DabixHawks
La atracción y el deseo fue innegable desde el inicio.
¿Puede una relación puramente carnal convertirse en un amor prohibido?
Hawks está a punto de averiguarlo.
Después de todo, no es su primera vez jugando con fuego.
Les traigo bien fresco el capítulo tres que va con dedicatoria para
gracias por tu apoyo y tus comentarios!! ^.^
Espero les guste.
Disfruten.
----------------------
—Házmelo. —susurro rozando los piercings de tu oreja con mis labios.
Mi mano desciende directo a tu entrepierna y su reacción no tarda en aparecer.
—¿Aquí? —respondes interceptando el avance.
Sé que la guarida de la Liga de Villanos posiblemente no sea la opción más prudente, pero hay una duda rondando por mi cabeza, una duda que debo de despejar cuanto antes.
—La reunión acabó hace tiempo —contraataco al ritmo de mis manos juguetonas—. Y Shigaraki no ha salido de su habitación.
Generalmente ese hombre terminaba las reuniones con una rabieta que lo hacía no querer ver a nadie, cosa que los demás aprovechaban para salir del edificio.
—Toga y Twice pueden volver en cualquier momento. —tu boca se acerca peligrosamente acorralándome contra la pared. Me interrumpes a media labor y me miras—. Pero si es lo que quieres, hagamos esto...
Volteas hacia un lado y señalas la ventana. Sigo con la vista hacia donde apunta tu dedo índice, un edificio con formas caprichosas, específicamente como torres de un castillo de cuento de hadas, sin duda un Love Hotel. Paso en seco sintiendo cómo se me sube el color a la cara.
—Te veo ahí en una hora, niño bonito. —sentencias besando la comisura de mis labios.
**
Justo una hora después, nos encontramos en el lugar de la cita. Ya había pasado algunas veces por ese lugar de poca monta, sin recepción, sin nadie a quién preguntar o darle explicaciones. En la entrada tan solo hay una especie de máquina expendedora que te arroja la llave de una habitación.
Y aquí estamos, yo con una duda que me mata, pero también con una tremenda urgencia de desvestirte y frotarme contra tu piel. Esa sensación que se queda en mis manos al recorrer tus quemaduras me pide más.
En cambio, tú me miras como a un pájaro herido, como una criatura que quisieras tomar entre tus manos para curarlo y devolverlo al nido.
—¿Qué te pasa últimamente? —pregunto al notar la delicadeza con la que me acaricias al quitarme la ropa—. Me tratas casi con ternura.
—Es solo que... Te he lastimado mucho, niño bonito. —contestas besando los moretones y las mordidas de otras noches. Después, con esa misma cadencia, vas por mis labios.
La preocupación y la extraña calidez de la última vez se apodera de mi pecho. Me da vergüenza eso que siento cuando me tocas, cuando me ves así. Como si lo nuestro no fuera solo por placer.
Tus dedos acarician mi barbilla sin afeitar y continúan su trayectoria hasta hundirse entre mis cabellos.
Te detienes un momento, me contemplas por unos segundos y sonríes. No es el clásico gesto de sarcasmo tan propio de ti. No, no veo sarcasmo, ni siquiera el gusto por tenerme a tu merced. Al contrario, hay una nueva luz que hace brillar tus ojos de una manera especial, casi como los de un niño con la inocencia intacta.
No puedo negarlo, me pierdo en tus ojos, en esa luz y ternura que emanan y me bañan por completo. Te acercas para recorrer mis labios nuevamente. Prácticamente no siento la tensión sexual previa a nuestros encuentros, ni siquiera cuando me encuentro semi desnudo en un cuarto de hotel contigo. De alguna forma, ese modo en que tu boca recorre la mía, me llena de añoranza, de algo que preferiría no sentir por ti.
Honestamente no quiero ni pensarlo. Por eso, en un movimiento agresivo, me intento apoderar de tu boca para profundizar el beso; pero me detienes separándote un poco.
—Entonces ¿Prefieres que juegue rudo, Hawks? —la luz de tus ojos se apaga de golpe.
Me quedo helado y no respondo. No lo esperaba y tampoco sé si quiero o pueda explicártelo. Mis ojos rehuyen los tuyos mientras me muerdo el labio inferior indeciso de qué debería hacer ahora.
—¡Mierda! ¡Y yo que pretendía cuidar de ti! —frustrado, te quitas de encima y te sientas en el borde de la cama.
"¡Carajo, lo arruiné!" Me reprocho. Respiro profundo intentando pensar rápido.
—Oye... —digo sentándome a tu lado. Busco tu mirada, pero ahora eres tú quien me evita, como si también sintieras vergüenza de la situación.
Me armo de valor y tomo tu rostro con una mano haciendo que nuestros ojos vuelvan a encontrarse.
—Simplemente... me tenías acostumbrado a otra cosa. —por fin me excuso—. Pero no está mal. Hoy podríamos intentarlo así, Dabi.
Por un instante miro al enorme espejo de la pared, me sorprendo de mi reflejo. La cara de ese hombre parece decirte: "Te deseo, cuida de mí... Quiero ser tuyo."
Me dedicas esa enigmática sonrisa y pasas sugestivamente la lengua por tus labios antes de besarme otra vez. El ritmo es lento, igual que antes, completamente diferente a cualquier otra vez, pero no por ello menos sensual. El fuego de tus labios me ablanda, me derrite haciéndome recostar sobre la cama.
Poco a poco me voy entregando a estas nuevas sensaciones de las que huía al principio. Este viaje da otro giro inesperado, algo que nunca antes había ocurrido, siento como tu mano, muy despacio va enlazádose con la mía.
Mis cejas se alzan sorprendidas pero correspondo sujatándote fuerte. Por alguna razón, este gesto, que se da tan naturalmente en las parejas enamoradas, me resulta de lo más íntimo.
—Intentémoslo entonces, niño bonito.
Entonces me regalas otro beso largo, lleno de una dulzura que me nubla la mente, pero que poco a poco me excita como solo tú sabes hacerlo.
—Sí, házmelo. —respondo sin soltar tu mano.
CONTINUARÁ...
------------------------
Bueno, qué les pareció?
Como les había comentado, esta historia va a ir de lo tierno a lo sexy. Eso sí, no será extensa ni complicada. La había pensado como lectura más ligera, por eso los capítulos tampoco son tan largos.
De acuerdo, antes de irme les dejo un regalo. Créditos a sleepwalkersqueen en tumbrl.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Así me los imagino a estos dos hermosos después de darse... mucho amor jajaj