DabixHawks
La atracción y el deseo fue innegable desde el inicio.
¿Puede una relación puramente carnal convertirse en un amor prohibido?
Hawks está a punto de averiguarlo.
Después de todo, no es su primera vez jugando con fuego.
Pues como ya saben, ayer viernes, San Wattpad se puso punk y hasta ahora puedo publicar T^T
En fin, pasemos a cosas más amables,
Disfruten el quinto capítulo <3<3
------------------
El día que vi en las noticias sobre el fallecimiento de Tōya-kun mi mundo se vino abajo.
No podía, no quería creer que el chico que apenas un día antes se me había confesado e incluso me besó, ya no existía. Me preparaba para ir a entrenar juntos cuando me enteré.
Por más rápido que me dirigí al lugar del accidente, no me permitieron el acceso. Entré en un estado de shock y durante el resto del día no pude hacer más que llorar.
Unos días después, desde un árbol en el cementerio contemplé el cortejo fúnebre. No me atreví a unirme al grupo integrado por varios héroes conocidos. Lloré solo, sintiendo que mis lágrimas no terminarían nunca mientras acompañaba en la distancia a la familia Todoroki.
Sus hermanos se veían desolados, incluso el gran Endeavour no dejaba de apretar los puños con impotencia. Jamás se lo he dicho, ni que conocí a su hijo, ni lo importante que fue para mí y mucho menos que estuve mirando la tumba horas después del entierro.
—¿Por qué, Tōya-kun? ¿Por qué? —me preguntaba ahogado en llanto.
¡Se suponía que nos veríamos ese día!
Moría por decirle cuánto me gustaba, que había soñado con él y nuestro beso flotando en el aire. Que quería seguir no solo entrenando, sino caminar de la mano, reír juntos y besarnos hasta cansarnos.
Me llevé un dedo a los labios recordando la cálida sensación de los suyos.
Fue sin duda un beso torpe, como todos los primeros besos; pero para un chico de trece años, lo era todo. Besar al chico que te gusta, y que él te corresponda era ya prácticamente un milagro. Uno efímero en este caso, arrancado prematuramente.
No es justo. No es justo.
Han pasado casi diez años, pero desde entonces pareciera que el fuego me llama, los días de calor intenso, las fogatas... Todo eso me hizo por mucho tiempo, de alguna manera, sentirme cerca de Tōya-kun.
Ese calor, por supuesto no se comparaba al que emanaba su cuerpo siempre lastimado. O eso creía hasta que te conocí, Dabi.
Aunque lo nuestro carece por completo de inocencia, tan solo viene a comprobarme que sí, me gusta jugar con fuego. No, no solo me gusta, soy adicto a tu fuego, soy adicto a ti. Por eso las quemaduras que a veces me deja el agarre de tus manos, me excita. Lo mismo que tu lengua ardiente cuando se encuentra con la mía. Al principio, llegaba a pensar que en verdad era un ser infernal el que me hacía el amor.
Pero ¿Son los demonios capaces de tanta ternura?
Tus acciones de los últimos días me han llevado a cuestionarlo. Quizá no eres un demonio y quizá en otras circunstancias podríamos haber sido una pareja "normal" y te confesaría que sí estoy enamorado de ti.
***
—¿En qué piensas, niño bonito? —preguntas tras exhalar el humo de tu cigarro.
El aroma se va apoderando de la habitación, es la misma de la última vez. Este Love Hotel de poca monta se ha convertido en un sitio recurrente para nosotros.
—No mucho, solo estoy cansado.
—Yo también. —contestas dejando el cigarro a medio consumir—. Desde el secuestro de Kurogiri pareciera que Shigaraki se esfuerza por contagiarnos de su puto humor de mierda...
Tomo tu mano para traerte de vuelta a la cama y te atraigo contra mi pecho.
—¡Y qué lo digas! —acaricio tus obscuros cabellos percatándome de un sutil olor a amoniaco—. ¿Te haz teñido últimamente?
No hay respuesta, tu respiración tranquila me hace entender que caíste profundamente dormido. Es verdaderamente inesperado, nunca te había visto así. Sonrío encantado contemplando tu rostro y mi dedo índice repasa tus rasgos con una delicadeza especial sobre las áreas quemadas.
—Eres hermoso, Dabi. —te digo al oído y agrego en voz aún más baja—. Te amo.
Soy un cobarde por no decírtelo estando despierto. Pero también sé que eso solamente lo complicaría todo, incluyendo mi propia misión en La Liga de Villanos.
Aprovecho para besar tus labios. Miro el carcomido reloj sobre la mesa de noche, queda media hora para dejar la habitación. Supongo que no me haría mal a mí tampoco recuperar un poco de sueño. Cierro los ojos confiando en que la alarma nos despertará cinco minutos antes de que se cumpla la hora de irnos.
***
Despierto bruscamente, pero no por la alarma, sino por el repentino movimiento de tu cuerpo contra el mío. Murmuras algo en tu sueño, no parece ser agradable.
Mi sopresa se dispara al ver lágrimas saliendo de tus ojos cerrados. Completamente desconcertado por la situación, paso mi mano por tu espalda intentando calmarte. Jamás te había visto tan vulerable.
Poco a poco tu respiración se normaliza y tus párpados se entreabren revelando una mirada melancólica.
—Eso es, Dabi. Estoy aquí para ti ¿Estás bien?
—¿K-Keigo-kun?
Al igual que ese día hace diez años, mi mundo, súbitamente se viene abajo.
CONTINUARÁ...
------------------------------
Espero les haya gustado!
Muchas gracias por leer.
Kya, me frustró mucho lo de ayer con el Wattpad y no me dejó con muchas ganas de escribir post capítulo. ;_;
Salvo que se les quiere con todo el corazón de la Miyu.
Es más, pa calmarnos, aquí va una imagen bonita. Créditos a su autor.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.