H U I R

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-Omega...

-Omega...

Más susurros se hicieron presentes,

acompañados de hojas y ramas secas rompiéndose,

Del sonido del viento al pasar entre los árboles,

Y de suaves gruñidos que cada vez se hacían más fuertes y claros.

El omega abrió los ojos y se encontró con el conocido paisaje verde de los pinos vestidos de blanco.

Recorrió el lugar con la mirada, buscando a aquel lobo que había dejado de aparecer en sus sueños hacía algún tiempo.

No tardó mucho en encontrarlo, abriéndose paso a través de un sendero.

-Omega.

El susurro se hizo escuchar de nuevo con más nitidez.

-Deja de huir de mi.

El lobo ahora estaba frente a él, mirándolo fijamente con sus orbes completamente oscuras.

- Voy a cuidarte pase lo que pase.

El sentimiento de seguridad lo invadió sin miramientos. Trató de acercase al lobo con la intensión de abrazarlo, pero empezó a tornarse borroso.

- No me alejes más.

Y con esas palabras el lobo dio la vuelta y desapareció.

Su celular vibrando con insistencia sobre su mesa de noche lo hizo despertar, maldijo en voz apenas audible a quién lo estuviese llamando por haber interrumpido su sueño, pero cualquier rastro de enojo desapareció cuando vio el nombre de Jooheon en la pantalla.

- Hola – su voz rasposa por el sueño se hizo escuchar.

- Te necesito – gruñó la voz del otro lado seguida de un quejido.

- ¿Qué pasa? – cuestionó alarmado al tiempo que salía de la cama y caminaba hacia el armario.

- Ven al edificio – soltó con dificultad y la llamada se cortó.

¿Qué es lo que le pasa?

No tuvo mucho tiempo para pensar, su cuerpo casi se movía por si sólo, y solo fue un poco más consciente de lo que hacía cuando entró casi corriendo al edificio, pasando, sin darse cuenta, al lado de la imponente madre de Jooheon.

Salió del elevador y al darse cuenta de que no conocía la clave para abrir el pequeño ascensor que estaba al lado, caminó apresurado hacia el fondo del piso, cruzó la puerta que daba a la piscina y siguió su camino para subir las pequeñas escalas.

Dio dos toques a la puerta mientras trataba de regular su agitada respiración.

Un gruñido, seguido de un golpe seco resonó dentro del lugar, lo que alteró a Changkyun y terminó forzando la puerta hasta que cedió.

Una vez que puso un pie dentro de la habitación cerró la puerta con un mueble y se fue en busca de Jooheon.

- Joo – llamó bajito poniéndose frente a la habitación del mayor, se quedó quieto esperando escuchar algo – Jooheon – intentó de nuevo con un poco más de fuerza.

ABISMO [Jookyun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora