ABISMO [Jookyun]

P A N I C O

- Ese es el plan para lanzar el nuevo producto, señor - Jooheon se encontraba sentado en la punta de la larga mesa escuchando con atención las ideas de sus trabajadores, mantenía una postura relajada y analizaba la información que había estado recibiendo, sopesando las mejores opciones.

Abrió sus labios para formular un par de palabras, pero antes de que pudiera elaborar cualquier tipo de sonido una creciente sensación de pánico se apoderó de él, así, de repente, como una ráfaga de agua helada; y como llegó, se fue, dejando en su pecho un dolor vacío. Su respiración se hizo irregular y en su mente solo aparecía una imagen bastante clara.

Changkyun.

Llevó su diestra a uno de sus bolsillos al tiempo que se ponía de pie, tirando la silla en la que estaba en el proceso, el pánico se fue y lo que tomó su lugar fue la ira incontrolable del alfa.
Pulsó un par de botones en la pantalla del móvil, y cruzó la puerta de la oficina mientras llevaba el aparato a su oído.

Las personas dentro de la habitación se quedaron en completo silencio, inmóviles y completamente aturdidos ante la enorme cantidad de agresivas feromonas que había dejado el alfa en su camino a la salida.

Como esperó, Changkyun no contestó su llamada, salió del edificio, ganándose más miradas extrañadas de las que podía contar o notar, se metió a su auto y condujo lo más rápido que pudo al apartamento del omega.

Ingresó al lugar para darse cuenta de que no estaba allí, bajó de nuevo, marcando una vez más el número telefónico del menor.

- ¿Hace cuánto salió Im Changkyun? – habló lo más calmado que pudo.

El chico de la recepción lo miró con ojos grandes y temblorosos.

- No... - iba a responder que no tenía idea, pero la mirada y el aura demandante del hombre casi lo quería hacer poner de rodillas y pedir perdón hasta el cansancio como las últimas dos veces – unos 30 minutos, señor.

Volvió a su auto y trató de pensar en lo que debería hacer, encendió el coche y tecleó aquel viejo número que se había grabado con fuego en su memoria, lo puso en alta voz y empezó a manejar.

- ¿Jooheon? – la voz masculina se escuchó del otro lado al cuarto pitido.

- ¿Cuándo salió?

- Hola, JaeBeom, ¿Cómo estás?, estoy bien gracias – el tono irónico se hizo escuchar.

- No estoy para formalidades, Lim - se detuvo en un semáforo - ¿Cuándo salió? – repitió serio.

- Dame un par de minutos reviso – pidió y seguidamente se escuchó una silla siendo corrida y luego unas teclas siendo presionadas con rapidez. Jooheon se puso en marcha de nuevo – Poco más de una semana – informó – salió hace 10 días. ¿Vas a decirme que es lo que sucede?

- Tengo que encontrarlo – presionó sus manos alrededor del volante. Durante el recorrido a su edificio le habló a su viejo amigo de las razones por las que estaba buscando a aquella persona.

No tenía un buen presentimiento, pero estaba seguro de que él tenía a Changkyun, sólo debía esperar a que se contactara con él.

Sólo tenía que esperar a que diera un paso en falso, y entonces podría recuperar a Changkyun.

Era todo lo que necesitaba.

Era todo lo que quería.

Una vez que estuvo en su oficina diligenció unas cuantas cosas y subió al departamento, donde lo esperaba su madre.