A D O R A B L E

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Dos semanas después


Era jueves, y diciembre apenas había empezado, las temperaturas seguían descendiendo, y los abrigos que se veía obligado a usar para mantener una temperatura estable, cada día aumentaban más.

Changkyun nunca entendería porque le costaba tanto retener el calor en su cuerpo, sus manos y pies siempre solían estar fríos, incluso en verano, durante esas épocas no le molestaba tanto, dado que cuando sus manos se calentaban, se le hacía bastante molesto e incómodo, pero con ésta temperatura, ese calor no le vendría nada mal.

Había acabado su trabajo, y ahora se dirigía al edificio Lee, donde Jooheon lo estaba esperando.

Durante las últimas dos semanas, se habían visto unas cuantas veces, mayormente a la hora en que salía Changkyun de la agencia, cenaban juntos y después el mayor lo dejaba en su departamento; hasta ahora no habían hecho nada más.

Changkyun aún se ponía bastante ansioso ante la presencia de Jooheon, pero éste no lo había presionado en ningún momento.


- Buenas noches – tocó suavemente la puerta de la oficina mientras entraba, se descubrió el rostro dejando la bufanda bajó su mandíbula y le regaló una pequeña sonrisa al alfa que había dejado de teclear en su computadora en cuanto lo vio.

- Buenas noches, pequeño – Jooheon casi muere de ternura al ver al omega todo envuelto en abrigos - ¿Cómo estás?

- Congelado – bromeó mientras tomaba asiento y frotaba sus manos que permanecían envueltas en un par de guantes, cuyo vendedor le juró, eran los mejores para estas temporadas, pero no le estaban ayudando en nada, no volveré a comprar nada en la calle, se prometió.

- Eso veo – el pelinegro tecleó unos segundos más y finalmente apagó el equipo - ¿Qué quieres cenar hoy? – preguntó mientras se ponía de pie y se acercaba al menor.

- No lo sé – respondió mientras lo observaba ponerse en cuclillas frente a él.

- Manos – pidió.

El omega tardó un poco en reaccionar, así que Jooheon con una sonrisa divertida en su rostro tomó las manos del menor, las descubrió, dejó los guantes sobre el escritorio y seguidamente las cubrió con las suyas, brindándole el calor que tanto necesitaban.

- ¿Cómo estuvo tu día? – el alfa lo miró desde su posición esperando una respuesta.

- Estuvo bien, bastante tranquilo – contó - ¿Y el tuyo?

- El mío – hizo una pausa y dirigió las manos del omega a sus mejillas, cubriéndolas con las suyas – Ahora está bien – sonrió y el pecho de Changkyun se sintió rebosar de ternura.

Quería comérselo a besos por lo hermoso que era.

- ¿Quieres salir a algún lado? – bajó las manos del menor a su cuello, y Changkyun casi soltó un gemido por la sensación tan agradable.

- No – susurró – Hace demasiado frío – sus ojos se perdían en los ajenos, que cada vez estaban más cerca.

- De acuerdo – murmuró Jooheon a centímetros de su rostro – Tienes la nariz roja – señaló con un leve movimiento de cabeza.

Su cuerpo, que anteriormente se encontraba en cuclillas ahora estaba inclinado sobre el de Changkyun, con sus manos apoyadas en los reposa brazos, y su rostro tan cerca del otro que podían respirar el mismo aire, el omega se mantenía recostado contra el espaldar de la silla y con sus manos alrededor del cuello del alfa, completamente aturdido.

ABISMO [Jookyun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora