Jugar con fuego *DabiHawks*

Dos

Aquí MiyuKatz!

Hola de nuevo!

Cómo están? Espero de lo mejor ^^

Yo estoy emocionada trayéndoles el segundo capítulo de este fic.

Oh sí, les advierto que esta historia irá como péndulo de lo "hot" a lo tierno.

Ah! este capítulo se lo dedico a @bluebumbli gracias por tu apoyo n3n

Disfruten ^.^

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Llego a casa luego de mi aventura nocturna. Suspiro profundo, como si quisiera recobrar el aliento que me robaste en el parque. Últimamente siento que no logro recuperarlo del todo, pareciera que te quedaras con un poco de mí cada vez que nos vemos.

No sé que pase por tu cabeza, pero al menos yo no puedo sacarte de la mía.

"¿Pensarás lo mismo que yo al mirarte en el espejo?"

Me digo contemplando mi reflejo de cuerpo completo en el baño.

Voy quitándome la ropa hasta que mi desnudez va revelando todas las huellas de esta noche y algunas anteriores. Observo a la altura de mis caderas unas marcas de quemaduras leves pero aún así, arden al tacto. Son las marcas de tus manos, que en aquel momento no tenían intenciones de dejarme ir.

Recuerdo cuan fuerte me sujetabas para profundizar el contacto, éxtasis puro. Tanto, que de algún modo te sigo sintiendo dentro.

"Debo ser más cuidadoso."

Pienso al ver mi pecho marcado por tus dientes y la evidente succión de tus labios en mi cuello. Ni hablar, mañana tendré que usar una bufanda para cubrirlos. Afortunadamente es otoño y nadie sospechará.

Tomo una ducha antes de dormir, el agua se va llevando los restos del jabón mientras paso el dedo índice por mis labios, recordando esos últimos besos de despedida, tan suaves, casi inocentes. Me intrigan.

"Estás jugando con fuego, Keigo..."

No puedo negarlo, me gusta el peligro.

Pese a la frescura de la noche me meto desnudo en la cama, tu calor no se va de mi piel. Cierro los ojos, dejando que otros pensamientos se vayan hilando con mi sueño.

"Después de todo, no es como si fuera la primera vez que juego con fuego."

Podría decirse que esta "adicción" al fuego comenzó temprano. Tenía trece años entonces, cuando lo recuerdo en noches como esta, es seguro que soñaré con él.

***

De pronto, mi sueño comienza y de nuevo soy ese niño que entrenaba desde joven, mucho antes que los demás para ser un héroe, ese que aún guardaba a escondidas su muñeco de Endeavor.

Me decían que ya era grande para tener muñecos, que eso era cosa de niñas; pero yo le tenía cariño ¿Cómo no lo iba a hacer si era (y sigue siendo) mi héroe favorito?

Seguido pasaba por esa intimidante casona tradicional que es la mansión Todoroki, todo con la esperanza de verlo. Cosa que por supuesto, casi nunca ocurría, salvo por las veces que intentaba sobrevolar la zona, por aquél entonces mi habilidad de vuelo seguía en entrenamiento.