daría un golpe por desaparecer así de la nada, y luego... Luego lo abrazaría, y consideraría decirle lo que sentía.

Que lo amaba... Y que por favor... No la volviese a dejar otra vez.

...

Era de noche, y estaba exhausta y sucia. Pero sin rastro o pista del paradero de Tomioka.

Chasqueó la lengua, irritada.

Sabía que era imprudente de su parte estar fuera de la finca y más, a altas horas de la noche por los demonios que podrían aparecer. Y no le importaba que aparecieran, ella los mataría con tal de canalizar esa impotencia y rabia que sentía en todo su cuerpo.

Llegó a un claro en el bosque, en dónde frente a ella, había un gran lago, que brillaba a la luz lunar, formando una mangata.

Suspiró, y mirando hacia al lago, comenzó a acercarse, cautelosa. Se arrodilló, y comenzó a lavarse la cara con el agua, suspirando agotada.

Una sombra, fugaz, bloqueó momentáneamente la luz de la luna. Y de un momento a otro, se vio esquivando lo que eran patadas, para luego aterrizar de pie, en el pasto, sonriendo con ira.

— Vaya, vaya, ¿Qué tenemos aquí?

Frente a ella, se alzaba una elegante figura, alta cabe decir, de largos y sedosos cabellos blancos, que ondeaban con suavidad por la brisa nocturna. Que vestía un largo y precioso kimono de seda rojo y estampados de flor de cerezo; sin contar la fría mirada pero grácil, mirada ámbar que la miraba fijamente.

Si de algo estaba segura, era que aquel ente frente a ella, no era humana. ¿Acaso sería un dios?

Porque un demonio, no era.

— ¿A qué has venido, humana?

Definitivamente, eso, no era humano.

-Traumada Taisho

Nada más diré que: Las actualizaciones serán lentas.

Gracias por su atención.

'Cause The World Is  [Giyu/Shinobu] {HIATUS}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora