B A S T A N T E

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Un nuevo año había llegado y con ello una nueva etapa comenzó en la vida de Changkyun.

Pasó tres días en la enorme mansión del alfa, bajo sus constantes cuidados, mimos y platicas tribales. Finalmente, cuando volvió a su departamento y pudo tener tiempo para si mismo, se puso a pensar en todo lo que había vivido los últimos meses.

Todo el drama con Minhyuk, esa lucha interna que estuvo a punto de acabar con él, que lo quería consumir hasta no dejar nada más que un caparazón hecho de dolor y vacío, de ese que te quema el alma, la llegada de Jooheon a su vida y las situaciones difíciles que, pese a haber estado a punto de rendirse, lo hicieron entender que Lee Jooheon es todo lo que siempre había querido, lo único que necesitaba.

Lee Jooheon era su esperanza de vida.

Viviría dispuesto a hacer lo posible por verlo feliz.

Por verlo sonreír y ser uno de los motivos de su felicidad.

Changkyun sólo había pedido tres cosas en la vida; un hermanito, cuando tenía alrededor de cuatro años; tener de vuelta a sus padres cuando los perdió...

Y durante los días que había permanecido apartado de Jooheon por aquel hombre, pidió fervientemente poder regresar con Jooheon y no volver a alejarse nunca.

Ninguno de sus anteriores deseos se había cumplido, por eso, cuando escuchó a Jooheon irrumpir en aquel oscuro y húmedo lugar casi se sintió desfallecer allí mismo, y se prometió, en medio de su agonía por el enorme dolor físico que albergaba, que haría todo lo que estuviese en sus manos para hacer feliz a la persona que había llegado para hacer más amenos sus días, más felices, más brillantes y más maravillosos, así tal cuál es él, brillante, maravilloso, hermoso y lleno de pequeños gestos que lo hacen perfectamente especial.

En la noche se fue a la cama extrañando la tibia compañía del mayor, y lo buscó en sueños.

Para cuando despertó, al día siguiente, realizó su nueva rutina, desayunar, tomar un par de pastillas y ducharse.

El clima aún era frío y gris, pero ese día la luz del sol se había esforzado en traspasar las espesas nubes que le impedían la vista a la naturaleza y los edificios, así que el mundo parecía un poco más vivo, un poco más optimista.

En unos días más volvería a su trabajo, que empezaba a extrañar, quería ver a Kihyun, y estaba bastante ansioso por saber como iba su embarazo.

El recordar que pronto podría ver al bebé de su jefe lo hizo emocionar, y bastó una llamada de varios minutos para conocer el estado de Kihyun, y prometer verse dentro de unos días. 

🐺 

Cuando tocaron a su puerta al atardecer no esperó encontrarse con Jooheon del otro lado.

- ¿Qué haces aquí? – preguntó sonriendo.

- Te extrañaba – admitió ingresando al departamento.

- Se supone que nos veríamos mañana - recibió gustoso el abrazo del ahora peliblanco.

- ¿No me extrañaste acaso?

- Uhm – fingió pensar – si te digo que sí se te va a subir a la cabeza – sonrió bonito y se encaminó a la cocina – Ven.

- ¿Qué estas cocinando?

- Hago galletas – habló inclinándose para ver el horno – Espero que no se quemen mucho. 

- Huelen bien.

Pasaron un rato en la cocina, hablando y rozando partes de su cuerpo mientras se movían de un lado a otro tratando de preparar una cena decente, obsequiándose el uno al otro dulces sonrisas y palabras bonitas.

ABISMO [Jookyun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora